24/8/08

BACK TO SCENE

Este post es una respuesta a “Soy un ladrón de mierda”, de Chico Santamano, que a su vez era una respuesta a “Daniel Sánchez Arévalo nos llama ladrones e incultos”, de Alberto Abuín, que respondía al “Un mendigo del cine”, de Daniel Sánchez Arévalo.

Tómense unos minutos para leer el artículo de Santamano; añadan el blog de Chico a sus suscripciones RSS; hagan veinte flexiones por no haberse suscrito hace tiempo, y ya pueden seguir.


Señor Santamano: acabo de leer su artículo, y el relacionado de Sánchez Arévalo (el otro no: las palabras "Blog de Cine" me dan mal rollo. Seguro que si las dices tres veces frente a un espejo a medianoche pasa algo chungo). Me interesa el tema que trata, y me parece que algunas de las cosas que dice están equivocadas, así que con todo respeto, le voy a rebatir. Iba a ponerle un comentario, pero me parece de muy mal gusto publicar comentarios más largos que el post a comentar, así que allá vamos:

Dice usted: “Conseguir pelis a través de internet es gratis”. Pues ya me contará cómo consiguió el chollo, porque a mí Jazztel me cobra cuarenta y tantos euros por el ADSL. Todos los meses.

Dice usted: “Soy un ladrón de mierda”. Hasta donde yo sé, ser ladrón consiste en obtener un beneficio económico apropiándose de lo ajeno. Bajarse películas del P2P no encaja en esa definición. Por dos razones:

  1. Si yo me descargo, pongo por caso “Desde que amanece apetece”(Dios me libre) no me estoy apropiando de lo ajeno. Sólo estoy realizando una copia. No es lo mismo que si usted se lleva, usando su ejemplo, una camiseta del H&M. Porque para que usted tenga esa camiseta concreta, H&M tiene que perderla. Pero las copias digitales, oh bendita inteligencia humana, SON INFINITAS.
  2. Yo tampoco obtengo un beneficio económico al descargarme “Desde que amanece apetece”(ni económico ni de ningún tipo). Quien sí obtiene un beneficio, y se lo lleva muerto, es la operadora de ADSL que me da el soporte tecnológico para descargármela. Y a esos nadie les pide cuentas, a pesar de que salta a la vista que son los grandes beneficiados del intercambio P2P. Si no fuera porque permite bajarse pelis, series y música a todo trapo, ¿para qué íbamos a querer ADSL 20 megas?

Habrá quien argumente, sin embargo, que al descargarme “Desde que amanece apetece” me estoy evitando un desembolso. Pero eso es una falacia lógica de las de libro. Comprendo que un distribuidor atribulado pretenda establecer una relación de causa-efecto entre copia descargada y entrada no vendida, pero a un guionista espabilado y con blog no deberían colarle un gol tan fácil, señor Santamano. Porque verá: yo podría bajarme la película y luego ir al cine a verla, pagando la entrada. Y no sólo eso: también podría ocurrir (de hecho así ocurre) que yo ni me la descargue ni vaya al cine a verla. Es decir, que yo puedo, en un arranque de lucidez, no ir al cine a ver “Desde que amanece apetece”, sin que de ello se derive que la causa es que me la he descargado. O sea, que podría ser –sólo es una teoría, ¿eh?- que el P2P no signifique EL FIN DEL CINE.

En cualquier caso, hay algo que no es: no es robar. El usuario de P2P no sólo no obtiene beneficio ilícito, sino que genera beneficio lícito. Sí, sí. ¿O no le suena la palabra CANON? Se paga por los CDs y DVDs, por los discos duros, por los reproductores digitales, por los teléfonos móviles... No está usted comiendo de gorra en Arzak, señor Santamano. Qué más querría. Está usted en un buffet libre. En un Fresh&Co. Se paga a la entrada, y luego se zampa uno todo lo que quiera. (Y a la noche, se vomita. Pero eso ya es otra historia).

Se ríe usted del "me la descargo y luego me la compro”, está obviando un dato muy significativo. Gírese, señor Santamano. Deje de mirar por un segundo la pantalla del ordenador y pose su vista en la estantería. Sí, ésa que está combada por el peso de los DVDs originales. ¿Cuántos tiene usted? ¿Cien, doscientos? ¿O es usted de los que compra muchos DVDs? Porque doscientos es una cifra bastante normalita. Y ahora haga memoria: ¿cuántos VHS originales tenía usted cuando aún tenía vídeo VHS? ¿Diez, veinte? Pues ya estaba por encima de la media.

La industria del home video está viviendo el mejor momento de su historia. Es un momento tan bueno, tan bueno... Que las distribuidoras han enloquecido de codicia y han pensado que si son capaces de ganar tanto dinero, tal vez puedan CONTROLAR EL MUNDO. Tal vez puedan evitar que la gente piense, se comunique, y elija según sus gustos. Pero lo llevan crudo.

En fin, siento estropearle su complejo de culpa, señor Santamano, pero usted ni es un ladrón ni nada que se le parezca. Si quiere sentir la emoción del delito, y de paso hacer un bien a la sociedad, salga a la calle y queme un ciclomotor, o rompa los cristales de una inmobiliaria, o méese en la puerta del Ministerio de Igualdad... Lo que prefiera. Pero bajando pelis de la mula... no es usted más que otro ciudadano inofensivo.

Eso sí, su blog mola bastante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por los puntos de realidad que marca en su texto, haga saber que quien pierde dinero es nadie.

Esquizofrénico dijo...

Bienvenido de nuevo a este ajetreado y delirante mundo. Supongo habrá terminado usted su guión (aquel del contrato que firmó hace mucho, mucho tiempo). Nada que añadir a esta burda situación de la copia, no copia y P2P. Salvo que mi nuevo operador de Internet (que me ha dejado sin servicio desde el día 2 de septiembre hasta hoy día 20) y que se llama YA.COM impide el intercambio de archivos a ciertas horas del día. Lo que me impide descargar archivos de series o de películas con normalidad. Y eso que he pagado mis 12 euros de impuestos por comprarme un disco duro.
Salud pianista.