30/8/08

BUEN TRABAJO, HIJOS DE PUTA

Pepe Rubianes dijo una vez, y tuvo que pagar por ello:

"que se metan a España ya en el puto culo, a ver si les explota dentro y le quedan los huevos colgando de los campanarios".


Qué exabrupto más gráfico. Qué capacidad evocadora: sexo anal, explosiones y castración. Obviamente, ése es su mayor pecado. Decir "puta España" hoy en día tampoco es para tanto. Pero decirlo con gracia, de forma poética... Eso es imperdonable. Es lo mismo que pasó con la portada de El Jueves: el problema no era el chiste. Lo chungo fue poner a Letizia a cuatro patas.

A lo que vamos: mi teoría es que, de no haber incluido la palabra CAMPANARIOS, lo de Pepe Rubianes tampoco habría ido más allá. Habrían protestado los mismos, pero total, para nada. La gota que colma el vaso es la inclusión de esa palabra que remite, inevitablemente, a la imagen de una iglesia. Y por ahí ya no pasamos: puta España, culos reventados y huevos colgando, sí. Pero si pasa una monja por el fondo, la hemos liado.

Resumiendo, que la Iglesia Católica ha hecho un gran trabajo. Con todos nosotros. Sí, contigo también. Llevamos grabados a fuego un montón de preceptos católicos que condicionan nuestra forma de pensar. Y la peor parte la llevan las últimas generaciones, le gente de menos de treinta. Porque ellos lo llevan... y no lo saben. Han crecido en democracia, les sonaría a chino básico si les dices que en su infancia han sido manipulados por una secta. Y eso que les bastaría con echar un vistazo al álbum familiar para verse vestidos de marinerito o de pastel de merengue.

¿Ejemplos? Para aburrir. Pero vamos a dar uno: César Sabater es un guionista de Valencia, autor de cortos cachondísimos y con un blog que leo habitualmente. En general tiene mucha gracia... pero se le acaba de ver la bicha. César ha ido al cine y ha visto "Una Palabra Tuya", de Ángeles González-Sinde. No le ha gustado nada. Y dice así:

"El cine patrio lleva años empeñado en la producción de zurraspas, eso sí, hechas con mucho cariño. Y, a veces, hasta buenas intenciones.

Todo esto viene a raíz del estreno de "Una palabra tuya", la última película de la Presidenta de la Academia de Cine. Detengámonos en su sabia ¿? fórmula: juntamos una novelica de éxito, metemos a dos actrices de esas que salen por la tele en series de mucha risa y tenemos la cosa enfilá. Factura plana y seca, que eso da sensación de sobriedad y de estar contando cosas súper importantes."


En apenas párrafo y medio ha incurrido en las mismas malas artes que los locutores de la COPE cuando hablan de un estreno español: casi todo el cine español es malo (y tonto, porque lo es adrede); si alguien tiene una vida pública ajena a su cargo en esta película se resalta con ánimo burlesco; las novelas de éxito son basura; y salir en la tele rebaja la cualidad artística de los actores.

Ya lo decía Borau: "cuando uno ve una peli americana y no le gusta, dice qué mala era esta peli. Cuando ve una peli española y no le gusta, dice qué malo es el cine español."

Que lo diga un ignorante, da igual. Es como decir que el doblaje español es el mejor del mundo, o que en el extranjero no hay tanta marcha como en España. Leyendas que andan por ahí. Small talk. Pero cuando estas cosas las dice un chaval sanote, talentoso y que se considera de izquierdas, algo pasa.

Inciso: yo no voy a bautizos. Las bodas tampoco me gustan, pero como ceremonia civil tienen su sentido, así que en algún caso excepcional puedo transigir con su ridícula versión católica. Pero el bautizo es genuinamente sectario. Consiste en lavar el pecado original. O sea, en decirnos que nacemos ya con deudas, y que saldarlas nos va a costar Dios y ayuda. Y por ahí no paso. La gente dice que soy un recalcitrante, pero yo miro a estos chavales renegar del cine español con esas palabras, y lo que veo es una generación acojonada, que tiene miedo de cometer los errores de sus padres, que se siente obligada a gritar "yo no soy así". Que es capaz de agarrarse a un clavo ardiendo para obtener el perdón.

Y es que así funcionan las sectas. Primero, identifican la debilidad de su público: inseguridad en cualquiera de sus variantes. Segundo, potencian esa inseguridad con mensajes que van desde "el apocalipsis está a la vuelta de la esquina" hasta el sencillo y contundente "ya eras pecador desde antes de nacer". Y tercero, ofrecen la redención/salvación a cambio de la observancia de determinadas reglas de la congregación. Partiendo siempre del arrepentimiento y la penitencia.

Mirad, chavales: concebir el cine español como un sujeto único, consciente y responsable de sus actos, y empeñado en hacer las cosas mal, tiene la misma consistencia intelectual que creer en Satanás. Decir "renuncio a Satanás" tiene el mismo valor que decir "voy a dejar de hacerme pajas". Y maldecir las subvenciones, el enchufismo, y la crisis creativa viene a ser lo mismo que hablar de pecado original, de paganismo y de debilidad de la carne.

Como vosotros sabéis perfectamente, sólo somos personas. Cada uno lo hace lo mejor que puede. Algunos la pifian, otros lo bordan. Uno puede decidir que los que la pifian son "el cine español", y que el 10% que lo borda es una mera excepción. Pero si os dais una vuelta por el mundo real, comprobaréis que, efectivamente, el 90% de TODO es mierda.

Sólo sois personas. No tenéis que pedir perdón a nadie. Este trabajo ya es lo bastante jodido sin tener que andar pensando si vamos a defraudar a papá o a Dios. Hacedlo lo mejor que podáis. Casi con toda seguridad vosotros tenéis más cosas que enseñar que vuestros profesores. Pero hacedlo con respeto. Aunque sólo sea porque todas las generaciones se han creído cojonudas cuando tenían vuestra edad. Incluida aquella de la que os burláis.

Otro día, cuando hayáis apostatado, hablamos de la "factura plana y seca" y de presupuestos, distribución y marketing.

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