26/8/07

HISTORIAS VERÍDICAS DE GUIONISTAS


A veces algunos lectores me piden que lea sus trabajos. Tienen un guión entre manos, y me escriben. No me conocen, no saben quién soy ni tienen datos de mi carrera como guionista. Pero aun así, me escriben.

"Me gustaría mucho conocer su opinión", me dicen.

Mi experiencia es la siguiente: salvo honrosas excepciones, cuando un amateur pide a un desconocido opinión sobre su obra, en realidad está buscando palabras de aliento. No quiere una opinión profesional. No quiere críticas, ni siquiera constructivas. Lo único que quiere es aprobación.

A la mayoría de ellos, mi opinión no les gustaría nada. En cuanto viesen que mi opinión no consiste en palmaditas en la espalda, empezarían con los "es que".

- El tercer acto flojea: no resuelve el conflicto principal, y no hay clímax.
- Es que lo que yo quería es...

La mayor parte de la gente adora tanto su criatura que no quiere oír nada que no sean halagos. "Mi hijo no es feo, es especial", parecen decir.

Podría contar con los dedos de una mano las personas que saben escuchar una crítica. Y mira que es fácil, sólo consiste en eso: ESCUCHAR. No en contestar, ni en convencer, ni en usar un montón de frases que empiezan con "es que". Sólo escuchar.

Si no gustan los consejos ajenos, basta con no seguirlos. Pero si uno ha PEDIDO el consejo, por una pura cuestión de respeto (y de economía mental) lo suyo es escucharlo. Tomar nota de él. Y ya puestos, agradecerlo.

Tengan todo esto en cuenta antes de pedirme que me lea sus guiones, por favor. Y tengan también en cuenta que me leo una media de 250 guiones al año. Algunos profesionales, pero muchos otros de diletantes.

Me ha tocado recibir proyectos que consistían en una mera acumulación de denuncias policiales y sentencias del juzgado. El (ejem) "autor", tras sufrir una larga batalla judicial, tenía tan reblandecidas las neuronas que pensó que podía, simplemente, GRAPAR toda la documentación del caso, escribir en el primer folio "Tratamiento de largometraje" y hala, a vender un guión sin escribir una sola línea.

He leído proyectos que empezaban así: "SINOPSIS ARGUMENTAL: esta película romperá moldes. Nadie será capaz de seguir pensando igual después de visionarla".

Siendo jurado de un premio de proyectos, leí una "Memoria Explicativa" en la que el autor decía presentarse "por probar, aunque todo el mundo sabe que estos premios están dados".

He recibido guiones escritos a mano. Guiones con 20 faltas de ortografía por página. En uno de los proyectos, el curriculum del autor estaba encabezado así:



HISTORIAL PROFESIOANAL



Sic.

Comprenderán que, después de esto, cada vez que me encuentro con un diálogo infomativo, un giro injustificable, un personaje fútil... Me dan ganas de MATAR.

Piénsenlo antes de pedirme una opinión. Si me pillan de malas, podría enviársela por correo, envuelta en papel de estraza y emitiendo un inquietante tic-tac.



21/8/07

KEN LEVINE: NEXT?!

A nada que hayan leído este blog, sabrán que uno de los guionistas que más admiro es Ken Levine. Es también uno de los guionistas que más actualiza su blog: El Mundo Visto por un Guionista de Telecomedia.

Aquí va la traducción de uno de sus textos más recientes. Se admiten correcciones a la traducción. O insultos.

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"NEXT?!"

Texto original de Ken Levine.

17 agosto 2007

No es fácil asumir el rechazo. Especialmente cuando uno empieza. La filosofía de Barry Diller
(el Dalai Lama de los tiburones, en la foto), cuando un proyecto se le caía o se lo rechazaban, era responder automáticamente: “¡¿Siguiente?!”

Los escritores necesitan resistencia, autoconfianza, y terapia cinco días por semana (el rechazo en el baile de promoción sigue afectando). La buena noticia es que, si
tienes escrito un spec, sólo necesitas una persona que diga “sí”. (Lo sé, eso mismo podría decirse del baile de promoción. Supéralo de una vez.)

He guardado todas las cartas de rechazo que he recibido, y ¿sabéis qué?, unos cuantos escritores que alguna vez dijeron que mi trabajo apestaba, al cabo de los años han
acabado enviándome guiones en busca de trabajo. (No, no les he devuelto su propia carta de rechazo cambiando los nombres... Aunque me habría gustado.)

Seguid esforzándoos por mejorar, quizá encontréis algo constructivo en las cartas de rechazo (si son atentas y útiles), pero nunca dejéis que otro decida si valéis. Según dicen, Richard Wagner escribió una vez a un crítico que vapuleó uno de sus trabajos diciendo (y cito): “Estoy sentado en el váter. Tengo tu crítica delante. Dentro de un momento, la tendré detrás”.

He escrito guiones a riesgo que se han vendido y otros que no. Solía preguntarle a mi agente si le habían dado alguna razón para pasar. He oído explicaciones como: demasiado localista, no lo bastante localista. Demasiado ácido, demasiado blando. Demasiado familiar, demasiado extraño. Y todo eso
hablando del mismo guión. Mi rechazo favorito de todos los tiempos fue de un ejecutivo idiota que dijo esto de uno de mis guiones: “está tan bien escrito que casi me engaña para que me guste”.

¿Cómo reaccionas a eso aparte de reírte y enviarle una nota de felicitación por el éxito de From Justin to Kelly? Yo ya no pido explicaciones. Ni siquiera espero a ver las reacciones que suscita un proyecto antes de pasar al siguiente. No considero que ninguno de mis guiones haya sido rechazado, sólo que “aún no ha sido vendido”.

¡¿SIGUIENTE?!

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P.S. No se pierdan la review de Ken Levine sobre The Bourne Ultimatum.

15/8/07

EL TABLÓN DE ABCGUIONISTAS

... Me va a solucionar este post.

El primer anuncio ya está en el Twitter, pero como Twitter funciona cuando le da la gana, lo pego aquí:

El anuncio llama inmediatamente la atención a cualquier escritor serio, por la palabra GUINISTA. Lógico: el desconocimiento -o directamente desprecio- que rodea nuestra profesión es tan enorme, que mucha gente tienen dificultades incluso para nombrarnos. Y es que, según intentan teclear GUIONISTA, están pensando ¿para qué necesitamos a este tío? ¿Tan difícil es juntar palabras? La respuesta, paradójicamente, la dan ellos mismos, y ahí queda publicada.

Coñas aparte, hay que tener en cuenta que Digital TV es una división de Boomerang TV, productora responsable de series como Motivos Personales o Génesis. Así que ojito.

El siguiente anuncio es de los de andarse con muuuucho cuidado:

Me surgen automáticamente tres preguntas:

- ¿Por qué no mencionan el título de su primer corto?
- ¿No tienen tiempo para leerse guiones de menos de 15 minutos?
- ¿A quién cojones le importa si son dos socios o dos docenas?

Hay muchas más, claro. Escama la indefinición sobre el género que buscan, el inefable nick, y que se despida deseando "suerte". Realmente, el que se enrede con estos la va a necesitar.

Y terminamos con uno parco, pero razonable:

Hombre, lo de prime time me lo creeré cuando lo vea. Y la dirección de gmail no parece propio de una gran productora, precisamente.

Pero el anuncio no pide material literario, sólo curriculum. Y especifica cuál sería el siguiente paso: una prueba. Lógico. Y deja claro el género que se busca: sitcom. En resumen: no da toda la información que debería, pero la que da parece seria.

Ustedes verán lo que hacen.

12/8/07

BIBLIOTECA / 12


Anderson, Bob.
ESTIRÁNDOSE.
RBA Integral.


EstirandosePag118

(Publicado originalmente el 9.8.2007)

NADIE SABE NADA

(Publicado originalmente el 3.8.2007)


Deliberábamos para conceder unos premios de guión. Yo era el único guionista en la sala. Había técnicos, críticos, novelistas y un jefe de compras de una cadena televisiva, bastante curtido en festivales de medio mundo y con una evidente experiencia, no sólo en el ámbito cinematográfico, sino también en el arte de la polémica. Ya había defendido con bastante habilidad sus guiones favoritos, y había rechazado bastantes de los ajenos. Algunos con buen gusto, otros con simple labia y arrogancia. El viejo truco de la cal y la arena.

Yo defendía un título que me parecía fundamental premiar. Una comedia agridulce, con una trama redonda, unos personajes controvertidos, reales y a la vez paradójicos, y con una temática social dolorosamente contemporánea, que sin embargo evitaba el panfleto y la lágrima fácil. Era redondo. Los otros miembros del jurado la apreciaban en proporción inversa a su edad. Sí: era una temática muy contemporánea, que los mayores de cuarenta años difícilmente sentían como propia. Pero el guión estaba tan bien construido, que no me costó convencer incluso a los más mayores de que los postulasen para un premio. Hasta que habló el jefe de compras.

-Es demasiado televisivo.

Alerta roja. Esa frase es uno de los tópicos más manidos para rechazar un guión sin decir eso que nadie tiene cojones de decir: “no me gusta”. Otras frases socorridas son: “hay que darle una vuelta”, “estaría bien si fuera un corto” o “no funciona”. Todas esas alocuciones coinciden en una cosa: es absolutamente imposible conseguir que el que las dice las apoye con ejemplos concretos y argumentos sólidos. Es precisamente la discusión lo que quiere evitar. Porque la gente que dice esas cosas no tiene –repitan conmigo- NI PUTA IDEA de guión. Por eso sentencian con tanta soltura: para que parezca que saben. ¿Qué coño se puede contestar a una frase lapidaria como “no funciona”? ¿Que funciona?

El caso es que yo realmente estaba convencido de que el guión era bueno y merecía un premio, así que decidí enfrentarme de una vez con el jefe de compras. Ya estaba cansado de tanta arrogancia.

-Define “televisivo”.

El tipo mareó la perdiz un rato, pero lo cierto es que no tenía manera de explicarlo. Al final, admitió cuál era la raíz del problema.

-Fíjate en su currículum: ¡no ha hecho más que series de televisión!

Acabáramos. El Gran Estigma, La Bestia Negra, la Némesis del Guionista de Cine: la pequeña pantalla. La caja tonta. La tele. Por increíble que parezca, sigue habiendo gente que considera una deshonra, y una irrefutable prueba de ineptitud, el haber escrito para la televisión. Lo paradójico es que, cuando se habla del pasado de un escritor, nunca se deja pasar la oportunidad –si la hay- de mencionar que desempeñó “los más diversos trabajos”: camarero, chófer, sexador de pollos, telefonista y fontanero. Todo eso se considera una enriquecedora experiencia vital que, sin duda, añade hondura a su voz narrativa. Ahora, si has trabajado en 20 y tantos, Ana y los 7 y El Súper eres un gilipollitas incapaz de escribir una película.

Que alguien me lo explique. ¿Por qué insisten ciertos profesionales en ver a la televisión como una especie de tercera regional? Quizá por miedo. Tendría su lógica, dado que la popularidad de las series nacionales es bastante superior a la de las películas. Pero aunque no fuera así, pensar que un guionista profesional de televisión no puede escribir cine es, lisa y llanamente, una gilipollez.

Y no lo digo yo: lo dice la historia reciente del cine español. Porque, si no me falla la memoria, uno que escribía en Al Salir de Clase hizo La Noche de los Girasoles.

Una que firmó capítulos de El Comisario y Manos a la Obra hizo A mi Madre le Gustan las Mujeres.

Uno que curraba en Turno de Oficio hizo Los Lunes al Sol.

Y una guionista de La Casa de los Líos ganó el Goya con el guión de La Buena Estrella, y ahora dirige la Academia de Cine.

Curiosamente, el silogismo sí funciona al revés. Cualquier coordinador de guión temblará si le colocan en el equipo a un guionista que sólo ha trabajado en cine: con esos tiempos dilatados, con esas revisiones eternas, con esa libertad inconcebible en el número, duración y localización de escenas. Puedo decir por experiencia que muchos “artistas” del cine no sobrevivirían ni quince días a la vertiginosa marcha de producción de una serie semanal. No digamos una diaria. Aún hay guionistas que recuerdan la penosa experiencia de trabajar a las órdenes de cierta “estrella” del guión cinematográfico, que fue contratada por su prestigio para coordinar cierta serie, y no había manera de diseñar más de dos escenas por día... Cuando la media eran veinte.

Muchos de esos “artistas” todavía no se han dado cuenta de algo: esto es una profesión. También es un arte, y una industria. Pero la figura del guionista profesional existe. Que algunos directores y productores no quieran verlo, entre otras cosas porque los profesionales insistimos en cobrar por nuestro trabajo, vaya y pase. Pero que supuestos “expertos” tomen esa profesionalidad por un defecto, en lugar de una virtud, eso clama al cielo.

Por cierto: el guión fue seleccionado. Por mis cojones, vamos.

MIG

(Publicado originalmente el 26.7.2007)


La semana pasada estuve en Córdoba, aprovechando que el sábado se celebraba el Mercado Itinerante de Guión: un puñado de elegidos tuvieron la oportunidad de presentar sus proyectos de guión ante una importante representación de productores. Estuvieron presentes Marta Artica (desarrollo de Lolafilms), Marisa Fernández (desarrollo de Mediapro), Jordi Gasull (vicepresidente de Columbia), y Guillem Vidal-Folch (producción de Sogecine), entre muchos otros.

Me consta que algunos de los guionistas que acudieron a realizar su pitching tenían la secreta esperanza de vender sus guiones allí. El mismo sábado, en Córdoba. Pensaban que, como Harvey Weinstein en Sundance, alguno de los productores presentes le acorralaría en la habitación de un lujoso hotel y le obligaría a firmar un contrato. Una perversa fantasía sexual. Llámame puta, estaban deseando decir.

Pajas aparte, en la mesa redonda del viernes por la tarde, los productores dejaron claro cómo está el percal: Lolafilms y Mediapro no aceptan guiones, y Sogecine sólo argumentos. Pero Guillem Vidal-Folch advierte que, en todos los años que lleva trabajando en Sogecine, no ha visto producirse ni una sola película procedente de un guión no solicitado. Lo mismo ocurre en Mediapro. En cuanto a Lola, sólo lo hizo una vez: el resultado fue Tuno Negro. Curiosamente, fue la película española más taquillera de su año, pero no por ello ha cuajado el ejemplo. Ojo al dato: tres de las mayores productoras del país sólo han producido UNA película sobre un guión no solicitado.

El dato es desolador, pero no afilen aún sus cuchillos. Todo tiene una explicación. Y si bien no hay una solución clara (nunca hay una equis marcando el lugar, que diría Indy), sí que hay algunas pistas para comprender el problema y enfrentarlo.

Hay que tener en cuenta varios factores: por un lado, la capacidad productiva de las empresas es muy reducida. La productora más grande y más prolífica no hace, en ningún caso, más de cinco películas al año. Y no todos los años. Por otro lado, es obvio que la calidad y/o viabilidad de esos guiones no solicitados es, en general, menor que la de guiones de profesionales. Pero hay un tercer factor: y es que nadie quiere dirigir de encargo.

Nadie.

A algunos de los representantes se les veía hasta cabreados con el asunto: habían leído todos esos guiones, la mayoría malísimos; habían encontrado alguno que merecía la pena; habían contactado con el autor y le habían contratado para desarrollar el guión, reescribir aquí y allá, dejar listo para producir; y entonces habían empezado a buscar director. Y nadie –NADIE- quería dirigirlo. Ni siquiera pudiendo reescribir las partes que no le gustasen. Ni siquiera con total libertad creativa. Prefiero dedicarme a mi proyecto, dicen los directores. Incluso cuando no tienen proyecto.

Tienen tan claro que son ellos quienes atraen el interés de las productoras, que se tiran el órdago de rechazar una buena oferta, con un buen guión, a cambio de convertirse en el auteur total, el que se lleva el 75% de la recaudación por derechos de autor.
La conclusión está clara, y nos lo decía hace poco Antonio Trashorras en el Manual de Supervivencia: un guionista necesita asociarse a un director para sobrevivir en el mercado. En España, el primer activo de una producción nunca es el guión, sino el director. De hecho, comentaban los productores en Córdoba, más de un guionista se ha metido a director por pura desesperación.

De manera que, antes de ponerse a imprimir, encuadernar y enviar copias de su guión por las productoras de este gran país, tengan bien en mente que hay una posibilidad contra mil de que lleguen a venderlo. Intenten antes atraer la atención de un director.

¿Significa esto que los que hayan acudido al MIG a presentar un proyecto sin director han perdido el tiempo y el dinero? No exactamente.

Por un lado, la situación podría cambiar. Es un hecho que hay crisis, y no parece que el cine de autor sea la solución. Quizá, de tanta escuela de cine, tanta serie de televisión y tanto concurso de cortos, poco a poco vaya saliendo una nueva generación de directores profesionales, con más talento que ego.

En segundo lugar, uno no sólo va a estos sitios a vender un proyecto, sino a venderse a sí mismo. Un buen pitching es una demostración de talento. Y los productores necesitan talento. Muchos de esos directores que quieren dedicarse a “su proyecto” necesitarán un guionista profesional que lo escriba, o co-escriba, de encargo. Así que nunca está de más aprovechar la oportunidad de demostrarle a cuatro de las mayores productoras de España lo bueno que es uno.

En tercer lugar, pero no menos importante, el patio de la Filmoteca de Córdoba fue un buen sitio para el networking. Algún que otro guionista que no había sido seleccionado para el pitching, fue lo bastante despierto como para ir de productor en productor presentándose, y comentando muy brevemente que tenía un proyecto que le gustaría someter a su consideración. Todos se mostraron abiertos e interesados. Sólo hace falta ser breve y educado.

Y no es una perogrullada.

Les sorprendería la cantidad de emails que reciben los jefes de desarrollo sin una mísera presentación. Sólo un texto del tipo "Aquí envío mi guión”, el documento adjunto... Y ya. Algo equivalente a colarte en el guardarropa de los Goya a dejar copias de tu guión en el bolsillo de los abrigos.

Tampoco escasean los que llaman a las productoras diciendo que tienen un guión de comedia, pero una comedia divertida, no como esas mierdas que estáis haciendo. O los que insisten en enviar guiones de ciencia-ficción a gente como Elías Querejeta, y o viceversa: guiones de realismo social a Filmax.

En la mesa redonda del viernes por la tarde, Marta Artica resumía de forma bastante clara lo que ella entendía que debía hacerse para acercarse a una productora: lo primero, informarse. Saber con qué tipo de productora se está hablando. Al escribir un email, hay que hacer una pequeña presentación del proyecto. Nada especial, sólo dos o tres párrafos contando quién escribe, qué ha hecho, y qué tipo de película envía. Y después, si se tiene algún corto producido, enviarlo también. Y sobre todo, no hacerse ilusiones a corto plazo. Marisa Fernández lo llamaba muy agudamente síndrome de Operación Triunfo: hay demasiado pseudo-guionista que pretende hacerse rico y famoso antes de llenar las mil primeras páginas.

En conclusión: una experiencia positiva, si se toma (en palabras de Antonio Trashorras) como una “inversión a medio-largo plazo en materia de relaciones profesionales”. Según Jordi Gasull, de Columbia, la experiencia fue muy buena, y repetiría: abcguionistas le había ahorrado un montón de trabajo al seleccionarle los mejores de entre doscientos guiones, y organizarle una presentación en un solo día. No hay garantías de que alguno de ellos se produzcan. Pero tampoco faltan precedentes esperanzadores.

Háganme caso para la próxima vez: si tienen un guión, vayan a presentarlo. Si no lo tienen, o no les seleccionan, apúntense como observadores. Aquí se cuecen cosas. A fuego lento, pero se cuecen.

Y los que vayan a presentar, o para aquellos que lo pasaron mal presentando, repasen y pongan en práctica Los Diez Mandamientos del Pitching.

LA BICHA

(Disclaimer: es la última vez que hablo de este tema en el blog)

Cuando pasan cosas como el secuestro de la última edición de El Jueves, reacciono con indignación, con ganas de montar un pollo. Luego, por lo general, se pasa el calentón, y uno mira las cosas con más calma, y puede llegar a comprender en parte las posturas opuestas a la propia.

Pero con el secuestro de El Jueves, la indignación no ha dejado paso a la comprensión, sino al repelús. Porque cuando se analiza el proceso psicológico que ha motivado el secuestro, se entra en contacto con los peores posos de la historia reciente de España. Se percibe un tufo a caverna, a encerradero, a sotana sudada, a café, copa y farias.

Intentemos olvidar todas las molestias particulares y subjetivas que la portada haya podido provocar, y centrémonos en el asunto judicial. El motivo por el que la Fiscalía actúa –de oficio, por cierto- son unas presuntas injurias a la Corona, contenidas en una caricatura de los príncipes de Asturias publicada en la portada de la revista. Ahora bien, la contemplación directa de la portada –insisto, dejando de lado simpatías o antipatías personales hacia la Casa Real- no permite apreciar dichas injurias.

Recordemos por un momento que no es ámbito de trabajo de la Fiscalía juzgar si El Jueves es o no una revista grosera, oportuna o educativa. La Fiscalía actúa cuando hay indicios de delito, no de incomodidad. Por lo tanto, el que El Jueves sea abiertamente crítico y burlón con la Corona, o que sea una publicación de mal gusto, o alegaciones similares, están fuera de lugar en esta discusión. La crítica, la burla y el mal gusto no son constitutivos de delito. La injuria lo sería. Pero repito: ¿dónde está la injuria?

Según el 208 del Código Penal, “es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.”

En primer lugar, no hay por ningún lado una mención explícita a la identidad de las personas dibujadas. No se dice por ningún lado que se trate de los príncipes de Asturias. No hay nombres. Coincidirán conmigo en que es muy complicado lesionar la dignidad de una persona sin siquiera nombrarla.

Aducirán los que apoyan el secuestro que, en realidad, cualquier observador avezado puede reconocer a los príncipes de Asturias en las figuras dibujadas.

Protesto, señoría: argumentativo.

El posible parecido entre una figura dibujada por un artista y un supuesto modelo real, especialmente cuando se trata de una caricatura, sólo se puede medir desde una óptica subjetiva, y por lo tanto desprovista de todo valor jurídico. Usted piensa que se parece, otro pensará que no se parece. Punto.

Pero en segundo lugar, y mucho más grave, sorprende el hecho de que, incluso aceptando que el dibujo de la portada represente a los príncipes de Asturias, es que no hay nada en ello constitutivo de injurias. ¿Dónde se menoscaba su fama, dónde se atenta contra su propia estimación? Yo no diría que la alusión satírica a que el Príncipe de Asturias no ha trabajado en su vida sea una injuria. Es, más bien, una crítica al hecho incontestable de que la condición hereditaria de su cargo le garantice la permanencia en el mismo, independientemente de sus méritos profesionales.

¿Es una crítica agresiva, burlesca, molesta quizá? La respuesta a esa pregunta es indiferente desde el punto de vista jurídico. Porque una interpretación burlesca, satírica, de un hecho constatado -el príncipe de Asturias seguirá siendo heredero de la Corona trabaje o no trabaje-, aun pudiendo ser molesta, aun pudiendo ofender a los simpatizantes de la Corona, no está tipificado como delito. No es una injuria.

No hay ninguna injuria a la Corona en esta portada... A no ser, claro, que analicemos la actitud de las figuras dibujadas. Su colocación.



Bienvenidos al repelús.

Porque si la Fiscalía considera injuriosa la insinuación de que Doña Letizia Ortiz es, de vez en cuando, penetrada por su marido Don Felipe de Borbón... Y si, tras la Fiscalía, el juez del Olmo, el Gobierno en pleno, y la inmensa mayoría de la prensa profesional están de acuerdo... Yo, oficialmente, tengo miedo de vivir en este país.

Cándido Conde-Pumpido, el juez del Olmo y muchos otros implicados en la medida son, lo queramos o no, hijos de otra España. Criados en una doctrina nacionalcatólica que consideraba la mayoría de las prácticas sexuales como un pecado. Se formaron en una sociedad que censuraba la búsqueda de placer. Fueron educados en una moral que condenaba la masturbación, el sexo oral, la homosexualidad. Puede que, públicamente, en su edad adulta, no comulguen con ese fanatismo. Pero en su juventud aprendieron bien la lección. Y de vez en cuando, algo le despiertan a la bicha que llevan dentro, y no son capaces de controlarla.

Me descorazona la certeza de que, si los príncipes de Asturias hubieran aparecido acostados en la cama, castamente tapados con las sábanas, mientras fuman el cigarrillo de después, no habría habido ningún problema. Con el mismo diálogo. Exacto. Algo me dice que se habría evitado el secuestro incluso si los hubieran dibujado copulando, pero en una posición más acorde con lo que la Iglesia, en su inmensa sabiduría sobre coitos, considera decente. Un misionero como Dios manda, que es la postura Normal que los matrimonios católicos Normales adoptan para el objetivo Normal del coito, que es ni más ni menos que la procreación.

Follar sí, pero sin posturitas. Esa parece ser la doctrina de la Fiscalía.

O sea, que ahora, en España, hay posturas decentes y posturas injuriosas. Y la Princesa de Asturias, en su condición de Alteza Real, jamás se pondría a cuatro patas. ¿Es eso lo que trata la Fiscalía? ¿Trata de convencernos de que una española decente folla mirando a la cara? ¿Trata de protegernos de turbadoras imágenes mentales de princesas mamando penes, o –Dios nos libre- recibiéndolos en sus reales anos? ¿O es a ellos mismos a quien tratan de protegerse?

En ese caso, les sugiero que vuelvan a retocar el Código Penal, para introducir artículos tan necesarios como: “Se considerará injuria a la Corona la representación pictórica de la Princesa de Asturias con la cara llena de semen”.

Muchos amigos escritores y periodistas están preocupados por lo que consideran un paso atrás en la libertad de prensa. Otros dicen que les han hecho un favor a El Jueves. Otros, sencillamente, se divierten con la ilustrativa anécdota sobre la incultura que demuestra del juez del Olmo reclamando ¡el molde! original del dibujo.

El molde, señor mío, lo rompieron cuando le hicieron a usted. Gracias a Dios.

A mí más que la libertad de prensa en España, me preocupan dos cosas:

La primera, que todo este escándalo se haya iniciado en un programa de televisión de España: Aquí hay Tomate. Recordemos: la Fiscalía ha actuado de oficio, no de parte. La Casa Real ha dicho que ellos no denunciaron nada. Pues ya lo saben, si presuponían ustedes que para asumir el cargo de Cándido Conde-Pumpido hacía falta un nivel cultural superior a la media, recuerden que nada de esto habría ocurrido si el señor Fiscal no estuviera viendo el Tomate después de comer, como el peluquero de Parla, el mecánico de tunning de Hospitalet y la esteticien de Dos Hermanas.

Y segunda, la bicha: cada vez veo a más españoles que se definen a sí mismos como izquierdistas, o al menos demócratas, pero en sus actitudes muestran un autoritarismo y un afán represivo que espeluzna. Es un síndrome que se extiende de forma preocupante. Sus víctimas son esos que tienen muchos amigos homosexuales, pero lo de permitirles criar hijos vamos a dejarlo, qué barbaridad. Esos que no tienen nada en contra de los inmigrantes, pero con las pateras algo había que hacer: levantar un muro, yo qué sé. Y son, claro, esos que se rasgan las vestiduras por la libertad de prensa, pero tampoco ven tan mal el secuestro de El Jueves, porque hay que ver qué mal gusto.

Todos esos llevan dentro la bicha, un alien introducido por la otra España, la de antes, la de la sotana sudada. Un alien programado para saltar ante determinados usos de la libertad. Sobre todo, aquellos que tienen gracia. Les reconocerán por su grito de guerra: no se puede confundir la libertad con el libertinaje. No lo duden, el que dice eso, lleva dentro la bicha. Es un facha en potencia.

Esa actitud, sobra decirlo, donde más se nota es en la clase política, que pretende arreglar el mundo por la sencilla vía de prohibir estropearlo. ¿Que los chavales se emborrachan? Lo prohibimos y les damos de hostias. ¿Que la gente corre mucho con el coche? Le amenazamos con más multas. Qué coño, con la cárcel. Ahora quieren prohibir programar el GPS mientras se conduce.

Qué falta de perspectiva. Con lo sencillo que sería prohibir hacer el imbécil.

La próxima entrega de la bicha podría ser prohibir el porno. ¿No prohíben los videojuegos porque fomentan la violencia? Pues usted me dirá, señor Fiscal, de dónde habrán sacado la inspiración los degenerados de El Jueves. Por mi parte, voy a empezar a reunir firmas para prohibir que las mujeres practiquen felaciones de rodillas. Es una postura humillante y anticonstitucional.

Ya saben: poniendo las barbas a remojar. Que nunca se sabe.



(Publicado originalmente el 24.7.2007)

NO LE PIDAS PERAS AL OLMO

Secuéstreme a mí también, jefe.

(Publicado originalmente el 21.7.2007)

QUE EMPIEZE LA FUNCIÓN

(Publicado originalmente el 15.7.2007)

Visto en el Tablón de Abcguionistas.

MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA GUIONISTAS / 12

Más tarde o más temprano, un guionista profesional acaba metido de jurado en algún concurso. Hace ya unos años que yo no participo en ninguno, pero un colega mío anda metido ahora en uno de esos embolados, y me dice que debería publicar algo sobre cómo sobrevivir a una deliberación. Lo intentaremos.

Ser jurado suele ser un coñazo, especialmente si se juzga algo en lo que eres experto. Porque el fallo del jurado depende en un 90% de la dinámica de grupo que se establezca en las deliberaciones. Y el que se erige como líder no es necesariamente el que más sabe del asunto. Y eso no es divertido. Porque si leerme cien guiones de principiantes ya me deprime hasta hacerme pensar en el suicidio, el ver cómo se premia a uno que no es el mejor me hace pensar más bien en el genocidio. Y que eso ocurra sólo por la labia y el don de gentes de una persona que no ha escrito un guión en su vida, me hace concebir ideas asesinas para las que ni siquiera se ha inventado un nombre todavía.

Pero uno va aprendiendo a manejar estos saraos. Todo es cuestión de diplomacia. Uno llega a las deliberaciones con ideas fijas, pensando “éste es el que tiene que ganar”. Pero, por pura estadística, tiene que prever que los otros miembros piensen de forma distinta. Y si es así, no hay que desanimarse. No creo estar exagerando si digo que el 75% de los guiones que se presentan a concursos son, lisa y llanamente, basura. De manera que, si se han presentado 100 concursantes, las discusiones no abarcarán más de 20 ó 25 títulos. Como mucho. Salvo que alguno de los miembros esté rematadamente loco, se parte de una base de consenso, sólo hay que discutir los flecos. No hay secretos para ganar, pero sí algunas claves para no empezar con mal pie.

Mi truco consiste en no encastillarme. En mostrarme ecuánime, abierto. Dispuesto a cambiar de idea si alguien argumenta de forma convincente. Pero a la vez quiero defender a mi ganador. ¿Qué hago? No descubrir todas mis cartas. En realidad, la técnica no es muy distinta de La Maniobra 36: hay que dar un poco de carnaza a las alimañas. Esto es: proponer un título que en realidad no me gusta, a sabiendas de que a ellos tampoco les va a gustar. ¿Para qué me sirve eso? Para escuchar sus argumentos, y para que se escuchen entre ellos.

Los que rebatan mi propuesta de manera más agresiva, perderán puntos ante los miembros más ponderados. Por mi parte, sólo tengo que invitarles a explicar, con argumentos, por qué no les gusta. Muchas veces no lo consiguen, y es otro miembro del jurado quien, con más calma, explica su rechazo. Pero incluso si uno de los agresivos consigue rebatir argumentalmente, cederé con deportividad y quedaré en una posición respetable, magnánima incluso. La próxima vez que proponga a un candidato, obtendré respeto: porque sé discutir y ceder. Y entonces será cuando propondré a mi candidato de verdad. Y, naturalmente, me habré preparado para explicar mi propuesta con argumentos.

Por lo demás, trato de hablar siempre en positivo. Cuando no es posible, intento empezar mis críticas con un “desde mi punto de vista” o un “tal como yo lo veo”. Es decir, trato de no pontificar, de no dar por hecho que mis argumentos son la palabra de Dios. Sólo son un opinión, humilde y respetable como cualquier otra. Y nunca entro al trapo de las provocaciones. Si alguien contesta a mis argumentos con un “ese guión es una mierda”, lo único que obtendrá de mí será una mirada de extrañeza.

La verdad es que, leyendo esto, parece que el mejor consejo que se puede dar sobre los jurados es evitarlos. Tampoco es eso. Son aburridos, deprimentes y están mal pagados -cuando se pagan-. Pero alguien tiene que cuidar de que los nuevos talentos tengan una recompensa por su esfuerzo, ¿no? Y lo cierto es que resulta tan gratificante entregar premios como recibirlos. Como dicen los yanquis: it's a shitty job, but someone's gotta do it.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL PITCHING

(Publicado originalmente el 9.7.2007)


Me alegra saber que muchos guionistas noveles leen este blog. Me enorgullece que mis consejos hayan ayudado a alguno a conseguir trabajo. Y me tranquiliza saber que proporciono a los aspirantes dosis equivalentes de esperanza y de pesimismo.

Los más bravos y arrojados de ellos ya se han inscrito al Mercado Itinerante de Guión, y dentro de nada tomarán la mochila y se irán a Córdoba a defender sus guiones con torería y valor, a base de pitchings.

Es gratificante saber que muchos volverán de allí con la sensación de que se han quitado la venda de los ojos. A todos ellos, les doy la enhorabuena, independientemente de los resultados que puedan tener. Lo más probable es que no vendan ustedes una escoba. Pero en cualquier caso, habrán dado el segundo paso más importante para convertirse en guionistas: creerse guionistas.

El primer paso, naturalmente, es siempre escribir guiones. El que da el segundo paso sin haber dado el primero, en lo único que se convierte es en un fatuo. Ese nunca irá a ningún sitio a defender nada. Se quedará agazapado en la sección de Comentarios, escupiendo su bilis bajo diversas identidades virtuales, a falta de una real que valga un pimiento.

Para todos aquellos que estén ahora mismo preparando sus pitchings, copio aquí Los Diez Mandamientos del Pitching, que William Goldman incluyó en su divertidísimo libro Nuevas Aventuras de un Guionista en Hollywood (Which Lie Did I Tell?), uno de los mejores títulos que van a encontrar sobre esta profesión. Les recomiendo sinceramente que se hagan con un ejemplar. Estos Diez Mandamientos son sólo una de las muchas joyas que encontrarán entre sus páginas.

Mucha suerte en Córdoba.

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LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL PITCHING
por William Goldman

1. Nunca olvide con quién está hablando. El productor le ve como un obstáculo que se interpone entre él y su comida o su partido de tenis. Pero, por otro lado, también sabe que usted podría ayudarle a impulsar su carrera. No quiere escucharlo, preferiría vivir en un mundo en el que no tuviera que escucharlo. Así que no lo aburra. La regla número uno es: Sea breve.

2. Breve significa esto: entrar y salir en cinco minutos. A no ser que el productor le pida que se quede.

3. Recuerde que no está contando la historia, está echando el anzuelo.
3a. Hágalo simple.
3b. No dé muchos detalles.
3c. Una o dos frases. Lo que le dice al productor es esto: “Éste es el planteamiento, buum.” Si le gusta el planteamiento, hay una verdadera posibilidad de que le guste la película.

4. Capte su interés. Usted quiere que piensen: “Sí, ya lo veo”.

5. La gente tiene cosas que hacer. (Es igual que la regla número uno, pero pensé que debía recordárselo.)

6. No presente más de una idea en cada encuentro.

7. Si puede, deje un resumen. A los productores les gusta. No quiera detallar el guión plano a plano, es sólo un par de páginas donde arranca con aquello con lo que quiere impactarlos y lo hincha un poco, lo adorna; si tiene pensada alguna escena fabulosa, inclúyala. (Igual que, si su final no vale gran cosa, no debe incluirlo.) Darles algo para leer sólo puede ser un punto a favor. Les ayuda a rellenar lo que les ha contado en el pitching. También demuestra que a usted le importa realmente la mierda que les está vendiendo.

8. No lo lea nunca. Algunos guionistas se sienten más cómodos leyendo, pero esta reunión trata de su futuro, no de su comodidad. Aprenda a contar su historia. Practique a solas o con amigos hasta que se sienta cómodo. A los productores les gusta que les miren a los ojos.

9. Presente la misma idea diez veces en un solo día. Obviamente, deje esa información para usted. No le diga al señor Fox: “Me encantaría seguir hablando con usted, pero tengo cita con el señor Time Warner.”
9a. Sea consciente de las ventajas del multipitching. Es bueno exponer su idea en público. Sobre todo si es usted nuevo, porque así conseguirá que más gente sepa que usted existe.
9b. Sea consciente de los riesgos del multipitching. No es buena idea si pretende establecer una relación con determinada productora. En el mundo del cine no hay secretos. Todo el mundo conoce a alguien. Tenga en cuenta que su jornada de multipitching será del dominio público. Nunca diga a nadie que le está ofreciendo una exclusiva si no es verdad. Su palabra tiene un cierto valor, aunque la de ellos no lo tenga.

10. Nunca olvide que, incluso si logra convencerlos, la mayoría de los productores planea despedirlo en cuanto les entregue el primer borrador.

CINE MEDIOCRE, ENCUESTAS DE MIERDA / II

(Publicado originalmente el 30.6.2007)

No me extrañaría que uno de estos días, Sigma Dos publicase La Encuesta Definitiva. En ella, nos enteraríamos de que los problemas que más preocupan a los españoles son:

a) La Unidad de España
b) Lo Mal que está Todo
c) El Repugnante y Odioso Cine Español

Digo esto porque, al hilo del post anterior, han surgido los inevitables comentarios encendidos. Nunca me explicaré de dónde surge esa rabia tan caracterísitica de los detractores del cine español. No es que no les guste, no, es que les saca de quicio.

Dice Metabarón:

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De acuerdo. Cine malo...

Sí. Hay muucho cine malo. Y los norteamericanos lo hacen A PALADAS. Docenas. Cientos de malas películas.
Estoy completamente de acuerdo.

Pero acabar hablando de calidad es el truco de siempre. La calidad ni le va ni le viene a los propietarios de un multiplex ni a gran parte de los espectadores.

No. Estamos hablando de GANCHO COMERCIAL. Y eso sí que falta en España. Para ese gancho necesitamos presupuestos elevados, imponentes imágenes que sean carne de tráiler, promoción, actores famosos (no, no vale esforzados intérpretes en castellano surgidos de teleseries patrias. Se necesitan estrellas), historias con rebuscados ganchos jamás vistos y ADAPTACIONES (qué pocas se hacen en España, por cierto) de materiales que ya han demostrado tener un espacio en el mercado del ocio.

Es decir: esto es una pelea entre cosas como "Noche en el museo" versus "Pudor".

Y el público (oh, sorpresa) no quiere ver filmes que reflejan su realidad cotidiana (sí, esa que tanto odia) y prefiere la fantasía y el entretenimiento sin contenido.

¿Tenemos el poder en España de cambiar los gustos del público?

Me parece que no.

Y además (aunque no venga al caso): estoy harto de esa actitud tan de cine español de "el público está equivocado" o " es que no quieren más que mierda ruidosa".

¡PUES DIRIJAMOS Y ESCRIBAMOS MIERDA RUIDOSA!

Cuando guionistas y cineastas logren hacer taquillazos, todo irá rodado. Piensen en Fresnadillo: ahora tiene un taquillazo. Ya se habla de él POR TODO EL MUNDO. ¿Y su siguiente proyecto? Pues tendrá un presupuesto decente y será bien promocinado.

Esa es la cosa: hacer blockbusters para luego ser atrevidos y hacer cine minoritario, utilizando la fama adquirida.

Eso es todo lo que tengo de decir.

(PD: Sorry por tan largo texto).

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Me ha parecido más interesante para el debate subir este comentario a la palestra, porque para mí contiene -lo digo con todo el respeto, Metabarón- cuatro falacias típicas en las que caen los detractores del cine español:

La primera, considerar al público como un bloque compacto, homogéneo, cuyos gustos son bien conocidos y fáciles de satisfacer si tuviéramos la humildad necesaria. ¿Dónde está ese buzón de sugerencias en el que "el público" depositó su solicitud de "mierda ruidosa"?

La segunda, considerar al cine español como un bloque compacto, homogéneo, con una responsabilidad de servicio público. Un bloque que debería moverse de forma orquestada en pos de un objetivo común. Mire, esto tiene gran parte de industria, pero no olvide que también es un arte y que, bueno, estamos en un país libre. Cada uno hace las películas que le da la real gana.

La tercera, pensar que para una película española hacer un taquillazo es tan fácil como para los grandes productos de multinacionales que controlan la distribución e incluso la exhibición.

Y la cuarta, olvidarse de los taquillazos del cine español. ¿Para usted Pudor es el epítome del cine español? ¿Y por qué no Volver, Alatriste o El Laberinto del Fauno?

O, sin ir tan lejos, otros títulos de la misma productora de pudor, como 7 Vírgenes o AzulOscuroCasiNegro, distribuidas internacionalmente y que, "reflejando la realidad cotidiana", han conseguido jugosos beneficios comerciales.

Estoy convencido de que sus críticas, Metabarón, las hace desde la legítima perspectiva de quien querría tener la oportunidad de corregir los errores.

Sólo digo que no todos los resultados son malos; no todos los malos resultados son fruto de errores; y no todos los errores son tan fáciles de prever. Gracias por sus comentarios.

P.S. En el estupendo blog Malaprensa se hacen eco, con mucho más rigor, del escándalo de la encuesta.

CINE MEDIOCRE, ENCUESTAS DE MIERDA

(Publicado originalmente el 29.6.2007)

Atención pregunta: "En su opinión, ¿cuál es el nivel de satisfacción con relación al cine español?". Ojo a las respuestas posibles. Bueno, el diseñador de la encuesta sólo ofrece tres posibilidades: alto, medio y bajo. (...)
"Alto, es un cine muy bueno" (38,5%) (...)
"Bajo, no tiene interés para mí" (11%) (...)
"Medio, me resulta un cine mediocre en comparación con otros". En los titulares que aparecieron de inmediato en los despachos de agencia se aseguraba que el 58% de los ciudadanos calificaba de "mediocre" el cine español. Habría que precisar que el calificativo no lo ponía el benemérito pueblo español, sino el encuestador en su pregunta, pero quién va a ser tan miserable de entrar en sutilezas cuando el fin perseguido es de tal nobleza.


El extracto es del blog CinExín, de Pedro José Vallín, al que llegué desde un mensaje de Ignatius, en el foro de abcguionistas.

Vallín nos revela que, en la presentación de las conclusiones del estudio, sus autores se negaron a proporcionar a la prensa los resultados completos de la encuesta. Que no los llevaban encima, decían.

Ante la insistencia de algunos profesionales del periodismo (que todavía quedan, y saben hacer algo más que Control+C, Control+V), los dos tuercebotas que firman la encuesta accedieron a enviar el estudio completo. Y lo hicieron... A las nueve de la noche. Para esa hora, todos los copypasteadores de España ya habían reproducido esa MENTIRA del 58%.

Los nombres de los gañanes son: Emilio Carlos García, Catedrático de Cine de la Universidad Complutense de Madrid, y Jesús Timoteo Álvarez, Catedrático de Periodismo de la misma Universidad. Hace aproximadamente mil años, tuve el honor de estar matriculado en esa misma Facultad de Ciencias de la Información desde la que estos dos mindundis expelen sus heces. Y tuve un honor mayor aún: abandonarla sin terminar la carrera. Cada día que pasa, me siento más satisfecho de aquella decisión.

Como hay mucho ingenuo que aún cree en eso de que "hablando se entiende la gente", he pensado que les interesaría disponer de los datos de contacto de estos vendedores de humo, para que les expliquen más en profundidad sus cuentos chinos:

Emilio Carlos García Fernández, según el portal galegos.info, atiende en el número 913651016. Lo confirman las Páginas Blancas de Telefónica, que localizan ese número en el Paseo de los Olmos, 9 (28005, Madrid). En cualquier caso, también deberían encontrarlo en el Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad I de la Facultad de CC. de la Información, donde ejerce de Director del departamento, cuando no se lo impiden sus tareas de secreción de basura. Su teléfono allí es 913942139.

Jesús Timoteo Álvarez pertenece al mismo departamento, y debería estar localizable en ese último número, siempre y cuando no se esté arrastrando por el despacho de algún alto cargo del PP para lamerle los zapatos. En esos momentos, supongo que no está para nadie. No he encontrado sus datos de contacto en las Páginas Blancas, pero he localizado un bonito texto suyo, Elogio de la Basura, donde podrán encontrar perlas como esta:


"Creo que la gente conoce el sistema, sabe que los políticos engañan siempre y que hacen todo lo posible por manipular pero aceptan el juego: están encantados con ser engañados."

El señor Álvarez carece por completo de vergüenza, pero no se le puede negar una cosa: voluntad de servir al pueblo. Me recuerda al profesor Castro, el de Tesis, diciendo aquello de que la fórmula del éxito es dar al público lo que pide. Supongo que el público siempre podrá esperar del señor Álvarez otra encantadora ración de ponzoña.

Mientras tanto, los mediocres cineastas españoles seguirán creando empleo; haciendo taquillazos; ganando premios por todo el mundo; y cabreando a todos los españoles de bien, en lugar de hacer lo que tenían que hacer: servir a la Unidad de la Patria y pedir perdón por haber nacido.

Haciendo click en el enlace, podrán descargar el PDF que la prensa tanto sufrió para conseguir. Vean, vean:
ENCUESTA CINE ESPAÑOL.

BIBLIOTECA / 11

(Publicado originalmente el 29.6.2007)



Aristóteles.
POÉTICA.
Icaria Editorial.



MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA GUIONISTAS / 11

(Publicado originalmente el 20.6.2007)


Muchos lectores me escriben preguntándome cómo se consigue hacer una prueba para entrar de guionista en una productora. Otros muchos quieren saber cómo puede un guionista novel empezar a mover su guión. Como he dicho en alguna ocasión, siempre contesto.

Pero como los mensajes siguen llegando, y yo soy un vago redomado, he decidido que sea un compañero quien responda a esas preguntas. Antonio Trashorras, guionista, productor y amiguete, mordió el anzuelo y accedió a compartir con los lectores de Pianista en un Burdel toda su sabiduría... Y parte de su mala leche.

Puede que Trashi no sea precisamente El Risitas, y tal vez consiga desanimar a más de uno, pero los más valientes encontrarán esta entrevista de mucha utilidad. Y algunos de ustedes descubrirán que desaconseja severamente ciertos consejos que yo les he dado por email. Háganle caso a él.

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PIANISTA.- Copypasteando de un lector: "¿Qué medios de aproximación a una productora hay en estos temas del guión? De cara sobre todo a que te hagan una prueba. ¿Se llama y se pregunta? ¿Se envía muestras de trabajo?"

ANTONIO TRASHORRAS: A ver, en primer lugar, entiendo que con lo de la "prueba" se refiere a posibles trabajos en series, ¿no? O sea, que necesiten guionistas para alguna serie y hagan pruebas a gente que no conocen, ¿es eso?

P: Doy por hecho que es así.

AT: Supongo que hay que establecer primero el nivel profesional objetivo que cada guionista tiene. O sea, si eres un absoluto principiante, sin crédito alguno... Pues... Ejem... ¿Cómo demonios vas a convencer a un productor para que te haga un prueba de guión? Porque esas pruebas, de hecho, se hacen a guionistas de cierto nivel. No hay tantos guionistas profesionales en este mundillo que consigan trabajo sin que antes los empleadores sepan su nivel objetivo, sin que comprueben si son el tipo de guionistas que buscan. Hay mucho guionista por ahí moviéndose ya con ciertos créditos en su curriculum, y que aun así llegan a una productora y les piden una prueba. De modo que si eres un ABSOLUTO NOVATO... Lo tienes jodido. Quedan posibilidades laterales y más o menos frikis para meter la cabeza en alguna serie:

1) La vía personal, sea enchufe o conocimiento previo de alguien o similar. Por ejemplo, yo conozco a algún joven sin crédito alguno de quien me he leído cosas que no están mal. En un momento dado, puedo recomendar a alguien que apueste por ellos. Me refiero a productores que se fían de mí, si yo les aseguro que ese guionista NOVEL puede funcionar.

Ahí se añaden enchufes, claro. Enchufes de esos que no molan nada, tipo el sobrino del productor, y tal. Gente "muy ingeniosa" que no tiene créditos, pero que alguien confía en ellos porque viene recomendado.

Luego está el punto 2), que me parece kamikaze: eso de escribirte tú solo en casita un guión de la serie en la que aspiras a entrar. Eso lo hacen mucho los americanos, pero aquí es una rareza.

P: Un spec, vaya.

AT: Un spec, por ejemplo, de Los Serrano.

P: Yo eso lo desaconsejo sistemáticamente. No sólo porque es casi imposible venderlo, sino porque lo más seguro es que te tomen por un LOCO con demasiado tiempo libre.

AT: A ver, no es una cuestión de venderlo, sino de demostrar que sabes escribir. Es que, verás, si tú eres productor o coordinador de guión de una serie -una que ya lleve algunas temporadas- y de pronto recibes un capítulo spec y ves que lo ha escrito alguien de... No sé, 25 años... Te puede entrar la curiosidad de empezar a leerlo. No lo veo tan descabellado. En las primeras páginas puedes comprobar si escribe aceptablemente, si le ha pillado el punto a los personajes, etc. Tampoco inviertes mucho tiempo. Apenas diez o doce páginas pueden bastar. Si es una basura, lo tiras.

P: Pero ¿es realista pensar que eso te puede dar trabajo? Quiero decir: si el equipo está cerrado...

AT: Hablo si el equipo NO ESTÁ CERRADO. Los típicos momentos de transición entre temporadas. Y, claro, pensando en guionistas junior o así, como los llaman en Globo. En plan “completar plantilla con jóvenes con ganas”.

P: De todas formas, hay una condición para que esa técnica funcione. Y es una condición difícil: hacer llegar el spec a LA PERSONA INDICADA, sin intermediarios.

AT: La persona indicada tampoco tiene tanto misterio. Sólo pueden ser dos o tres:

- COORDINADOR DE GUIÓN
- PRODUCTOR EJECUTIVO
- DIRECTOR

Lo más probable es que el único que se lo lea sea el coordinador, ya que su trabajo implica leer un huevo.

P: Resumiendo, la opción 2) sería: "si eres lo bastante kamikaze, escribe un spec y envíalo por correo al nombre que, en los créditos de la serie, aparece bajo el lema Coordinador de guión". En cuanto a la opción 1), me hace preguntarme dos cosas: Esos guionistas noveles en los que confías, ¿cómo entraron en contacto contigo?

AT: Mmmmh... Normalmente los guionistas te hacen llegar a otros guionistas. No sé cómo.. Pero es una cadena... Hay mucho amigo de guionistas amigos de guionistas, etc., etc.

P: Entiendo que no te refieres a enchufados, sino que sencillamente recomiendas a los noveles que se esfuercen en conocer gente y darse a conocer como aspirantes a guionistas.

AT: Eso es. Ahora bien, en mi caso también influye que tengo una cierta... Exposición pública. O sea, como escribo en revistas y periódicos desde muy joven; y el puto blog; y voy por festivales y demás, pues (no sé muy bien cómo) hay muchos que se me acercan y ya saben bastante de mí.

También doy clases y hay alumnos que dan el paso posterior a las clases de querer que leas cosas suyas personales, lo cual es temible y un marronazo. Pero a veces, muy de vez en cuando, te topas con alguien que no es un absoluto INEPTO. MUY DE VEZ EN CUANDO. Y en tales casos... Me resulta un auténtico PLACER ayudarlo, si puedo.

P: Conozco la sensación (de eso va todo esto).

AT: Creo que lo mejor de este gremio es que de verdad disfrutamos AYUDANDO. Hay sinceridad cuando recomiendas a un guionista joven en el que confías. Te estimula mucho encontrar talentos. El siguiente paso es que haya gente en la industria que confíe en tu criterio.

P: Antes has dicho que si eres un absoluto novato, lo tienes jodido. ¿Qué vías ves más productivas para conseguir un primer crédito cuando eres un pimpollo?

AT: Jo... A ver, lo primero sería... ESCRIBIR DE PUTA MADRE, ¿no? Yo tiendo a ser un desanimador, no me ando con gilipolleces ilusionadoras y tal.

P: Sí, claro: LAS MIL PRIMERAS PÁGINAS.

AT: No sólo las mil páginas. Hay guionistas que llevan 100.000 páginas y siguen siendo malos de solemnidad. Es decir, aparte del puro oficio, que se adquiere como lo adquiere un fontanero. El talento tampoco abunda, ¿eh? Y el talento lo percibes en los pequeños detalles, en los destellos. Brillos que te dejan muerto a veces. Alguien va y te cuenta una idea de peli, y flipas. O alguien enfoca una escena de una forma marciana, y ves que ahí delante tienes una cabeza que no es como las demás. El oficio ya lo adquirirán. El oficio lo aprende cualquier mediocre. No es para tanto esto de los putos guiones: requiere orden mental; pensamiento lógico; mucho causa-efecto; algo de oído para los diálogos... En fin, cosas que tampoco son extraordinarias. Pero el brillo es otra cosa.

P: Vale, pero volvamos al CV. Los cortos, por ejemplo. ¿Son una buena carta de presentación? ¿Puede servir de algo que un guionista novel tenga "un buen corto" escrito y/o dirigido?

AT: A ver, primero... CASI NINGÚN CORTO ES BUENO, ¿vale? Casi ninguno. Pero dejando a un lado eso: si tú escribes un corto y lo diriges pueden pasar dos cosas: que como director seas inútil, o que como director seas un monstruo. Si el corto queda de miedo y lo has dirigido tú, entonces NO ERES UN GUIONISTA, eres un puto auteur, eso que todo el mundo anhela ser. Eres el tío que las productoras querrán, pero como director/autor, no como guionista. Es decir, ese caso se sale de nuestras charla. En el otro caso, es decir, si eres un director de mierda y jodes el corto, pues la verdad es que NADIE APRECIA UN BUEN GUIÓN MAL DIRIGIDO. Es una pena, pero así es. Si tu guión es cojonudo, pero da con un director de mierda (otro o tú mismo), casi nadie apreciará el buen trabajo de escritura. O sea que estás en manos de esos queridos seres llamados directores. Entonces... Retomando... ¿La pregunta era...?

P: ¿Cuál sería el primer paso para conseguir créditos, para no ser totalmente novel?

AT: Intentaré desglosar una serie de etapas. Posibilidades, punto por punto.

1) Si te apuntas a cursos, y en esos cursos los profesores son guionistas de cierto nivel, te puedes aproximar a ellos. Si lo que escribes está bien, es muy probable que haya profesores dispuestos a ayudarte. Lo digo con conocimiento de causa. Yo he ayudado así a algunos guionistas, y muchos otros que conozco también han ayudado así a noveles. Entre nosotros solemos pasarnos información: "oye, conozco a un chico que escribe muy bien"... "Oye, ¿sabes de algún joven que pudiera entrar en esta serie?"... Creo que esto es un primer paso muy interesante para los jóvenes, llegar a otros guionistas mayores mediante cursos o talleres.

2) Subvenciones. Si no tienes créditos, pero has obtenido alguna subvención, pues al menos garantizas que tienes cierto nivel. Aunque la peli no se haya hecho, es una cierta garantía. En las subvenciones hay jurados de la industria, y estamos en lo mismo: puedes llamar la atención de alguien. Pasan los años y a veces conoces a gente que recuerda guiones que leyeron en convocatorias de subvenciones, e incluso pueden acordarse del nombre, ¿no estás de acuerdo?

P: Sí, y por supuesto, en un CV pinta muy bien "gané una ayuda del ICAA" o "quedé finalista en el Pilar Miró". Por otro lado, cuando he estado de jurado en algún premio, los amiguetes productores suelen decirme eso de "ya me avisarás si ves algo realmente bueno".

AT: Todo es ir dando pasitos pequeños. Pensemos que estamos en el mundo real, donde cuesta mucho salir adelante.

P: "No hay una X marcando el lugar".

AT: Pasito a pasito...
3) En cuanto a largometrajes, no descartemos el enviar "specs" a las productoras. De acuerdo, es casi una vía imposible. Pero, oye, lo único que te gastas es el dinero de las fotocopias. Hay que informarse, eso sí, previamente. Lo ideal sería tener un cierto conocimiento previo del momento concreto que vive cada productora en el mercado. No hay demasiadas productoras en España: cualquiera, por muy novel que sea, puede sacar una lista de las principales, siendo medianamente espabilado, sin que nadie le diga de dónde sacar el listado, ¿ok? Luego, efectivamente, si tienes información de la industria, mejor, pero sino... pues basta con ponerte a llamar y preguntar. Desde luego que te van a decir claramente si están recibiendo y leyendo proyectos, o sea que por esa vía te puedes evitar enviar tu guión a sitios donde ni se lo van a mirar. Es obvio que hay que informarse por los "jefes de desarrollo", y si es posible al menos hablar brevemente con ellos por teléfono.

P: ¿Y no te parece más productivo el pitching con los jefes de desarrollo en persona?

AT: Entiendo que te refieres a que, aún teniendo el guión escrito. si lo cuentas en pocas frases y no interesa, te ahorras el enviarlo, ¿es eso? No te refieres a no tenerlo escrito e ir por ahí haciendo el pitch, esperando que te encarguen la escritura.

P: No, no: hay que ser ALGUIEN para lograr un encargo de una simple conversación. Yo hablo de un pitch sobre guión escrito.

AT: Mmmmh... Pero no siendo NOVEL TOTAL. Me da la impresión que los pitchs funcionan si das unas ciertas garantías de base.

P: ¿Hace falta dar garantías para ser escuchado 5 MINUTOS? ¿El ser capaz de presentarse y dar la cara no es suficiente garantía?

AT: Piensa esto: ¿cuántos frikis, críos y trastornados que se creen guionistas no querrían sentarse 5 minutos con el tío de la productora que hace las pelis de Amenábar? ¿Cientos? Y recibir a la gente, colocarla en la agenda, etc., ES UN TRABAJO. Tú estás leyendo un guión, y si no te gusta lo tiras a la papelera. Pero un visita no la puedes tirar a la papelera. Tratar con personas desgasta.

Esto no es una ciencia, desde luego... Pero no veo demasiado "justificado" que un jefe de desarrollo de una productora reciba a alguien novel que por teléfono parece "sensato" a escuchar su idea, que insiste en que es buenísima. No te parece un poco... ¿Inconsistente? Hay gente que se vende muy bien, y son muy convincentes, y luego escriben como el culo, o tienen cero talento. De todas formas... Si alguien profesional te vende esa burra por teléfono, pues le recibes.

P: No es recomendable, por tanto, intentar colar un pitching si no tienes un mínimo CV profesional. Para que te reciban hay que haber firmado algo presentable.

AT: A ver, no sólo no me parece recomendable... Sino que incluso me parece INJUSTIFICABLE. Perdona que sea así de duro, pero me parece importante que los guionistas noveles se conciencien de su posición, que no se hagan pajas mentales ni se les llene la cabeza de pájaros. Puede que alguno de verdad sea un genio, puede que tengan una idea maravillosa, y un guión en un cajón que te cagas la perra. Pero si llamas y, por muy sensato que te muestres, no te reciben, no tienes porqué ofenderte, ni pensar que en las productoras son unos altivos porque no te conceden los minutos para un pitch. Es que sencillamente esa vía no resulta operativa para guionistas noveles, es una cuestión de puro funcionamiento laboral de las empresas, ¿me explico? Es como... No sé... La forma en que se patentan los inventos... O el mercado del arte... Ya me entiendes: cada sector tiene su funcionamiento. Si eres novel y tu idea es cojonuda y tu guión buenísimo... Pues siguiendo los cauces normales creo que casi seguro será detectado: un profesor de guión alucinará contigo y te recomendará, o un jurado quizá te premie... Tu obra, aunque primeriza, te hará llegar a esos sitios donde la gente querrá saber de ti.

P: Resumiendo, los “cauces normales” para un guionista novel que quiera mover un guión serían:

- Enseñarlo a los colegas
- Presentarlo a concursos o subvenciones
- Intentar que un profesor o conocido profesional lo lea
- Intentar que una productora lo lea, haciendo una selección previa de productoras y confirmando que reciben guiones

AT: Eso es. Y ojo, que los informes de las productoras a veces también sirven. A veces pueden recomendar mucho a alguien. Un informe superbueno de un analista sirve. Pero, muy importante, PACIENCIA. Sin ansiedad.