7/9/07

LA MATERIA DE LA QUE ESTÁN HECHOS LOS GUIONES

TINTA (Según la R.A.E.): Líquido coloreado que se emplea para escribir o dibujar, mediante un instrumento apropiado.

PAPEL (según Wikipedia): lámina delgada de fibras aglutinadas mediante enlaces por puente de hidrógeno.

Tinta sobre papel. Esas son las sustancias básicas que necesita una persona para escribir un guión. También se puede hacer en un ordenador provisto de un procesador de texto, aunque en una producción audiovisual, más tarde o más temprano, el guión acaba imprimiéndose a base de tinta y papel, como toda la vida.

Nunca, JAMÁS, verán un guión hecho de celuloide, ni grabado en cinta de vídeo, ni emitido por ondas hertzianas, ni vía satélite, ni por cable.

Esta loca disertación es necesaria para entender una cosa curiosa que pasa con los guiones: mucha gente sabe lo que son, todo el mundo conoce los materiales con los que se fabrican, pero casi nadie ha visto ninguno. No sólo los profanos, también mucha gente relacionada de alguna u otra manera con el audiovisual, vive y muere sin poner la vista encima de un guión.

Y el caso más curioso es el de los críticos. Ellos, al igual que otras razas inferiores, como los autodenominados cinéfilos, son capaces de emitir juicios sobre la extensión, profundidad, calidad y otras características de un guión sin haberlo visto nunca. Ni en tinta sobre papel, ni en la pantalla de un ordenador.

El proceso es más o menos el siguiente: el sujeto en cuestión (llámese crítico, cinéfilo o cualquier otra palabra esdrújula, como por ejemplo estúpido) ve una película o un capítulo de una serie de televisión. Le parece poco apreciable, y pone en marcha una de esas capacidades musculares y cerebrales que hacen única a la especie humana. Es decir, habla o escribe algo como: “el mayor lastre de la película es su previsible guión."

Decir algo así es tan aventurado como ver un cadáver junto a una botella vacía y certificar una muerte por intoxicación etílica. En personas sin una formación específica, es una tontería sin mayor importancia. Pero si lo dice un forense, la cosa tendría bemoles. Porque a él le pagan por certificar esas cosas.

Ayer, 5 de septiembre, en su blog ESPOILER, Hernán Casciari ejerció de forense, y dijo que el guión de QUART era “malo con ganas”.

Aprecio mucho a Hernán, y me molestó un comentario tan a la ligera. Porque estaba seguro de que no había leído el guión de Quart, y sobre todo porque Hernán es un escritor excelente (entre otras cosas, de guiones), y considero que ESPOILER está muy por encima del género “qué mala la serie que pusieron anoche”. Para expeler críticas destructivas y descontextualizadas ya hay un trillón de blogs escritos por fracasados sin talento. Hernán Casciari está muy por encima de eso. De hecho, está muy por encima de la mayor parte de los bloggers del mundo.

Y ha dado pruebas de ello. Le puse un comentario preguntando si había leído el guión, e inmediatamente contestó con una caballerosidad que agradezco y aplaudo:

Es verdad, Pianista, debí haber dicho "lo que han hecho con el guión". Y así ha quedado ahora el texto.

Ojalá todo el mundo fuese tan sabio como para rectificar así. Porque aunque es de sentido común, casi nadie aplica la sencilla norma: no hables de lo que no sabes. Naturalmente, lo de Hernán fue poco más que una errata fruto de la premura, o de un despiste. Porque Hernán Casciari sabe bastante de tinta, papel y procesadores de texto. Bastante más que yo, de hecho.

Pero hay mucha, muchísima otra gente cobrando por escribir banalidades sobre cine y televisión que dice barbaridades sobre el trabajo del guionista sin siquiera conocer en qué consiste. Todos estos indocumentados deberían pararse a pensar una cosa muy sencilla: no se puede saber si un guión es bueno sin haberlo leído.

Porque un guión es una obra literaria destinada a su transformación en obra cinematográfica. Y en ese proceso de transformación, la obra original puede cambiar hasta convertirse no ya en algo muy diferente, sino abiertamente en lo contrario de lo que era.

Y no hace falta ser un profesional para comprenderlo: he escrito situaciones cómicas en las que el humor se basaba por completo en que un personaje estaba de espaldas a otro, lo que propiciaba un equívoco. En las acotaciones del guión, escribí en mayúsculas, en negrita y subrayado que FULANITO ESTÁ DE ESPALDAS A MENGANITO. ¿Qué creen que pasó cuando rodaron la escena?

Exacto: los actores estaban cara a cara. Y nada tenía sentido. Y sí: hubo quien dijo “esto no tiene gracia. Vaya mierda de guión.”

Un compañero escribió un guión en que un personaje asesinaba al hermano de otro desde una POSICIÓN OCULTA. Todo el drama se sustentaba en que la viuda acababa enrollada con el asesino, pero sin saber que era el asesino. La culpa y la sospecha eran los grandes motores del guión. ¿Cómo creerán que lo rodaron?

EXACTO: en el momento del disparo, el asesino y la viuda estaban cara a cara. Se miraban a los ojos. Y nada tenía sentido. Y sí, hubo quien dijo “esto no se entiende. ¿Por qué la viuda le perdona? VAYA MIERDA DE GUIÓN”.

La frase correcta habría sido VAYA MIERDA DE PELÍCULA.

Y llámenme Perogrullo, pero una película es una película y un guión es un guión, y son cosas distintas. Y el que no sepa distinguirlas probablmente tampoco sepa distinguir el culo de las témporas, y más valdría que se metiese la lengua en uno de esos dos lugares antes de hablar de lo que no sabe.