24/12/07

FADE OUT

Este blog nació para contar algunas anécdotas de la industria audiovisual desde el punto de vista de un profesional del guión, y dar algunos consejos generales a los guionistas noveles. Y se suponía que tenía que ser anónimo.

Hoy en día, la mitad de la profesión ya sabe quién demonios soy; el punto de vista de un profesional ya pueden encontrarlo en magníficos blogs como El Guionista Hastiado, Guionista en Chamberí, Así no se Hizo y otros tantos que aparecen en la columna de enlaces; y en cuanto a los consejos generales, ya los he dado todos.

Es hora de callar y escuchar durante un tiempo, de acumular más experiencia. De recibir consejos en vez de darlos. Quizá algún día vuelva con anécdotas frescas y nuevos trucos de supervivencia, no lo sé. De momento, esto no da más de sí.

Me queda la satisfacción de haber sido (salvo error u omisión) el primer blog español sobre guión y guionistas; de haber mantenido durante mucho tiempo un insólito nivelazo de comentarios; y de haber ayudado a muchos noveles.

El email seguirá abierto para dudas, consultas y despedidas cordiales, y por supuesto el blog seguirá colgado, tanto aquí como allí.

Para hacer la despedida un poco más alegre, y para no dejar deudas pendientes, he decidido regalar un año de suscripción a ALMA para un guionista novel. Los interesados pueden escribir al email para solicitarlo. El ganador se decidirá según los habituales criterios de arbitrariedad y falta de rigor.

Eso es todo, amigos. Sean felices y escriban bien. Por ese orden.

18/12/07

YO PREFIERO NIKON

A ver, que me llega esto por email:

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Manifiesto
En defensa de los legítimos derechos de los creadores

En defensa de la copia privada

El Congreso de los Diputados decide mañana, jueves 20 de diciembre, la supervivencia de la remuneración compensatoria por copia privada, uno de los derechos fundamentales de Propiedad Intelectual. Ante la posibilidad de su fin, que representaría una catástrofe para la cultura española y su industria de contenidos, los creadores y productores culturales que suscriben el presente manifiesto quieren manifestar a los diputados, a los partidos políticos y a la opinión pública lo siguiente:

1.- La eliminación de la compensación para los creadores por la copia privada de sus obras propuesta por el Senado supondría, de facto, la usurpación de un derecho legítimo consagrado por la práctica totalidad de las legislaciones europeas, colocaría a nuestro país en el furgón de cola de la protección de la Propiedad Intelectual y pondría en peligro la industria española que genera los contenidos necesarios para el desarrollo y la identidad cultural de nuestra sociedad.

2.- La compensación por copia privada, mal llamada canon digital, no es un impuesto, ni una medida arcaica, sino el más progresista de los derechos de propiedad intelectual, que pone en manos de los ciudadanos la posibilidad legal de realizar y disfrutar, en el ámbito doméstico, de nuestras miles de obras y creaciones intelectuales sin solicitar autorización previa.

3.- Acabar con la copia privada supondría la aceptación de nuestros dirigentes de las posiciones de una industria tecnológica, empeñada desde hace meses en pisotear, a través de una campaña de desprestigio y falsedades, los legítimos derechos de Propiedad Intelectual.

4.- La implantación y desarrollo de la Sociedad de la Información en España no puede hacerse, bajo ningún concepto, a costa del sacrificio y del trabajo de los creadores y de las industrias de contenidos, ni de la destrucción de un sector, el de la cultura, que contribuye de forma determinante al PIB y al empleo nacional.

Por todo esto: solicitamos al Congreso de los Diputados que no vote a favor de suprimir la compensación por copia privada para los creadores españoles y que no utilicen sus derechos como un arma electoral, puesto que está en juego el desarrollo cultural, educativo y científico de nuestro país.

Madrid, 19 diciembre de 2007

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La fecha es de mañana, porque mañana es cuando se va a publicar en los medios. Ya saben, los MEDIOS. Aquí, en los enteros, ya la hemos publicado.

Y nos da tiempo incluso de matizar unas cosas fundamentales: este asunto es mucho más complejo que "Canon sí" o "Canon no". Personalmente, estoy absolutamente convencido de la necesidad de que los creadores perciban una compensación económica por copia privada.

Porque sí, podríamos hacer como que la mayoría de los DVDs vírgenes no se usan para copiar obras ajenas, pero el caso es que SE USAN para eso. Podríamos hacer como si no hubiese gente haciéndose de oro a base de distribuir alegremente obras ajenas, pero LA HAY.

Ahora bien: la necesidad de una norma no legitima cualquier aplicación de esa norma. El fin no justifica cualquier medio. El canon es una buena idea, una norma necesaria que responde a un desequilibrio social, pero está ejecutada de manera totalmente equivocada. Por varias razones:

-No lo recauda quien debería recaudarlo, que es el estado. Porque el canon es un impuesto, claro que es un impuesto. Y como se supone que hacen los impuestos, debería desempeñar una función social más allá de meter a Alejandro Sanz en la lista Forbes.

-No se distribuye como se debería distribuir. Como no hay manera de cuantificar cuántas copias privadas se hacen de cada obra concreta, la redistribución del canon se hace siguiendo el loco criterio de reflejar las ventas legales. Con ello, naturalmente, se contribuye al loable objetivo de meter a Alejandro Sanz en la lista Forbes. ¿Cómo debería hacerse? Desde mi punto de vista, si no hay manera de saber a quién corresponde cada céntimo, debería hacerse una redistribución tutelada por el Ministerio de Cultura, y orientada a la creación de infraestructuras: más filmotecas, bibliotecas y videotecas; más programas de financiación de iniciativas culturales; apoyo a la distribución, etc. Y sí, subvenciones.

- Se grava a quien no se tendría que gravar. Puede que sean una minoría, pero HAY gente que compra CDs, DVDs y discos duros para desarrollar su ámbito profesional, no para realizar copias privadas. Debería haber una forma de eximir a estas personas del pago del canon.

- No se grava a quien se tendría que gravar. Quien verdaderamente está haciendo su agosto son las operadoras de ADSL. ¿Qué sentido tiene perseguir a webs que publican elinks, cuando realmente son el alma del negocio? Es Telefónica quien tiene que aflojar la mosca. Son ellos los que han visto multiplicados sus ingresos gracias a la distribución by-the-face de material protegido por copyright.

Esto que voy a decir no se puede decir, claro. Porque se convierte uno en un cavernícola y todo eso. Pero lo voy a decir, y luego voy a pinchar con una sonrisa en la casilla que dice "Comentarios cerrados": el mayor enemigo que tienen las entidades de gestión de derechos es la tarifa plana en ADSL. Desde que cuesta lo mismo descargarse una película que descargarse un millón, los creadores y productores audiovisuales han visto descender sus perspectivas de negocio, mientras los problemas de las operadoras de ADSL se reducían a encontrar un lugar para guardar tanto dinero.

A las televisiones se las obliga a invertir un 5% en producción nacional. Telefónica, Jazztel y Orange deberían invertir el 50%.

En definitiva: que me rompe los cojones tanto como a ustedes oír hablar a Teddy Bautista o a Ramoncín de la necesidad del canon. Pero no seamos niños: eliminarlo tampoco es la solución. El tema es más complejo de lo que parece, y están en juego demasiadas cosas como para conformarse con elegir pancarta.

Si el jueves ven que el Congreso elimina el canon, piensen un poco antes de alegrarse. No estarán viendo una medida electoralista para comprarles a ustedes su voto a cambio de calderilla. Estarán viendo a una sociedad democrática renunciar a su patrimonio cultural y a su libertad de expresión, y ponerse de rodillas ante un puñado de grandes multinacionales.

17/12/07

CONVOCATORIAS (COPYPASTEANDO)

De abcguionistas:

- III Encuentro profesional de Productores y Guionistas de Cortos. Para guionistas que tengan un guión de cortometraje y quieran encontrar productora; y para productores que estén buscando guión para su próximo proyecto. Entre el 4 y el 9 de marzo de 2008. Más información, AQUÍ.

- VIII edición del concurso de guiones Rovira-Beleta. Para autores de 18 a 30 años. Inscripción hasta el 31 de diciembre. 2000€ de premio. Más información, AQUÍ.

- Certamen de guiones de Utrera. Inscripción hasta el 22 de marzo. 600€ de premio. Más información, AQUÍ.

- A punto de cerrarse la inscripción en el concurso de guiones de TV movie de la Fundación Alfredo Matas (20 de diciembre). 12000€ de premio. Más información, AQUÍ.



Del boletín de la Factoría del Guión:

-Productora busca guionistas para serie de televisión en Madrid. El punto argumental de partida será un clásico como Casablanca. Se valorará la capacidad deescaletar y dialogar. El género de la serie es drama/comedia, de emisión diaria, en la línea de "Betty la fea". Los interesados pueden solicitar más detalles en guionestv@gmail.com.

(Por si se lo estaban preguntando: sí, la última convocatoria canta La Traviata).

16/12/07

BIBLIOTECA / 14



McGilligan, Pat.
BACKSTORY / 4.
Plot Ediciones.

"No tuve ningún control sobre ninguna película hasta que empecé a dirigirlas yo mismo. Es la razón por la que me pasé a la dirección. Francamente, si pudiera haber tenido control sobre las películas sin dirigirlas, creo que habría continuado escribiendo, y dejando que otros las dirigieran. Si la gente hiciera simlemente lo que tú les dices que hagan, no tendrías que estar allí cada minuto. Cuando los obreros construyen un edificio, siguen los planes del arquitecto; los constructores no van y deciden cambiar las cosas para estar más cómodos. En las películas, planificas durante meses, pero en cuanto llega el rodaje, los actores y directores deciden hacer cambios sin tener en cuenta las consecuencias o el tema general del filme". (Larry Cohen)

10/12/07

CON DOS COJONES

Belén Rubio me envía por email una carta en la que el equipo de guionistas de Leonart (programa diario infantil de divulgación científica y manualidades) explica el motivo de su dimisión en bloque:

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Maltrato a los guionistas del programa Leonart, de TVE


En la negociación del cuarto semestre del programa Leonart de TVE, en el mes de octubre del 2007, la nueva dirección del programa plantea incrementar el volumen de trabajo de los guionistas sin aumentar el precio de los guiones, alegando un recorte del presupuesto global que, a efectos salariales, sólo perjudica los honorarios de los guionistas. Esto sucede con el precedente de haberse negado a subir el precio del IPC y de negarnos un porcentaje de los derechos de los DVD's que se han editado con nuestro trabajo. Los 12 guionistas que trabajamos desde el inicio del programa, consideramos la propuesta inaceptable y fuera de lugar.

En plena negociación, la dirección de Leonart comienza a buscar nuevos guionistas, sin explicarles, evidentemente, que sustituirían a compañeros que se negaban a trabajar por menos dinero.

Este conflicto se resuelve con una nueva oferta del director del programa y promotor de la iniciativa, José Juan Ruiz (conocido como Jota): se mantienen los precios de los guiones y el puesto de trabajo. Esto es posible gracias a que la editora y coordinadora de guiones de Leonart asume el trabajo no remunerado que dirección quiere que hagamos los guionistas. La editora hace este esfuerzo a cambio de que se mantenga el mismo equipo de guión por el bien de un programa que ella misma ha hecho crecer junto a los tres directores que en un año y medio han pasado por el programa.

A pesar del citado gesto, el director lanza una nueva propuesta: rebajar sustancialmente el precio del trabajo de la editora de guiones. Además, sus condiciones de total disponibilidad se mantienen, así como las que la ligan físicamente a Televisión Española, para así mantener reuniones con dirección y realización. Y todo esto por lo que viene a ser un sueldo mensual neto que no llega a 1000 euros. Evidentemente, la editora se niega a aceptar estas condiciones abusivas y se despide del programa.

Después de este desencuentro, la dirección del programa reúne al equipo de guionistas y nos comunica:

1) que, ante la necesidad de contratar a un nuevo editor, observa la posibilidad de que alguno de nosotros, y con el beneplácito de la dirección, se postule como tal (y acepte las condiciones abusivas que anteriormente se habían propuesto a la editora)

2) que, a partir de ahora y por órdenes que "vienen de arriba", sólo pueden quedar 8 guionistas en el equipo.

3) que el primer trabajo del próximo/-a editor/-a de guiones será echar a tres de sus compañeros.

Ante este panorama, y a pesar del interés que todos tenemos en conservar este trabajo, los guionistas del programa hemos tomado una decisión: por solidaridad absoluta con la editora y la coordinadora de guión de Leonart, el equipo de guionistas decide irse en bloque. No participaremos en ninguna intriga que vaya en contra de un compañero, no trabajaremos con una persona que maltrata e instrumentaliza a los guionistas.

Un abrazo,

ANNA CAMMANY, SERGI ESCOLANO, ANNA FITÉ, ARMONIA GUSTEMS, MOSE HAYWARD, HECTOR LOZANO, ALBERT PLANS, XAVIER PUCHADES, BELÉN RUBIO, ROGER RUBIO, ABIGAIL SCHAAFF, ANAÏS SCHAAFF -Equipo de guionistas de Leonart-

Barcelona, 9 de diciembre de 2007


Mail de contacto: guionistasleonart@gmail.com


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Mi más sincera enhorabuena a todo el equipo de Leonart. Habéis demostrado una de las mayores virtudes que puede tener un profesional: el valor de defender su dignidad aun a costa de su puesto de trabajo. Y en bloque. Sois un ejemplo para la profesión.

6/12/07

HÁGASE SOCIO DE ALMA

(Estaba tentado de titular este post con otro juego de palabras barato, a ver qué decía Nacho Faerna. Pero me voy a cortar.)

Aclaremos un par de cosas, antes de nada: el sábado pasado me la envainé y acudí a la reunión de ALMA. Y estuvo más que bien. La directiva ofreció una encomiable mezcla de autocrítica, ideas claras y ambiciones realistas, que me hace arrepentirme en parte de haber sido tan cañero en el post de la semana pasada. Para los comentaristas con ínfulas de reporteros del Tomate, debo aclarar que Mr. Faerna y un servidor se estrecharon la mano cordialmente al comienzo de la reunión, y que no hubo enfrentamiento ninguno.

Al contrario. El acto transcurrió con fluidez y buen tono. Todo el que quiso tomó la palabra, todas las opiniones fueron escuchadas (para bien o para mal), y nadie fue abucheado. Ni siquiera yo.

El novato que me acompañaba estaba sorprendido de la cordialidad reinante. Le fascinaba el hecho de que tanta gente pudiera llenar un cine y escucharse mutuamente... sin micrófonos. A mí no me sorprendía, porque no era la primera asamblea de ALMA a la que acudía. Y porque sé que los guionistas, como mínimo, sabemos escuchar. (Es cierto que la semana pasada vaticiné que se iba a montar un pollo. Pero fue llegar a la Filmoteca y comprobar que me había equivocado. Total, ¿a quién le importan las protestas de unos cuantos guionistas?)

Lo que sí me sorprendió, y muy gratamente, fue que los asistentes llenásemos la Sala 1 del Doré. Estas cosas solían ser en la Sala 2, mucho más reducida. Pero me da a mí que a partir de ahora siempre serán en la grande. Y, con un poco de suerte, habrá gente que se quede de pie, como el sábado. Teniendo en cuenta que la sala tiene más de 300 butacas, es probable que, dentro de poco, las protestas de los guionistas empiecen a importarle a mucha gente.

Porque para mí, lo más representativo de lo ocurrido el sábado no pasó durante la reunión, sino al final: las colas de guionistas esperando para solicitar la afiliación eran realmente significativas. Muchos, muchísimos guionistas no sabían hasta ahora que había una asociación que les proporciona, entre otras cosas, la ayuda de un abogado. Por el precio de la cuota de socio, Tomás Rosón te asesora, te lee los contratos, y te los edita con recomendaciones sobre qué quitar y qué añadir. Hace años que yo no firmo nada que no haya revisado antes Tomás. Pero para eso hay que saberlo. Y, como admitieron algunos de los representantes de ALMA, el sindicato se ha publicitado poco y mal. Entre otras cosas, no ha sabido dejar claro que ALMA no es igual a DAMA. Hay muchos, muchísimos guionistas que no se han hecho socios de ALMA porque creen que, siendo de SGAE, no se puede. Vamos a intentar acabar con la confusión:

ALMA es un sindicato, una asociación profesional. SGAE y DAMA son entidades de gestión de derechos. Nada que ver.


Se puede ser socio de SGAE y de ALMA a la vez.
Yo soy socio de SGAE y de ALMA.
Hay socios de SGAE en la directiva de ALMA.


¿Ha quedado claro? Pues hala, vayan a hacerse socios de ALMA de una puñetera vez. Diez euros al mes, no me jodan. No sigan leyendo esto, escriban un email a alma@asociacionalma.es y dejen que les mejoren su vida.

Siguiendo con la reunión: se discutieron ideas interesantes, como la posibilidad de un convenio colectivo; la creación de un registro de guiones para afiliados; la conveniencia de revisar las bases de muchos concursos; la indignidad de algunas pruebas de guionistas... Y se dieron a conocer algunos de los avances de la asociación: al parecer, han conseguido incorporar a la futura Ley de Cine (ahora tramitándose en el Senado) una disposición que prohíbe subvencionar a productores que tengan deudas con guionistas.

Pero todas las propuestas acababan con una reflexión: el sindicato necesita más afiliados. (¿Por qué siguen leyendo, coño? ¡Vayan a hacerse socios YA!) Reconozco que me equivocaba la semana pasada cuando me quejaba de que la reunión fuese abierta. Quizá no fuese una buena idea redactar una convocatoria tan beligerante, pero desde luego fue una idea brillante hacerla abierta a los no afiliados. Porque la fuerza del sindicato depende de su representatividad dentro del sector. Hasta el sábado, apenas era representativo. A partir de ahora, se prevé que las afiliaciones se duplicarán.

Y muchos socios nos hemos dado cuenta de que estábamos durmiéndonos en los laureles. Está bien ser críticos con el sindicato, pero también hay que ser activos. Yo creía que era un buen apóstol –en clases, en foros, en los bares y aquí en el blog siempre recomiendo hacerse socio de ALMA-, pero el sábado me di cuenta de que había colegas muy cercanos aún sin afiliar. (Hola, Ángela; hola, Darwinista: bienvenidos a ALMA). Tenemos que ponernos las pilas, y explicar las ventajas que tiene sindicarse. La primera de todas, la capacidad negociadora que tiene un sindicato fuerte. Y no vale esperar a que el sindicato sea fuerte para afiliarse. El truco consiste en afiliarse para hacerlo fuerte.

Pues eso. Ya no hay más que leer. Se han quedado sin excusas. Háganse socios o revienten.

ALMA
alma@asociacionalma.es
Teléfono: 915212339
Dirección: C/ Marqués de Valdeiglesias 6, 2ºA, Madrid

GUIONISTAS EN LA BIBLIOTECA NACIONAL


Montxo Armendáriz tiene en su estantería dos Goyas y tres premios del Círculo de Escritores Cinematográficos al Mejor Guión. De San Sebastián se llevó una Concha de Oro y una de Plata, y de Berlín un Ángel Azul.

Además de escritor, director y productor, ha sido el primer presidente de DAMA.

It's a must.

27/11/07

SÁBADO SABADETE

Como ustedes ya sabrán, el próximo sábado, día 1 de diciembre, ALMA ha convocado una asamblea en el Cine Doré. Muchos blogs de guionistas están difundiendo el dichoso flyer. Un servidor lo enlazaba hace nada desde el twitter:

Personalmente, el asunto me preocupa bastante. Es más, me aterra. Dios, me echo a temblar cada vez que pienso en lo que va a ser aquello. Se va a montar un pollo de cuidado: habrá colas, fotógrafos y curiosos, porque el flyer de las narices fue publicado en El País, sabe Dios con qué loco criterio. Los asistentes conformarán una masa indefinida, ya que se admite a socios y no socios (en cristiano: a todo quisque). Y el orden del día... bueno, no lo he visto, pero he estado en otras asambleas de ALMA y sé por experiencia que, cuando lo hay, el respetable se lo salta a la torera para hablar de lo que se le antoja.

Y todo eso es lo que menos me preocupa. Lo que realmente me pone los pelos de punta es el motivo de la asamblea. El detonante. El McGuffin. Y es que el flyer que les he puesto arriba está pelín tuneado por el que suscribe. Más que nada, para evitar la vergüenza que me daba poner el original:

Por favor, fíjense en la primera frase: “nuestros compañeros estadounidenses”. Oh-my-God. Como conversación de tasca, la argumentación “si los yanquis pueden, nosotros también” ya es floja. Pero como motivo oficial de una asamblea, es un mal chiste. ¿Qué nivel de puerilidad hemos llegado a alcanzar los guionistas de este país para establecer una comparación tan endeble? ¿Hemos olvidado todos de golpe que las comparaciones son odiosas? ¿De verdad nadie ha caído en la cuenta de que comparándonos con nuestros “compañeros estadounidenses” siempre vamos a salir perdiendo?

Y sobre todo, ¿por qué hemos esperado a establecer esa comparación hasta un momento tan crítico? ¿Es la capacidad de ir a la huelga lo que más nos admira de los guionistas norteamericanos? ¿Cuántos de los asistentes a la asamblea han establecido el más mínimo contacto profesional con guionistas estadounidenses? La mayor parte de la gente que promueve esta loca iniciativa no sería capaz de nombrar a media docena de guionistas norteamericanos. La única, y léanme bien, la ÚNICA razón por la que ciertos guionistas españoles se sienten identificados con la huelga norteamericana es que ha salido en el telediario.

Con todo, lo más triste del asunto es que, bajo esta pátina provinciana, palurda y cerril, la iniciativa de promover acciones sindicales es legítima. El sector del guión ha sido depauperado de forma consciente, insensata y mezquina por determinados estamentos de la industria, y tarde o temprano habrá que tomar medidas. De manera que sí procede hacer una reflexión seria (más seria que esta ) sobre dichas medidas.

En primer lugar, nunca –JAMÁS- se vende la piel del oso antes de cazarlo. Decir en un flyer de convocatoria a una asamblea que se van a discutir “medidas de presión” es equivalente a tirarse un órdago con las cartas descubiertas. Lo suyo es hacer una convocatoria sobria, y ya a puerta cerrada, explicar lo que se pretende. Y a ser posible, se elige un diario mejor que El País, que no se caracteriza precisamente por defender a los autores. Más que nada porque pertenece al mismo grupo empresarial que cierta cadena televisiva, que lleva AÑOS sin pagar lo que debe de derechos de autor.

Por otro lado, una convocatoria tan macarra, y encima universal, será un imán para gacetilleros amarillistas que acudirán a cubrir el evento con el titular ya pensado: algo del tipo “cobran (fill-in-the-blank) euros al mes y aún piden más”. Así que, de momento, ya habéis logrado poner a la gran mayoría de la opinión pública en contra nuestra. Enhorabuena.

Y en fin, si el objetivo de todo esto es lograr ciertas reivindicaciones, parece una mala política empezar con las amenazas antes de haber reivindicado nada de forma educada y pacífica. Y remarco lo de pacífica, porque hay ciertos conceptos que parece que no han quedado claros. Por ejemplo, qué es una huelga. Una huelga es una guerra. Sin matices. Es una guerra. Y uno no va a la guerra si no se dan dos circunstancias:

a) Una razonable probabilidad de ganar.
b) Una cierta cohesión en las propias filas.

Si no concurren esas dos circunstancias, lo que se está planteando no es una guerra, es una yihad, una guerra santa, en la que la muerte conduce directamente a la gloria eterna. Y claro, no hay que preocuparse de estrategias ni zarandajas por el estilo. Pero lo que nosotros queremos no son unas vacaciones eternas en el Jardín del Edén, sino pagar la hipoteca antes de quedarnos sin dientes. Y para eso hay que saber cuándo atacar, y cuándo replegarse y abastecer a las tropas. Ahora es momento de lo segundo.

Para medir el nivel de cohesión que hay ahora mismo en las filas de los guionistas, baste recordar que en la presente legislatura se han aprobado dos leyes que nos afectan directamente -la de Propiedad Intelectual y la de Cinematografía- y nadie ha dicho esta boca es mía. Ni una asamblea, ni una mesa redonda, ni un comunicado.

Sobre las probabilidades de ganar, baste señalar que ALMA lleva sin revisar sus baremos salariales desde octubre de 2004. No sé ustedes, pero yo he oído rumores de que, desde entonces, la vida ha subido un pelín. No se qué del precio de los pisos, del petróleo, de los alimentos frescos... Cosas así. Lo que no había oído nunca es que ALMA se autodenominase “sindicato”. La primera vez ha sido al ver el dichoso flyer. Ojo: ALMA es un sindicato, pero jamás ha ejercido como tal. Que yo recuerde, en los años que llevo ganándome la vida con esto, jamás he recibido la visita de un delegado sindical para informarme de cuáles son mis legítimas aspiraciones, y qué vías tengo para reclamar mis derechos. Si te acercas voluntariamente a ALMA, bien. Si no, ahí te quedas. Hasta la URL de su sitio web es www.asociacionalma.es, y creo que resulta más significativo que un flyer.

Sinceramente: ¿una asociación que no ha tenido tiempo ni de revisar anualmente los baremos salariales, aunque sea simplemente aplicando el IPC, pretende tener la fuerza necesaria para convocar una huelga, con argumentos tan sólidos como que en Estados Unidos ya lo han hecho?

Pero pongámonos por un momento en la actitud mental de pensar que sería posible cohesionar a los guionistas, y que la asociación funcionase realmente como un sindicato. Aun así, lleva años pegando tiros en la dirección equivocada. No sólo ALMA no tiene la infraestructura necesaria para emprender una guerra: es que se ha equivocado de enemigo. El grueso de sus luchas reivindicativas se han librado con FAPAE y las asociaciones de productores.

Error.

En una guerra sindical, la frontera la traza el dinero. ¿Y quién tiene el dinero? ¿Los productores? Claro que no. Son las televisiones las que financian mayoritariamente los productos audiovisuales, incluido el cine. Es a las cadenas a las que hay que sentar a la mesa. Así, además de hablar con quien realmente decide, ALMA se estaría enfrentando a muchos menos interlocutores. Las cadenas, por otro lado, mantienen una postura más coherente que la miríada de asociaciones de productores con intereses irreconciliables. Y son empresas grandes, generalmente con comités de empresa internos, acostumbradas por tanto a tratar con sindicatos. Y no olvidemos que, en toda esta batalla, las cadenas se juegan su propio dinero, no el ajeno, que es lo que hacen las productoras.

Conclusión: hay que sentarse a negociar con las televisiones. No a presionar: a negociar. Karate sólo defensa, Daniel-san. Hay que aclararle a las televisiones que firmando un convenio para el sector del guión están comprando calidad. Que las productoras que no paguen a sus guionistas según un convenio digno están estafando a las cadenas. Las televisiones saben mejor que nadie que sus series y programas son, en un 99%, guión y casting. Hace tiempo que se arrogan un cierto poder de decisión sobre el casting. Es hora de que impongan a las productoras un código de conducta adulto para tratar con el sector creativo. El terrateniente tiene que exigir al capataz unas cuentas claras.

Pero antes, mucho antes de pensar en negociar (no digamos ya pelear) con otros estamentos de la industria, tenemos que arreglar las cosas en casa. Antes de pedir un convenio digno tenemos que estar de acuerdo en qué significa “digno”. La mitad de los asistentes a la asamblea del sábado daría palmas con las orejas si le pagasen 3000 euros al mes por pasar diez horas al día en un polígono de Alcobendas escribiendo a destajo para multimillonarios que, además, se van a quedar con un porcentaje de sus derechos de autor porque “son lentejas”. Ésos son nuestros compañeros de viaje. No Aaron Sorkin ni Tony Gilroy ni Ken Levine. Y con esos compañeros de viaje, yo no me voy a la guerra, porque esos tiran el fusil en cuanto oyen el primer cañonazo.

Es a esos ingenuos a los que tenemos que explicar –y no en asambleas públicas, sino en comunicados internos y reuniones personales- de qué va este negocio: mitad arte, mitad industria. La primera mitad, es cosa tuya. Pero la segunda mitad tienen que administrarla personas con la suficiente humildad y honestidad como para admitir que además de artistas son trabajadores, y quieren cobrar por su trabajo. Personas con suficientes cojones para partirse la cara por los derechos de otros “compañeros” que no saben defender el valor de su obra. Y con suficiente orgullo y claridad de ideas para no rendir cuentas ante presuntos periodistas que no tienen intención de entender nuestras reivindicaciones, sino más bien de excretar titulares incendiarios para mofarse de nuestra irremediable codicia.

Cuando ALMA haga un verdadero trabajo de educación de los trabajadores; cuando sus delegados se pasen las mañanas investigando quién escribe en España, y las tardes visitándoles e informándoles; cuando sean capaces de mantener un sitio web mínimamente aparente, y de establecer contactos con las personas que deciden realmente en esta industria... entonces me creeré que tienen la capacidad de ejercer “medidas de presión”. Mientras tanto, pensaré que lo tienen son ganas de cachondeo.

Y eso es justo lo que están generando en la opinión pública con convocatorias como ésta.

EL DESARROLLO

Acaban de invitarme a participar como script doctor en un importante taller de desarrollo de proyectos cinematográficos. Mi trabajo, a priori, será sencillo: recibir un tratamiento que envía una productora y/o un guionista; analizarlo en profundidad; y reunirme durante tres o cuatro días consecutivos con el guionista y el productor para ofrecerles mi punto de vista profesional sobre el desarrollo. Aclararles dudas, sugerirles formas de sacarle partido al material, avisarles de posibles problemas: tramas previsibles, personajes poco interesantes, estructuras fallidas...

Me pagarán bien; habrá proyectos a priori interesantes; y la iniciativa, sobre el papel, parece encomiable: proporcionar a guionistas y productores un análisis externo de sus contenidos, a un precio más que razonable.

Sin embargo, cada vez tengo más dudas sobre la verdadera utilidad de estos talleres. ¿Realmente sirven para implementar las capacidades del material argumental? Es decir, ¿ese material argumental realmente necesita una exploración en profundidad? ¿O simplemente necesita, en fin... ser escrito en forma de guión?

Por definición, en la fase del argumento hay aún muchas cuestiones por resolver, que quizá deban ser resueltas en la cabeza del guionista. En ese rincón oscuro y desconocido incluso para él, en el que se fraguan esos destellos que hacen única una película. No buena ni mala, sólo única.

Quizá haya temas que, simplemente, es mejor no tratar en voz alta durante la fase del argumento. Porque el ser humano, y aquí empiezo con la psicología de café, tiende a mostrarse correcto cuando se le piden statements. Mientras que en la intimidad de la creación artística, es más fácil mostrarse salvaje. Uno no se autocensura a la una y media de la madrugada, escribiendo en mitad de un silencio sepulcral. Pero a las 9.45 a.m., en una oficina de moqueta y fluorescentes, vestido y calzado y respetando pulcramente la prohibición de fumar... es mucho más fácil tomar decisiones convencionales, correctas, normales. Es mucho más fácil dejarse llevar por la peor de las tentaciones para un creador: la tentación de ser un buen chico, el vicio de hacer lo que uno cree que se espera de él.

Ésa es mi gran duda: ¿acaso estas miradas indiscretas, entomológicas, objetivas y frías como la de un tasador, no sirven sobre todo para estandarizar, para contener los bríos creativos y atarlos con las tranquilizadoras riendas de las estructuras clásicas? Es decir, independientemente de la calidad y la brillantez de las propuestas que surjan durante el taller, ¿no está todo el proceso teñido de la intención de controlar el material, de hacerlo inteligible? ¿No son, acaso, las ideas más moderadas las que suelen triunfar?

Y lo hacen, únicamente, porque son las más fácilmente expresables de manera dialéctica. Mi problema es que yo concibo el arte como un medio de expresar ideas no susceptibles de ser formuladas de manera lógica. De sacar a la luz dilemas morales que no pueden resolverse con la mera intervención de la dialéctica.

Es la diferencia entre Princesas y Sed de Mal, por hacer una comparación loca. Princesas trata de que las prostitutas también tienen su corazoncito. Es una idea tan simple y ramplona que ha dado lugar a una especie de telemovie de arte y ensayo: una mutación horripilante.

Sed de Mal, por su parte, plantea un interrogante muy complicado de contestar honestamente: ¿es realmente reprobable utilizar pruebas falsas para incriminar a un asesino que, de otra manera, escaparía impune?

Mi tesis es que Sed de Mal no sobreviviría a una sesión de desarrollo como éstas. Gracias a Dios, Princesas tampoco. Pero no nos quedemos en este ejemplo concreto. Lo que me preocupa es, por un lado, pensar que de este tipo de talleres puedan salir películas uniformadas, estandarizadas, con el traje planchado y el pelo bien cortado, todas igual. Y por otra parte, que esa corrección en la etiqueta sea confundida por la industria como una marca de calidad o, peor aún, de cierta garantía de éxito.

Porque así, poco a poco, se pierde el interés por encontrar el diamante en bruto, la película única, la aguja en el pajar. Y se considera un éxito el mero cumplimiento de una serie de normas básicas de la poética. Normas que, tal y como yo las entiendo, no por ciertas deberían considerarse más que un mero punto de partida, y desde luego nunca un fin en sí mismas.

Ojalá me equivoque.


(Publicado originalmente el 22.11.2007)

ACT THREE

(Publicado originalmente el 9.11.2007)

Como de costumbre, el 9 de noviembre me ha sorprendido en Berlín. Y como de costumbre, con mucho trabajo y poco tiempo libre. De manera que este post conmemorativo será breve.

Sólo quiero agradecerles a todos su compañía durante estos dos años de blog. Con su apoyo, han hecho ustedes crecer este burdel hasta invadir algún diario de papel. Confío en mantener el listón alto durante este tercer acto.

Y con un poco de suerte, el año que viene por estas fechas podré darles envidia de nuevo, pasando unos días con todos los gastos pagados en la ciudad más cool del mundo, durante un otoño espectacular.

La foto es de un cementerio cercano al hotelazo en que me hospedo. Y está dedicada, al igual que la mención al otoño, a mi querido amigo Antonio Trashorras, que me insulta constantemente por hacerme el sensible, dice, en las páginas de este blog.

7/11/07

MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA GUIONISTAS / 14

Para llegar a tener una carrera más o menos satisfactoria, entre otras muchas cosas, hay que saber elegir: entre reescribir y vaguear; entre respetar las críticas ajenas o repelerlas con andanadas de frases "es que"; entre replantearse una y otra vez cada idea, o ir de sobrado por la vida...

También hay que saber elegir cuando un trabajo se acaba, el teléfono deja de sonar, y parece que uno ha dejado de existir (cosa que, tarde o temprano, le pasa a TODO guionista y que, por sí sola, justifica la necesidad de ahorrar). En ese momento hay que elegir entre quedarse junto al teléfono como un patético, o romper el cerdito y tomarse unas vacaciones. O sea, elegir entre casa rural, playa solitaria o capital cosmopolita.

Habrá otros momentos en que el teléfono no pare de sonar. Uno recibe una oferta cada dos o tres días, todas interesantísimas, y casi todas incompatibles. (Por cierto, yo estoy en uno de esos momentos, así que gracias a todos los que hacéis sonar mi teléfono. Ojalá no tuviese que elegir.) Para tomar una decisión en uno momentos así, hay que atender a tres criterios:

· Afinidad con el proyecto: ¿Me apetece? ¿Me gusta el material? ¿Sabré escribir esto? ¿Sabré hacerlo atractivo?

· Viabilidad comercial: ¿Se llegará a rodar? ¿Se llegará a estrenar? ¿Sabrán Producción y Dirección tratar el material adecuadamente?

· Condiciones de trabajo/remuneración: ¿Podré trabajar en pijama o me tendrán yendo y viniendo todo el día? ¿Cuántos meses voy a estar liado con esto? ¿Cuánto me van a pagar? ¿Qué hay de las pequeñas gabelas?

Si unos trabajos interfieren con otros, habrá que atender también al criterio de Fidelidad: ¿Podré compaginarlos bien? O, en caso contrario, ¿podré irme de mi trabajo anterior sin causar graves problemas?

Dado que muchos de los noveles que me leen creían que sus problemas acaban cuando encuentran trabajo, imagino que algunos de ellos estarán pensando "coño, qué complicado".

Pues les he contado las decisiones fáciles.
Las difíciles vienen ahora.
Y no son profesionales.

Lo más complicado de cara a la vida profesional de un guionista es elegir pareja.

Sí, pareja.

La de guionista es una profesión jodida. Uno nunca sabe muy bien de dónde salen las ideas geniales; por qué unos días está inspirado y otros no; ni si un día se levantará habiendo perdido definitivamente el talento o las ganas. Todas esas inseguridades nos convierten en seres temblorosos, irritables y, frecuentemente, con propensión al catarrazo.

Como, además, muchos de nosotros trabajamos mayormente en casa, descalzos o empijamados; y en una tarea fundamentalmente solitaria, resulta que en períodos de mucho trabajo tendemos, para más inri, a desarrollar un carácter huraño y asilvestrado.

¿Creen que hay muchas personas dispuestas a soportar eso de su pareja?

Puede que al principio sí, pero al cabo de unos pocos años, quizá no sea lo mismo. Lo que parecían graciosas excentricidades pueden convertirse en manías insoportables. Esa envidiable libertad de horarios a veces nos transforma en tipos caóticos, inaccesibles, que insisten en trabajar noches o fines de semana, y holgazanear en las mañanas laborables; tipos inútiles que nunca están disponibles para comer con la suegra o llevar el coche a la ITV.

He perdido la cuenta de los compañeros y compañeras de profesión que han tenido un fracaso matrimonial, o al menos que han tenido que enfrenterse a un ultimátum conyugal. Un ultimatum del tipo "si vas a trabajar este fin de semana, no te molestes en volver". Y es que es casi imposible compatibilizar la anti-rutina de un guionista con la de un funcionario, un empleado de banco o cualquier otro nine-to-fiver.

Por eso mi consejo es más o menos el siguiente (y creo que vale no sólo para guionistas, sino también para directores, actores, operadores y otros seres anti-horarios): búscate una pareja con más aspiraciones creativas que materiales. Alguien que sea capaz de entender la pulsión que te mantiene una noche en vela porque un diálogo no acaba de estar perfecto; a aceptar un trabajo de mierda en el culo del mundo porque tiene pinta de ir a quedar muy bien; a pasarte todos los puentes del año y la mitad de las vacaciones rodando cortos por media España porque, lisa y llanamente, te pone.

Les deseo suerte.
Yo la tuve.

23/10/07

LA BASURA

Me pregunta Unademiedo: ¿qué le parece la decisión de la academia de entregar los Goyas a los cortos en la gala de los nominados?

No me sorprende demasiado. Cuando uno alcanza cierta edad y cierto estatus, deja atrás la arrogancia e irreverencia propias de la juventud, y se vuelve inevitablemente conservador. Y entonces los jóvenes arrogantes e irreverentes se le antojan molestos, e incluso peligrosos.

¿Por qué? ¿Acaso por falta de perspectiva, por desmemoria? Todo lo contrario. Es porque recuerda perfectamente que fueron esa arrogancia y esa irreverencia las que le permitieron derribar ciertos ídolos caducos, y acceder al estatus que posee ahora.

Es porque nota cómo le tiembla la cómoda poltrona en la que dormita, en vez de hacer algo productivo.

Es el mismo miedo que mueve a ciertos periodistas, inevitablemente mayores de cincuenta, a hablar en contra de los blogs. Cuando algo merece realmente tu desprecio, ni siquiera lo mencionas. Es a los rivales de altura a los sientes la necesidad de atacar.

La Academia arrincona los cortos por la sencilla razón de que le dan miedo. Ellos aducirán que los cortos no son más que balbucientes prácticas sin mayor interés. Es lo que fueron para ellos, al fin y al cabo, en aquella época tan cercana en la que no había telefonía móvil, youtube ni sida.

Y es que para ellos sólo fueron prácticas, pero ahora son piezas de arte. Muchas, más elaboradas, exitosas y rentables que algunos de sus propios largometrajes. Y no lo entienden. Y les da miedo. Y creen, pobres, que la solución pasa por bajarles los humos a los nuevos creadores.

En realidad, damas y caballeros de la Academia, la solución es mucho más simple, y ya la dijo Darwin: o se adaptan ustedes, o se largan, o se pudren.

¿Y qué deberían hacer los cortometrajistas ante el desplante? Creo que la solución correcta va por la vía que apunta Vigalondo en su post sobre el tema: ¿la Academia no nos quiere? Pues que le den.

Parafraseando a José María García: la Academia de Cine no entiende el cine, no protege el cine, no le gusta el cine. Sólo hay una cosa que le gusta menos que el cine.

Trabajar.

Como a mí sí me gusta el cine, y me gusta mi trabajo, voy a hacer una oferta de trabajo a los tres próximos premiados con el Goya al Mejor Corto, al Mejor Corto de Animación, y al Mejor Corto Documental: les propongo protagonizar y codirigir un corto, financiado y producido por un servidor. El rodaje empieza la noche misma de la Gala de los Nominados, y la sinopsis sería más o menos esta: los tres ganadores del Goya a los mejores cortos van al vertedero de Valdemingómez y arrojan sus vetustos premios al lugar que les corresponde.

La basura.

MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA GUIONISTAS / 13

Tengo un allegado que acaba de aterrizar en esto de los guiones de televisión. Bueno, ya había hecho sus cosas, pero lo que es en ficción, está prácticamente estrenándose. Así que ahí van unos cuantos consejos a voleo para el muchacho:

-En esta profesión todo el mundo se conoce.
T-O-D-O E-L M-U-N-D-O.
Así que ojo con lo que vas soltando por ahí. Todos estamos de acuerdo en que Fulanito es un enchufado y Menganita una inútil, pero hemos hecho un Pacto Secreto para no andar metiendo cizaña. No es
cuestión de hipocresía, sino de vivir más cómodos. Sonría, por favor.

-Nunca critiques la ortografía de un guión ajeno. La ortografía no es filmable, y no tiene la menor relación con talento dramático y cómico.

-Vivirás un montón de sinsabores. Cada vez que haya uno, echa un vistazo a la cláusula de tu contrato en la que dice cuánto cobras, y valora si vale la pena aguantarlos.

-Tendrás que hacer muchas correcciones. Aunque sean pocas, a ti te parecerán muchas más de las que tus guiones necesitan. Y sí, hay una razón para cada una de ellas. Es un verdadero coñazo, pero recuerda: los mineros no reescriben. ¿A que no prefieres ser minero?

-Sí, todos tenemos la sensación de que, en realidad, no valemos para esto. De que cualquier día alguien te pillará: descubrirá que no tienes gracia ni talento, y la carroza se habrá convertido en calabaza así, de repente. En realidad, eso nunca ocurre. Pero por alguna razón, saber que nunca ocurre no te quita el miedo. Tranquilo: ese miedo es buen síntoma. Sólo los imbéciles están seguros de tener talento.

-Hazte socio de ALMA. Ya. No sigas leyendo este post. Corre a Marqués de Valdeiglesias 6, 2ºA; o agarra el teléfono y llama al 915212339. O escribe a alma@asociacionalma.es

-Repasa cada cosa que escribas. Y cuando reescribas, procura quitar más que poner.

-Procura ver la serie en emisión. A veces resulta descorazonador, pero siempre es útil. Verás quién dice mejor tus frases, y quién es incapaz de decir una subordinada. Verás qué situaciones funcionan, y cuáles no. Y si eres listo, en vez de deprimirte, usarás lo que veas para mejorar.

-Infórmate de lo que se hace por ahí. Echa un vistazo a otras series. SÍ, ESPAÑOLAS TAMBIÉN. Todos sabemos que Californication es mejor que El Síndrome de Ulises. Pero Californication está a años luz de lo que somos capaces de hacer aquí. Y Ulises... Bueno, está dando de comer a gente que se parece mucho a ti.

-Comprobarás que la mayor parte de la gente que curra en esto tiene talento y ganas de hacer las cosas bien. Por el camino, toda esa energía negativa va sufriendo recortes hasta que llega a ser lo que vemos en pantalla, pero no hagas como los trolls de este blog: critica al sistema si quieres, pero no a los trabajadores. Ellos sufren el sistema tanto como tú.

-Ahorra. En serio.

15/10/07

SITGES 2007

Si esperan una crónica del festival, no sigan leyendo. Ese título sólo es una maniobra desesperada para captar visitas.

Voy a hablarles muy brevemente de mi Sitges 2007. En primer lugar, conviene aclarar que no fui allí sólo por la peli de Vigalondo. Aunque era el evento más emocionante, había otro más alimenticio: dos horas antes del estreno de Los Cronocrímenes, firmé un contrato para escribir una peli con una gente que me da muy buen rollo. Uno de los productores, con apenas 30 años, es un ejemplo de intuición, energía y buen hacer que ya quisieran para sí muchos colegas con el doble de experiencia.

No les cuento más porque no debo. Y mola mucho más guardar secretos que contarlos.

El caso es que, con tanto trabajo y tantos amigos por allí –la mayoría nerviosos por el estreno de Vigalondo-, no hubo manera de quedar con alguno de ustedes, a pesar de los emails y los SMS. Mis disculpas. Aunque diré en mi descargo que estaba tan roto, que no llegué ni a pisar la fiesta de la peli.

El estreno de Los Cronocrímenes estuvo a la altura de las expectativas. Una presentación entrañable –Vigalondo hizo subir al escenario a docenas de amigos y colaboradores-, un público entregado, y 90 minutos de acción sin respiro. Yo ya la había visto en el laboratorio, así que de cuando en cuando me permitía girarme para ver las caras de los espectadores en momentos clave. Vi mesarse cabellos, taparse ojos, morderse uñas... A tope.

Como sé que es lo que se demanda de este post, haré una rápida valoración del festival. No he visto The Fall, pero sí he visto REC. Creo que se merece todos los premios recibidos, menos el de Mejor Guión. Ése, en mi opinión, debió ser para Los Cronocrímenes. Y probablemente se lo habría llevado si hubiera estado en el catálogo de cierta Gran Empresa Catalana. Así están las cosas.

El premio que más me alegró fue el de Mejor Actriz, por varias razones. En primer lugar, porque fue para una gran profesional y muy buena amiga, Manuela Velasco. En segundo lugar, porque entraña una buena ración de justicia poética.

Manuela, aunque actriz de vocación, se ha pasado años dando el callo en la tele de no ficción. Algunos de ustedes la conocerán por Cuatrosfera, pero ya antes llevaba así como un lustro alternando un curro de reportera en Sogecable Música con los trabajos de interpretación que le iban saliendo.

Que su primer papel protagonista en cine sea haciendo de reportera dicharachera, con tan buen resultado, y llevándose un premio tan importante por ello, es una verdadera lección. Una demostración de que el trabajo duro tiene su recompensa. Un ejemplo de que, en esta profesión, ninguna experiencia cae en saco roto. Por muy negro que se vea el panorama, hay que levantarse cada mañana dispuesto a ir al tajo. Con ganas o sin ellas, the show must go on.

Y un show que no podía faltar es el de Carlos Pumares. Este señor tiene todo lo malo de los críticos, con un añadido extra: que carece de la menor educación. Tiene la puñetera manía de escupir su desprecio por el trabajo ajeno a todo el que se cruza.

Citaría aquí algunas de las cosas que le oí decir, pero no merece la pena hacerle el juego. En este país se celebran más los defectos que las virtudes, y no me apetece dar pie a que nadie coree aquí sus insensateces.

Para mí, lo único bueno de Pumares es que basta con mirar de frente para perderle de vista. Creo que, en realidad, usa su estatura como escudo: sería tan fácil darle las dos hostias que se merece, que no resultaría justo.

En cualquier caso, palmarés y críticos aparte, Sitges 2007 queda como una cosecha excelente para el cine español: REC, El Orfanato, El Rey de la Montaña, Los Cronocrímenes, La Habitación de Fermat...

Para que digan que el cine de género en España no funciona. Y sin putas, yonquis, travestis ni guerra civil.

7/9/07

LA MATERIA DE LA QUE ESTÁN HECHOS LOS GUIONES

TINTA (Según la R.A.E.): Líquido coloreado que se emplea para escribir o dibujar, mediante un instrumento apropiado.

PAPEL (según Wikipedia): lámina delgada de fibras aglutinadas mediante enlaces por puente de hidrógeno.

Tinta sobre papel. Esas son las sustancias básicas que necesita una persona para escribir un guión. También se puede hacer en un ordenador provisto de un procesador de texto, aunque en una producción audiovisual, más tarde o más temprano, el guión acaba imprimiéndose a base de tinta y papel, como toda la vida.

Nunca, JAMÁS, verán un guión hecho de celuloide, ni grabado en cinta de vídeo, ni emitido por ondas hertzianas, ni vía satélite, ni por cable.

Esta loca disertación es necesaria para entender una cosa curiosa que pasa con los guiones: mucha gente sabe lo que son, todo el mundo conoce los materiales con los que se fabrican, pero casi nadie ha visto ninguno. No sólo los profanos, también mucha gente relacionada de alguna u otra manera con el audiovisual, vive y muere sin poner la vista encima de un guión.

Y el caso más curioso es el de los críticos. Ellos, al igual que otras razas inferiores, como los autodenominados cinéfilos, son capaces de emitir juicios sobre la extensión, profundidad, calidad y otras características de un guión sin haberlo visto nunca. Ni en tinta sobre papel, ni en la pantalla de un ordenador.

El proceso es más o menos el siguiente: el sujeto en cuestión (llámese crítico, cinéfilo o cualquier otra palabra esdrújula, como por ejemplo estúpido) ve una película o un capítulo de una serie de televisión. Le parece poco apreciable, y pone en marcha una de esas capacidades musculares y cerebrales que hacen única a la especie humana. Es decir, habla o escribe algo como: “el mayor lastre de la película es su previsible guión."

Decir algo así es tan aventurado como ver un cadáver junto a una botella vacía y certificar una muerte por intoxicación etílica. En personas sin una formación específica, es una tontería sin mayor importancia. Pero si lo dice un forense, la cosa tendría bemoles. Porque a él le pagan por certificar esas cosas.

Ayer, 5 de septiembre, en su blog ESPOILER, Hernán Casciari ejerció de forense, y dijo que el guión de QUART era “malo con ganas”.

Aprecio mucho a Hernán, y me molestó un comentario tan a la ligera. Porque estaba seguro de que no había leído el guión de Quart, y sobre todo porque Hernán es un escritor excelente (entre otras cosas, de guiones), y considero que ESPOILER está muy por encima del género “qué mala la serie que pusieron anoche”. Para expeler críticas destructivas y descontextualizadas ya hay un trillón de blogs escritos por fracasados sin talento. Hernán Casciari está muy por encima de eso. De hecho, está muy por encima de la mayor parte de los bloggers del mundo.

Y ha dado pruebas de ello. Le puse un comentario preguntando si había leído el guión, e inmediatamente contestó con una caballerosidad que agradezco y aplaudo:

Es verdad, Pianista, debí haber dicho "lo que han hecho con el guión". Y así ha quedado ahora el texto.

Ojalá todo el mundo fuese tan sabio como para rectificar así. Porque aunque es de sentido común, casi nadie aplica la sencilla norma: no hables de lo que no sabes. Naturalmente, lo de Hernán fue poco más que una errata fruto de la premura, o de un despiste. Porque Hernán Casciari sabe bastante de tinta, papel y procesadores de texto. Bastante más que yo, de hecho.

Pero hay mucha, muchísima otra gente cobrando por escribir banalidades sobre cine y televisión que dice barbaridades sobre el trabajo del guionista sin siquiera conocer en qué consiste. Todos estos indocumentados deberían pararse a pensar una cosa muy sencilla: no se puede saber si un guión es bueno sin haberlo leído.

Porque un guión es una obra literaria destinada a su transformación en obra cinematográfica. Y en ese proceso de transformación, la obra original puede cambiar hasta convertirse no ya en algo muy diferente, sino abiertamente en lo contrario de lo que era.

Y no hace falta ser un profesional para comprenderlo: he escrito situaciones cómicas en las que el humor se basaba por completo en que un personaje estaba de espaldas a otro, lo que propiciaba un equívoco. En las acotaciones del guión, escribí en mayúsculas, en negrita y subrayado que FULANITO ESTÁ DE ESPALDAS A MENGANITO. ¿Qué creen que pasó cuando rodaron la escena?

Exacto: los actores estaban cara a cara. Y nada tenía sentido. Y sí: hubo quien dijo “esto no tiene gracia. Vaya mierda de guión.”

Un compañero escribió un guión en que un personaje asesinaba al hermano de otro desde una POSICIÓN OCULTA. Todo el drama se sustentaba en que la viuda acababa enrollada con el asesino, pero sin saber que era el asesino. La culpa y la sospecha eran los grandes motores del guión. ¿Cómo creerán que lo rodaron?

EXACTO: en el momento del disparo, el asesino y la viuda estaban cara a cara. Se miraban a los ojos. Y nada tenía sentido. Y sí, hubo quien dijo “esto no se entiende. ¿Por qué la viuda le perdona? VAYA MIERDA DE GUIÓN”.

La frase correcta habría sido VAYA MIERDA DE PELÍCULA.

Y llámenme Perogrullo, pero una película es una película y un guión es un guión, y son cosas distintas. Y el que no sepa distinguirlas probablmente tampoco sepa distinguir el culo de las témporas, y más valdría que se metiese la lengua en uno de esos dos lugares antes de hablar de lo que no sabe.

26/8/07

HISTORIAS VERÍDICAS DE GUIONISTAS


A veces algunos lectores me piden que lea sus trabajos. Tienen un guión entre manos, y me escriben. No me conocen, no saben quién soy ni tienen datos de mi carrera como guionista. Pero aun así, me escriben.

"Me gustaría mucho conocer su opinión", me dicen.

Mi experiencia es la siguiente: salvo honrosas excepciones, cuando un amateur pide a un desconocido opinión sobre su obra, en realidad está buscando palabras de aliento. No quiere una opinión profesional. No quiere críticas, ni siquiera constructivas. Lo único que quiere es aprobación.

A la mayoría de ellos, mi opinión no les gustaría nada. En cuanto viesen que mi opinión no consiste en palmaditas en la espalda, empezarían con los "es que".

- El tercer acto flojea: no resuelve el conflicto principal, y no hay clímax.
- Es que lo que yo quería es...

La mayor parte de la gente adora tanto su criatura que no quiere oír nada que no sean halagos. "Mi hijo no es feo, es especial", parecen decir.

Podría contar con los dedos de una mano las personas que saben escuchar una crítica. Y mira que es fácil, sólo consiste en eso: ESCUCHAR. No en contestar, ni en convencer, ni en usar un montón de frases que empiezan con "es que". Sólo escuchar.

Si no gustan los consejos ajenos, basta con no seguirlos. Pero si uno ha PEDIDO el consejo, por una pura cuestión de respeto (y de economía mental) lo suyo es escucharlo. Tomar nota de él. Y ya puestos, agradecerlo.

Tengan todo esto en cuenta antes de pedirme que me lea sus guiones, por favor. Y tengan también en cuenta que me leo una media de 250 guiones al año. Algunos profesionales, pero muchos otros de diletantes.

Me ha tocado recibir proyectos que consistían en una mera acumulación de denuncias policiales y sentencias del juzgado. El (ejem) "autor", tras sufrir una larga batalla judicial, tenía tan reblandecidas las neuronas que pensó que podía, simplemente, GRAPAR toda la documentación del caso, escribir en el primer folio "Tratamiento de largometraje" y hala, a vender un guión sin escribir una sola línea.

He leído proyectos que empezaban así: "SINOPSIS ARGUMENTAL: esta película romperá moldes. Nadie será capaz de seguir pensando igual después de visionarla".

Siendo jurado de un premio de proyectos, leí una "Memoria Explicativa" en la que el autor decía presentarse "por probar, aunque todo el mundo sabe que estos premios están dados".

He recibido guiones escritos a mano. Guiones con 20 faltas de ortografía por página. En uno de los proyectos, el curriculum del autor estaba encabezado así:



HISTORIAL PROFESIOANAL



Sic.

Comprenderán que, después de esto, cada vez que me encuentro con un diálogo infomativo, un giro injustificable, un personaje fútil... Me dan ganas de MATAR.

Piénsenlo antes de pedirme una opinión. Si me pillan de malas, podría enviársela por correo, envuelta en papel de estraza y emitiendo un inquietante tic-tac.



21/8/07

KEN LEVINE: NEXT?!

A nada que hayan leído este blog, sabrán que uno de los guionistas que más admiro es Ken Levine. Es también uno de los guionistas que más actualiza su blog: El Mundo Visto por un Guionista de Telecomedia.

Aquí va la traducción de uno de sus textos más recientes. Se admiten correcciones a la traducción. O insultos.

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"NEXT?!"

Texto original de Ken Levine.

17 agosto 2007

No es fácil asumir el rechazo. Especialmente cuando uno empieza. La filosofía de Barry Diller
(el Dalai Lama de los tiburones, en la foto), cuando un proyecto se le caía o se lo rechazaban, era responder automáticamente: “¡¿Siguiente?!”

Los escritores necesitan resistencia, autoconfianza, y terapia cinco días por semana (el rechazo en el baile de promoción sigue afectando). La buena noticia es que, si
tienes escrito un spec, sólo necesitas una persona que diga “sí”. (Lo sé, eso mismo podría decirse del baile de promoción. Supéralo de una vez.)

He guardado todas las cartas de rechazo que he recibido, y ¿sabéis qué?, unos cuantos escritores que alguna vez dijeron que mi trabajo apestaba, al cabo de los años han
acabado enviándome guiones en busca de trabajo. (No, no les he devuelto su propia carta de rechazo cambiando los nombres... Aunque me habría gustado.)

Seguid esforzándoos por mejorar, quizá encontréis algo constructivo en las cartas de rechazo (si son atentas y útiles), pero nunca dejéis que otro decida si valéis. Según dicen, Richard Wagner escribió una vez a un crítico que vapuleó uno de sus trabajos diciendo (y cito): “Estoy sentado en el váter. Tengo tu crítica delante. Dentro de un momento, la tendré detrás”.

He escrito guiones a riesgo que se han vendido y otros que no. Solía preguntarle a mi agente si le habían dado alguna razón para pasar. He oído explicaciones como: demasiado localista, no lo bastante localista. Demasiado ácido, demasiado blando. Demasiado familiar, demasiado extraño. Y todo eso
hablando del mismo guión. Mi rechazo favorito de todos los tiempos fue de un ejecutivo idiota que dijo esto de uno de mis guiones: “está tan bien escrito que casi me engaña para que me guste”.

¿Cómo reaccionas a eso aparte de reírte y enviarle una nota de felicitación por el éxito de From Justin to Kelly? Yo ya no pido explicaciones. Ni siquiera espero a ver las reacciones que suscita un proyecto antes de pasar al siguiente. No considero que ninguno de mis guiones haya sido rechazado, sólo que “aún no ha sido vendido”.

¡¿SIGUIENTE?!

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P.S. No se pierdan la review de Ken Levine sobre The Bourne Ultimatum.

15/8/07

EL TABLÓN DE ABCGUIONISTAS

... Me va a solucionar este post.

El primer anuncio ya está en el Twitter, pero como Twitter funciona cuando le da la gana, lo pego aquí:

El anuncio llama inmediatamente la atención a cualquier escritor serio, por la palabra GUINISTA. Lógico: el desconocimiento -o directamente desprecio- que rodea nuestra profesión es tan enorme, que mucha gente tienen dificultades incluso para nombrarnos. Y es que, según intentan teclear GUIONISTA, están pensando ¿para qué necesitamos a este tío? ¿Tan difícil es juntar palabras? La respuesta, paradójicamente, la dan ellos mismos, y ahí queda publicada.

Coñas aparte, hay que tener en cuenta que Digital TV es una división de Boomerang TV, productora responsable de series como Motivos Personales o Génesis. Así que ojito.

El siguiente anuncio es de los de andarse con muuuucho cuidado:

Me surgen automáticamente tres preguntas:

- ¿Por qué no mencionan el título de su primer corto?
- ¿No tienen tiempo para leerse guiones de menos de 15 minutos?
- ¿A quién cojones le importa si son dos socios o dos docenas?

Hay muchas más, claro. Escama la indefinición sobre el género que buscan, el inefable nick, y que se despida deseando "suerte". Realmente, el que se enrede con estos la va a necesitar.

Y terminamos con uno parco, pero razonable:

Hombre, lo de prime time me lo creeré cuando lo vea. Y la dirección de gmail no parece propio de una gran productora, precisamente.

Pero el anuncio no pide material literario, sólo curriculum. Y especifica cuál sería el siguiente paso: una prueba. Lógico. Y deja claro el género que se busca: sitcom. En resumen: no da toda la información que debería, pero la que da parece seria.

Ustedes verán lo que hacen.