30/8/08

YO ME TRAJE UN CORTO, UN CORTOMETRAJE

Hernán Casciari, Gran Jefe de la blogosfera castellanoparlante, ha publicado un interesante post en Espoiler, su blog de El País. Se titula Cortos de Vista, y está centrado en esta paradoja:


¿por qué la tele española le da espacio nocturno y libre a los timos del SMS, noche tras noche, y nunca podemos ver allí cortometrajes?


Casciari, en su propuesta de incluir el cortometraje en la programación regular de las cadenas, incluye en su post cuatro ejemplos de éxito, disponibles en YouTube: 7.35 de la mañana de Nacho Vigalondo, Exprés de Daniel Sánchez Arévalo, Éramos Pocos de Borja Cobeaga, y El Encargado de Sergio Barrejón.

En ese puñado de títulos se concentra un buen montón de amigos míos, además de mucho talento y buen hacer. Es una selección muy acertada: un ganador del Notodo, los dos nominados al Oscar, y un estreno reciente, El Encargado, de la factoría Arsénico. Pero la selección se me queda un poco corta. Yo habría incluido, por ejemplo, Paseo de Arturo Ruiz Serrano, mi favorito para el Goya de este año...



... Atracciones de Oriol Puig, que no sé qué hace que no saca otro corto pero ya:



... Messenger y Cirugía, de Alberto González Vázquez, el hombre que reprodujo el Experimento Kulechov cambiando a Ivan Mosjoukine por Ortega Cano:





... Y El Ataque de los Robots de Nebulosa 5 de Chema García Ibarra:



Y por hablar de lo que se nos viene encima, habría comentado que estos días se rueda en Barcelona 2 Manos Zurdas de Antonio Trashorras. Con Unax Mendía en la fotografía; Javi Alvariño en la Dirección de Arte; y Nahikari Ipiña con M.A. Faura en la producción, 2 Manos Zurdas tiene toda la pinta de ir a ser uno de los cortos más importantes del año que viene.

José Luis Romeu, montador del corto, paseando por el set. La foto es de Eugenio Mira.


Pero basta de namedropping. Aparte de darme la excusa para poner aquí tres de mis cortos favoritos, el post de Casciari me ha impulsado a contestarle por sus dos primeras frases. Que dicen así:

Desde hace algunos años España demuestra un imponente poderío audiovisual en un género alucinante: el cortometraje. Por fin (ya era hora) hay una nueva cantera fuerte y creativa que nos augura una mejor tele de ficción para los próximos años.


Nadie desearía más que yo que eso fuese verdad. Pero que la tele de ficción en España sea mejor en los próximos años no depende para nada del talento de los creadores. Talento ya hay, a patadas. Y desde hace mucho. En los platós. En los azarosos lugares donde se escriben los guiones. En las salas de montaje.

Pero no es en esos sitios donde se decide la programación.

Es en los despachos.

Y es en los despachos donde se decide que los guiones deben ser largos, discursivos y contener toneladas de diálogo. Es ahí donde se decide que Resines cobre lo que cobra, pero no hay dinero para documentalistas, para efectos, o para rodar un exterior decente. Es ahí donde se decide que los platós no deben tener sombras, que siempre hay que tener en plano a la persona que habla, y que EL TETRABRIK DE PULEVA no se ve bien, gíralo un poco y dale más luz.

Demuéstrenme que algo está cambiando en los despachos, y yo seré el primero en celebrarlo. Tráiganme una prueba. Yo traeré el cava.

BUEN TRABAJO, HIJOS DE PUTA

Pepe Rubianes dijo una vez, y tuvo que pagar por ello:

"que se metan a España ya en el puto culo, a ver si les explota dentro y le quedan los huevos colgando de los campanarios".


Qué exabrupto más gráfico. Qué capacidad evocadora: sexo anal, explosiones y castración. Obviamente, ése es su mayor pecado. Decir "puta España" hoy en día tampoco es para tanto. Pero decirlo con gracia, de forma poética... Eso es imperdonable. Es lo mismo que pasó con la portada de El Jueves: el problema no era el chiste. Lo chungo fue poner a Letizia a cuatro patas.

A lo que vamos: mi teoría es que, de no haber incluido la palabra CAMPANARIOS, lo de Pepe Rubianes tampoco habría ido más allá. Habrían protestado los mismos, pero total, para nada. La gota que colma el vaso es la inclusión de esa palabra que remite, inevitablemente, a la imagen de una iglesia. Y por ahí ya no pasamos: puta España, culos reventados y huevos colgando, sí. Pero si pasa una monja por el fondo, la hemos liado.

Resumiendo, que la Iglesia Católica ha hecho un gran trabajo. Con todos nosotros. Sí, contigo también. Llevamos grabados a fuego un montón de preceptos católicos que condicionan nuestra forma de pensar. Y la peor parte la llevan las últimas generaciones, le gente de menos de treinta. Porque ellos lo llevan... y no lo saben. Han crecido en democracia, les sonaría a chino básico si les dices que en su infancia han sido manipulados por una secta. Y eso que les bastaría con echar un vistazo al álbum familiar para verse vestidos de marinerito o de pastel de merengue.

¿Ejemplos? Para aburrir. Pero vamos a dar uno: César Sabater es un guionista de Valencia, autor de cortos cachondísimos y con un blog que leo habitualmente. En general tiene mucha gracia... pero se le acaba de ver la bicha. César ha ido al cine y ha visto "Una Palabra Tuya", de Ángeles González-Sinde. No le ha gustado nada. Y dice así:

"El cine patrio lleva años empeñado en la producción de zurraspas, eso sí, hechas con mucho cariño. Y, a veces, hasta buenas intenciones.

Todo esto viene a raíz del estreno de "Una palabra tuya", la última película de la Presidenta de la Academia de Cine. Detengámonos en su sabia ¿? fórmula: juntamos una novelica de éxito, metemos a dos actrices de esas que salen por la tele en series de mucha risa y tenemos la cosa enfilá. Factura plana y seca, que eso da sensación de sobriedad y de estar contando cosas súper importantes."


En apenas párrafo y medio ha incurrido en las mismas malas artes que los locutores de la COPE cuando hablan de un estreno español: casi todo el cine español es malo (y tonto, porque lo es adrede); si alguien tiene una vida pública ajena a su cargo en esta película se resalta con ánimo burlesco; las novelas de éxito son basura; y salir en la tele rebaja la cualidad artística de los actores.

Ya lo decía Borau: "cuando uno ve una peli americana y no le gusta, dice qué mala era esta peli. Cuando ve una peli española y no le gusta, dice qué malo es el cine español."

Que lo diga un ignorante, da igual. Es como decir que el doblaje español es el mejor del mundo, o que en el extranjero no hay tanta marcha como en España. Leyendas que andan por ahí. Small talk. Pero cuando estas cosas las dice un chaval sanote, talentoso y que se considera de izquierdas, algo pasa.

Inciso: yo no voy a bautizos. Las bodas tampoco me gustan, pero como ceremonia civil tienen su sentido, así que en algún caso excepcional puedo transigir con su ridícula versión católica. Pero el bautizo es genuinamente sectario. Consiste en lavar el pecado original. O sea, en decirnos que nacemos ya con deudas, y que saldarlas nos va a costar Dios y ayuda. Y por ahí no paso. La gente dice que soy un recalcitrante, pero yo miro a estos chavales renegar del cine español con esas palabras, y lo que veo es una generación acojonada, que tiene miedo de cometer los errores de sus padres, que se siente obligada a gritar "yo no soy así". Que es capaz de agarrarse a un clavo ardiendo para obtener el perdón.

Y es que así funcionan las sectas. Primero, identifican la debilidad de su público: inseguridad en cualquiera de sus variantes. Segundo, potencian esa inseguridad con mensajes que van desde "el apocalipsis está a la vuelta de la esquina" hasta el sencillo y contundente "ya eras pecador desde antes de nacer". Y tercero, ofrecen la redención/salvación a cambio de la observancia de determinadas reglas de la congregación. Partiendo siempre del arrepentimiento y la penitencia.

Mirad, chavales: concebir el cine español como un sujeto único, consciente y responsable de sus actos, y empeñado en hacer las cosas mal, tiene la misma consistencia intelectual que creer en Satanás. Decir "renuncio a Satanás" tiene el mismo valor que decir "voy a dejar de hacerme pajas". Y maldecir las subvenciones, el enchufismo, y la crisis creativa viene a ser lo mismo que hablar de pecado original, de paganismo y de debilidad de la carne.

Como vosotros sabéis perfectamente, sólo somos personas. Cada uno lo hace lo mejor que puede. Algunos la pifian, otros lo bordan. Uno puede decidir que los que la pifian son "el cine español", y que el 10% que lo borda es una mera excepción. Pero si os dais una vuelta por el mundo real, comprobaréis que, efectivamente, el 90% de TODO es mierda.

Sólo sois personas. No tenéis que pedir perdón a nadie. Este trabajo ya es lo bastante jodido sin tener que andar pensando si vamos a defraudar a papá o a Dios. Hacedlo lo mejor que podáis. Casi con toda seguridad vosotros tenéis más cosas que enseñar que vuestros profesores. Pero hacedlo con respeto. Aunque sólo sea porque todas las generaciones se han creído cojonudas cuando tenían vuestra edad. Incluida aquella de la que os burláis.

Otro día, cuando hayáis apostatado, hablamos de la "factura plana y seca" y de presupuestos, distribución y marketing.

26/8/08

JACINTO ANTÓN, SUPERVIVIENTE



El señor de la fotografía se llama Eduardo Strauch. Sobrevivió a un accidente aéreo tan tremendo que cuesta no establecer comparaciones con el de la semana pasada en Madrid. ¿Acaso ustedes no preferirían morir en el acto a pasar 72 días perdido en los Alpes?

Yo sí. Especialmente después de leer la entrevista que le hizo Jacinto Antón en El País. La reproduzco a continuación. (Las negritas son mías.)


------------------------------------------------------------------------------


ENTREVISTA: ALMUERZO CON... EDUARDO STRAUCH

"No hable sólo de antropofagia, por favor"


JACINTO ANTÓN 25/06/2008


Eduardo Strauch ha sobrevivido a un accidente aéreo, ha aguantado 72 días en los Andes con lo puesto y ha practicado la antropofagia, pero es un hombre tímido. Uno puede confundir al principio esa timidez con suspicacia, pero Strauch, uno de los 16 supervivientes del célebre episodio inmortalizado en ¡Viven! (el libro y, después, la película) y ahora objeto de un conmovedor documental, Náufragos, de Gonzalo Arijón, no pone ningún reparo a tratar los aspectos macabros de aquella dramática aventura. Una sola petición: "Por favor, cuando escriba, no hable sólo de antropofagia". Quedar para comer con un superviviente de la tragedia de los Andes tiene su aquél. Él pide verdura y pescado, pero no arruga una ceja cuando su comensal se inclina por el entrecot al punto. "No, no soy vegetariano. Me gusta la carne. Es cierto que al volver de los Andes pasé unos meses sin comerla". También le costó volver a volar. Pero lo ha hecho, como ha regresado, varias veces, a aquella cumbre doliente, en la que quiere que al morir esparzan sus cenizas.

El tema de la antropofagia va saliendo en la comida. "No tengo ningún problema para hablarlo. La curiosidad me parece normal. No me siento distinto por haber comido carne humana; tampoco lo percibí como una comunión, pero eso ayudó a algunos". Strauch tiene un porte elegante y educado. Se declara agnóstico. Cumplirá 61 este año pero conserva parte del atractivo de aquel joven jugador de rugby del que tres chicas se declararon sus novias cuando le dieron por muerto en los Andes. Arquitecto, casado, con cinco hijos de edades entre 17 y 27 años, dice que su relación con la historia de la tragedia ha ido variando en intensidad, pero que siempre le ha acompañado. "Un 20% de mí está todavía en la cordillera, y no quiero que baje", explica. "Nunca tuve problemas de conciencia, ni pesadillas, pero lo que vivimos allí fue algo tan conmovedor... Estoy seguro de que he ido haciendo una sanación, una autoterapia; sin embargo, aún hay duelo". Eduardo Strauch, que contaba 25 años, formó parte allí arriba del núcleo duro: fue de los que se encargaron de obtener y distribuir la carne de los cuerpos -una tarea que "no era grata"- durante los 65 días que los consumieron. Tomaban poco cada vez. Empezaron, dice, por los que conocían menos, pero nunca trascendía exactamente de quién se trataba. No se limitaban a la fibra. También comieron tuétano. Hacer uso de "cierto humor negro" les ayudó mucho en el trance, y ofrecerse ellos mismos: "Si muero, comédme, nos decíamos unos a otros". Considera que la fortaleza mental fue decisiva para sobrevivir. Recuerda el impacto, la sensación de irrealidad, el ruido infernal, el instante de silencio y luego los gemidos. Fue su primera relación con la muerte. No se considera valiente -"del montón"-, pero sí pragmático. "A otros les costó mucho la decisión de la antropofagia, se les cruzaban reflexiones religiosas, filosóficas. Yo lo tuve muy claro. Y estoy muy contento de haber podido lidiar con todo aquello". Ha podido hablarlo con sus hijos e incluso responderles a qué sabe la carne humana: "A vacuno". La de los Andes es una historia con muchos ingredientes, con perdón por la palabra, pero sin sexo: "No hubo, todo ese tiempo se nos olvidó".

------------------------------------------------------------------------------


550 palabras de entrevista, y Jacinto Antón se las arregla para escribir cinco veces la palabra "antropofagia", y aludir al asunto otras diez veces, algunas de ellas con cachondeíto incluido. Y de remate, titula el artículo precisamente así: "No hable sólo de antropofagia, por favor".

En realidad, yo ya sabía que la cosa pintaba mal a mitad del primer párrafo. Concretamente, cuando Jacinto Antón se refiere a sí mismo en tercera persona. Cuado un periodista se considera a sí mismo parte de la noticia, mal vamos.

Claro, que es comprensible. Jacinto Antón, periodista, puede presumir de un logro no inferior al de Strauch. Porque sobrevivir dos meses y medio perdido en mitad de una cordillera helada, y luego rehacer tu vida... no está mal. Pero sobrevivir a un año de la asignatura de Deontología Profesional que se imparte en todas las Facultades de Ciencias de la Información, y que te resbale todo lo que en ella se imparte... eso sí tiene mérito.

Recuerden: si un día se convierten en personas relevantes y les entrevista un tal Jacinto Antón, pídanle un favor: "cuando escriba, no hable sólo de la madre que le parió".

24/8/08

BACK TO SCENE

Este post es una respuesta a “Soy un ladrón de mierda”, de Chico Santamano, que a su vez era una respuesta a “Daniel Sánchez Arévalo nos llama ladrones e incultos”, de Alberto Abuín, que respondía al “Un mendigo del cine”, de Daniel Sánchez Arévalo.

Tómense unos minutos para leer el artículo de Santamano; añadan el blog de Chico a sus suscripciones RSS; hagan veinte flexiones por no haberse suscrito hace tiempo, y ya pueden seguir.


Señor Santamano: acabo de leer su artículo, y el relacionado de Sánchez Arévalo (el otro no: las palabras "Blog de Cine" me dan mal rollo. Seguro que si las dices tres veces frente a un espejo a medianoche pasa algo chungo). Me interesa el tema que trata, y me parece que algunas de las cosas que dice están equivocadas, así que con todo respeto, le voy a rebatir. Iba a ponerle un comentario, pero me parece de muy mal gusto publicar comentarios más largos que el post a comentar, así que allá vamos:

Dice usted: “Conseguir pelis a través de internet es gratis”. Pues ya me contará cómo consiguió el chollo, porque a mí Jazztel me cobra cuarenta y tantos euros por el ADSL. Todos los meses.

Dice usted: “Soy un ladrón de mierda”. Hasta donde yo sé, ser ladrón consiste en obtener un beneficio económico apropiándose de lo ajeno. Bajarse películas del P2P no encaja en esa definición. Por dos razones:

  1. Si yo me descargo, pongo por caso “Desde que amanece apetece”(Dios me libre) no me estoy apropiando de lo ajeno. Sólo estoy realizando una copia. No es lo mismo que si usted se lleva, usando su ejemplo, una camiseta del H&M. Porque para que usted tenga esa camiseta concreta, H&M tiene que perderla. Pero las copias digitales, oh bendita inteligencia humana, SON INFINITAS.
  2. Yo tampoco obtengo un beneficio económico al descargarme “Desde que amanece apetece”(ni económico ni de ningún tipo). Quien sí obtiene un beneficio, y se lo lleva muerto, es la operadora de ADSL que me da el soporte tecnológico para descargármela. Y a esos nadie les pide cuentas, a pesar de que salta a la vista que son los grandes beneficiados del intercambio P2P. Si no fuera porque permite bajarse pelis, series y música a todo trapo, ¿para qué íbamos a querer ADSL 20 megas?

Habrá quien argumente, sin embargo, que al descargarme “Desde que amanece apetece” me estoy evitando un desembolso. Pero eso es una falacia lógica de las de libro. Comprendo que un distribuidor atribulado pretenda establecer una relación de causa-efecto entre copia descargada y entrada no vendida, pero a un guionista espabilado y con blog no deberían colarle un gol tan fácil, señor Santamano. Porque verá: yo podría bajarme la película y luego ir al cine a verla, pagando la entrada. Y no sólo eso: también podría ocurrir (de hecho así ocurre) que yo ni me la descargue ni vaya al cine a verla. Es decir, que yo puedo, en un arranque de lucidez, no ir al cine a ver “Desde que amanece apetece”, sin que de ello se derive que la causa es que me la he descargado. O sea, que podría ser –sólo es una teoría, ¿eh?- que el P2P no signifique EL FIN DEL CINE.

En cualquier caso, hay algo que no es: no es robar. El usuario de P2P no sólo no obtiene beneficio ilícito, sino que genera beneficio lícito. Sí, sí. ¿O no le suena la palabra CANON? Se paga por los CDs y DVDs, por los discos duros, por los reproductores digitales, por los teléfonos móviles... No está usted comiendo de gorra en Arzak, señor Santamano. Qué más querría. Está usted en un buffet libre. En un Fresh&Co. Se paga a la entrada, y luego se zampa uno todo lo que quiera. (Y a la noche, se vomita. Pero eso ya es otra historia).

Se ríe usted del "me la descargo y luego me la compro”, está obviando un dato muy significativo. Gírese, señor Santamano. Deje de mirar por un segundo la pantalla del ordenador y pose su vista en la estantería. Sí, ésa que está combada por el peso de los DVDs originales. ¿Cuántos tiene usted? ¿Cien, doscientos? ¿O es usted de los que compra muchos DVDs? Porque doscientos es una cifra bastante normalita. Y ahora haga memoria: ¿cuántos VHS originales tenía usted cuando aún tenía vídeo VHS? ¿Diez, veinte? Pues ya estaba por encima de la media.

La industria del home video está viviendo el mejor momento de su historia. Es un momento tan bueno, tan bueno... Que las distribuidoras han enloquecido de codicia y han pensado que si son capaces de ganar tanto dinero, tal vez puedan CONTROLAR EL MUNDO. Tal vez puedan evitar que la gente piense, se comunique, y elija según sus gustos. Pero lo llevan crudo.

En fin, siento estropearle su complejo de culpa, señor Santamano, pero usted ni es un ladrón ni nada que se le parezca. Si quiere sentir la emoción del delito, y de paso hacer un bien a la sociedad, salga a la calle y queme un ciclomotor, o rompa los cristales de una inmobiliaria, o méese en la puerta del Ministerio de Igualdad... Lo que prefiera. Pero bajando pelis de la mula... no es usted más que otro ciudadano inofensivo.

Eso sí, su blog mola bastante.

24/12/07

FADE OUT

Este blog nació para contar algunas anécdotas de la industria audiovisual desde el punto de vista de un profesional del guión, y dar algunos consejos generales a los guionistas noveles. Y se suponía que tenía que ser anónimo.

Hoy en día, la mitad de la profesión ya sabe quién demonios soy; el punto de vista de un profesional ya pueden encontrarlo en magníficos blogs como El Guionista Hastiado, Guionista en Chamberí, Así no se Hizo y otros tantos que aparecen en la columna de enlaces; y en cuanto a los consejos generales, ya los he dado todos.

Es hora de callar y escuchar durante un tiempo, de acumular más experiencia. De recibir consejos en vez de darlos. Quizá algún día vuelva con anécdotas frescas y nuevos trucos de supervivencia, no lo sé. De momento, esto no da más de sí.

Me queda la satisfacción de haber sido (salvo error u omisión) el primer blog español sobre guión y guionistas; de haber mantenido durante mucho tiempo un insólito nivelazo de comentarios; y de haber ayudado a muchos noveles.

El email seguirá abierto para dudas, consultas y despedidas cordiales, y por supuesto el blog seguirá colgado, tanto aquí como allí.

Para hacer la despedida un poco más alegre, y para no dejar deudas pendientes, he decidido regalar un año de suscripción a ALMA para un guionista novel. Los interesados pueden escribir al email para solicitarlo. El ganador se decidirá según los habituales criterios de arbitrariedad y falta de rigor.

Eso es todo, amigos. Sean felices y escriban bien. Por ese orden.

18/12/07

YO PREFIERO NIKON

A ver, que me llega esto por email:

------------------------------------------------

Manifiesto
En defensa de los legítimos derechos de los creadores

En defensa de la copia privada

El Congreso de los Diputados decide mañana, jueves 20 de diciembre, la supervivencia de la remuneración compensatoria por copia privada, uno de los derechos fundamentales de Propiedad Intelectual. Ante la posibilidad de su fin, que representaría una catástrofe para la cultura española y su industria de contenidos, los creadores y productores culturales que suscriben el presente manifiesto quieren manifestar a los diputados, a los partidos políticos y a la opinión pública lo siguiente:

1.- La eliminación de la compensación para los creadores por la copia privada de sus obras propuesta por el Senado supondría, de facto, la usurpación de un derecho legítimo consagrado por la práctica totalidad de las legislaciones europeas, colocaría a nuestro país en el furgón de cola de la protección de la Propiedad Intelectual y pondría en peligro la industria española que genera los contenidos necesarios para el desarrollo y la identidad cultural de nuestra sociedad.

2.- La compensación por copia privada, mal llamada canon digital, no es un impuesto, ni una medida arcaica, sino el más progresista de los derechos de propiedad intelectual, que pone en manos de los ciudadanos la posibilidad legal de realizar y disfrutar, en el ámbito doméstico, de nuestras miles de obras y creaciones intelectuales sin solicitar autorización previa.

3.- Acabar con la copia privada supondría la aceptación de nuestros dirigentes de las posiciones de una industria tecnológica, empeñada desde hace meses en pisotear, a través de una campaña de desprestigio y falsedades, los legítimos derechos de Propiedad Intelectual.

4.- La implantación y desarrollo de la Sociedad de la Información en España no puede hacerse, bajo ningún concepto, a costa del sacrificio y del trabajo de los creadores y de las industrias de contenidos, ni de la destrucción de un sector, el de la cultura, que contribuye de forma determinante al PIB y al empleo nacional.

Por todo esto: solicitamos al Congreso de los Diputados que no vote a favor de suprimir la compensación por copia privada para los creadores españoles y que no utilicen sus derechos como un arma electoral, puesto que está en juego el desarrollo cultural, educativo y científico de nuestro país.

Madrid, 19 diciembre de 2007

------------------------------------------------

La fecha es de mañana, porque mañana es cuando se va a publicar en los medios. Ya saben, los MEDIOS. Aquí, en los enteros, ya la hemos publicado.

Y nos da tiempo incluso de matizar unas cosas fundamentales: este asunto es mucho más complejo que "Canon sí" o "Canon no". Personalmente, estoy absolutamente convencido de la necesidad de que los creadores perciban una compensación económica por copia privada.

Porque sí, podríamos hacer como que la mayoría de los DVDs vírgenes no se usan para copiar obras ajenas, pero el caso es que SE USAN para eso. Podríamos hacer como si no hubiese gente haciéndose de oro a base de distribuir alegremente obras ajenas, pero LA HAY.

Ahora bien: la necesidad de una norma no legitima cualquier aplicación de esa norma. El fin no justifica cualquier medio. El canon es una buena idea, una norma necesaria que responde a un desequilibrio social, pero está ejecutada de manera totalmente equivocada. Por varias razones:

-No lo recauda quien debería recaudarlo, que es el estado. Porque el canon es un impuesto, claro que es un impuesto. Y como se supone que hacen los impuestos, debería desempeñar una función social más allá de meter a Alejandro Sanz en la lista Forbes.

-No se distribuye como se debería distribuir. Como no hay manera de cuantificar cuántas copias privadas se hacen de cada obra concreta, la redistribución del canon se hace siguiendo el loco criterio de reflejar las ventas legales. Con ello, naturalmente, se contribuye al loable objetivo de meter a Alejandro Sanz en la lista Forbes. ¿Cómo debería hacerse? Desde mi punto de vista, si no hay manera de saber a quién corresponde cada céntimo, debería hacerse una redistribución tutelada por el Ministerio de Cultura, y orientada a la creación de infraestructuras: más filmotecas, bibliotecas y videotecas; más programas de financiación de iniciativas culturales; apoyo a la distribución, etc. Y sí, subvenciones.

- Se grava a quien no se tendría que gravar. Puede que sean una minoría, pero HAY gente que compra CDs, DVDs y discos duros para desarrollar su ámbito profesional, no para realizar copias privadas. Debería haber una forma de eximir a estas personas del pago del canon.

- No se grava a quien se tendría que gravar. Quien verdaderamente está haciendo su agosto son las operadoras de ADSL. ¿Qué sentido tiene perseguir a webs que publican elinks, cuando realmente son el alma del negocio? Es Telefónica quien tiene que aflojar la mosca. Son ellos los que han visto multiplicados sus ingresos gracias a la distribución by-the-face de material protegido por copyright.

Esto que voy a decir no se puede decir, claro. Porque se convierte uno en un cavernícola y todo eso. Pero lo voy a decir, y luego voy a pinchar con una sonrisa en la casilla que dice "Comentarios cerrados": el mayor enemigo que tienen las entidades de gestión de derechos es la tarifa plana en ADSL. Desde que cuesta lo mismo descargarse una película que descargarse un millón, los creadores y productores audiovisuales han visto descender sus perspectivas de negocio, mientras los problemas de las operadoras de ADSL se reducían a encontrar un lugar para guardar tanto dinero.

A las televisiones se las obliga a invertir un 5% en producción nacional. Telefónica, Jazztel y Orange deberían invertir el 50%.

En definitiva: que me rompe los cojones tanto como a ustedes oír hablar a Teddy Bautista o a Ramoncín de la necesidad del canon. Pero no seamos niños: eliminarlo tampoco es la solución. El tema es más complejo de lo que parece, y están en juego demasiadas cosas como para conformarse con elegir pancarta.

Si el jueves ven que el Congreso elimina el canon, piensen un poco antes de alegrarse. No estarán viendo una medida electoralista para comprarles a ustedes su voto a cambio de calderilla. Estarán viendo a una sociedad democrática renunciar a su patrimonio cultural y a su libertad de expresión, y ponerse de rodillas ante un puñado de grandes multinacionales.

17/12/07

CONVOCATORIAS (COPYPASTEANDO)

De abcguionistas:

- III Encuentro profesional de Productores y Guionistas de Cortos. Para guionistas que tengan un guión de cortometraje y quieran encontrar productora; y para productores que estén buscando guión para su próximo proyecto. Entre el 4 y el 9 de marzo de 2008. Más información, AQUÍ.

- VIII edición del concurso de guiones Rovira-Beleta. Para autores de 18 a 30 años. Inscripción hasta el 31 de diciembre. 2000€ de premio. Más información, AQUÍ.

- Certamen de guiones de Utrera. Inscripción hasta el 22 de marzo. 600€ de premio. Más información, AQUÍ.

- A punto de cerrarse la inscripción en el concurso de guiones de TV movie de la Fundación Alfredo Matas (20 de diciembre). 12000€ de premio. Más información, AQUÍ.



Del boletín de la Factoría del Guión:

-Productora busca guionistas para serie de televisión en Madrid. El punto argumental de partida será un clásico como Casablanca. Se valorará la capacidad deescaletar y dialogar. El género de la serie es drama/comedia, de emisión diaria, en la línea de "Betty la fea". Los interesados pueden solicitar más detalles en guionestv@gmail.com.

(Por si se lo estaban preguntando: sí, la última convocatoria canta La Traviata).

16/12/07

BIBLIOTECA / 14



McGilligan, Pat.
BACKSTORY / 4.
Plot Ediciones.

"No tuve ningún control sobre ninguna película hasta que empecé a dirigirlas yo mismo. Es la razón por la que me pasé a la dirección. Francamente, si pudiera haber tenido control sobre las películas sin dirigirlas, creo que habría continuado escribiendo, y dejando que otros las dirigieran. Si la gente hiciera simlemente lo que tú les dices que hagan, no tendrías que estar allí cada minuto. Cuando los obreros construyen un edificio, siguen los planes del arquitecto; los constructores no van y deciden cambiar las cosas para estar más cómodos. En las películas, planificas durante meses, pero en cuanto llega el rodaje, los actores y directores deciden hacer cambios sin tener en cuenta las consecuencias o el tema general del filme". (Larry Cohen)

10/12/07

CON DOS COJONES

Belén Rubio me envía por email una carta en la que el equipo de guionistas de Leonart (programa diario infantil de divulgación científica y manualidades) explica el motivo de su dimisión en bloque:

------------------------------------------

Maltrato a los guionistas del programa Leonart, de TVE


En la negociación del cuarto semestre del programa Leonart de TVE, en el mes de octubre del 2007, la nueva dirección del programa plantea incrementar el volumen de trabajo de los guionistas sin aumentar el precio de los guiones, alegando un recorte del presupuesto global que, a efectos salariales, sólo perjudica los honorarios de los guionistas. Esto sucede con el precedente de haberse negado a subir el precio del IPC y de negarnos un porcentaje de los derechos de los DVD's que se han editado con nuestro trabajo. Los 12 guionistas que trabajamos desde el inicio del programa, consideramos la propuesta inaceptable y fuera de lugar.

En plena negociación, la dirección de Leonart comienza a buscar nuevos guionistas, sin explicarles, evidentemente, que sustituirían a compañeros que se negaban a trabajar por menos dinero.

Este conflicto se resuelve con una nueva oferta del director del programa y promotor de la iniciativa, José Juan Ruiz (conocido como Jota): se mantienen los precios de los guiones y el puesto de trabajo. Esto es posible gracias a que la editora y coordinadora de guiones de Leonart asume el trabajo no remunerado que dirección quiere que hagamos los guionistas. La editora hace este esfuerzo a cambio de que se mantenga el mismo equipo de guión por el bien de un programa que ella misma ha hecho crecer junto a los tres directores que en un año y medio han pasado por el programa.

A pesar del citado gesto, el director lanza una nueva propuesta: rebajar sustancialmente el precio del trabajo de la editora de guiones. Además, sus condiciones de total disponibilidad se mantienen, así como las que la ligan físicamente a Televisión Española, para así mantener reuniones con dirección y realización. Y todo esto por lo que viene a ser un sueldo mensual neto que no llega a 1000 euros. Evidentemente, la editora se niega a aceptar estas condiciones abusivas y se despide del programa.

Después de este desencuentro, la dirección del programa reúne al equipo de guionistas y nos comunica:

1) que, ante la necesidad de contratar a un nuevo editor, observa la posibilidad de que alguno de nosotros, y con el beneplácito de la dirección, se postule como tal (y acepte las condiciones abusivas que anteriormente se habían propuesto a la editora)

2) que, a partir de ahora y por órdenes que "vienen de arriba", sólo pueden quedar 8 guionistas en el equipo.

3) que el primer trabajo del próximo/-a editor/-a de guiones será echar a tres de sus compañeros.

Ante este panorama, y a pesar del interés que todos tenemos en conservar este trabajo, los guionistas del programa hemos tomado una decisión: por solidaridad absoluta con la editora y la coordinadora de guión de Leonart, el equipo de guionistas decide irse en bloque. No participaremos en ninguna intriga que vaya en contra de un compañero, no trabajaremos con una persona que maltrata e instrumentaliza a los guionistas.

Un abrazo,

ANNA CAMMANY, SERGI ESCOLANO, ANNA FITÉ, ARMONIA GUSTEMS, MOSE HAYWARD, HECTOR LOZANO, ALBERT PLANS, XAVIER PUCHADES, BELÉN RUBIO, ROGER RUBIO, ABIGAIL SCHAAFF, ANAÏS SCHAAFF -Equipo de guionistas de Leonart-

Barcelona, 9 de diciembre de 2007


Mail de contacto: guionistasleonart@gmail.com


------------------------------------------

Mi más sincera enhorabuena a todo el equipo de Leonart. Habéis demostrado una de las mayores virtudes que puede tener un profesional: el valor de defender su dignidad aun a costa de su puesto de trabajo. Y en bloque. Sois un ejemplo para la profesión.

6/12/07

HÁGASE SOCIO DE ALMA

(Estaba tentado de titular este post con otro juego de palabras barato, a ver qué decía Nacho Faerna. Pero me voy a cortar.)

Aclaremos un par de cosas, antes de nada: el sábado pasado me la envainé y acudí a la reunión de ALMA. Y estuvo más que bien. La directiva ofreció una encomiable mezcla de autocrítica, ideas claras y ambiciones realistas, que me hace arrepentirme en parte de haber sido tan cañero en el post de la semana pasada. Para los comentaristas con ínfulas de reporteros del Tomate, debo aclarar que Mr. Faerna y un servidor se estrecharon la mano cordialmente al comienzo de la reunión, y que no hubo enfrentamiento ninguno.

Al contrario. El acto transcurrió con fluidez y buen tono. Todo el que quiso tomó la palabra, todas las opiniones fueron escuchadas (para bien o para mal), y nadie fue abucheado. Ni siquiera yo.

El novato que me acompañaba estaba sorprendido de la cordialidad reinante. Le fascinaba el hecho de que tanta gente pudiera llenar un cine y escucharse mutuamente... sin micrófonos. A mí no me sorprendía, porque no era la primera asamblea de ALMA a la que acudía. Y porque sé que los guionistas, como mínimo, sabemos escuchar. (Es cierto que la semana pasada vaticiné que se iba a montar un pollo. Pero fue llegar a la Filmoteca y comprobar que me había equivocado. Total, ¿a quién le importan las protestas de unos cuantos guionistas?)

Lo que sí me sorprendió, y muy gratamente, fue que los asistentes llenásemos la Sala 1 del Doré. Estas cosas solían ser en la Sala 2, mucho más reducida. Pero me da a mí que a partir de ahora siempre serán en la grande. Y, con un poco de suerte, habrá gente que se quede de pie, como el sábado. Teniendo en cuenta que la sala tiene más de 300 butacas, es probable que, dentro de poco, las protestas de los guionistas empiecen a importarle a mucha gente.

Porque para mí, lo más representativo de lo ocurrido el sábado no pasó durante la reunión, sino al final: las colas de guionistas esperando para solicitar la afiliación eran realmente significativas. Muchos, muchísimos guionistas no sabían hasta ahora que había una asociación que les proporciona, entre otras cosas, la ayuda de un abogado. Por el precio de la cuota de socio, Tomás Rosón te asesora, te lee los contratos, y te los edita con recomendaciones sobre qué quitar y qué añadir. Hace años que yo no firmo nada que no haya revisado antes Tomás. Pero para eso hay que saberlo. Y, como admitieron algunos de los representantes de ALMA, el sindicato se ha publicitado poco y mal. Entre otras cosas, no ha sabido dejar claro que ALMA no es igual a DAMA. Hay muchos, muchísimos guionistas que no se han hecho socios de ALMA porque creen que, siendo de SGAE, no se puede. Vamos a intentar acabar con la confusión:

ALMA es un sindicato, una asociación profesional. SGAE y DAMA son entidades de gestión de derechos. Nada que ver.


Se puede ser socio de SGAE y de ALMA a la vez.
Yo soy socio de SGAE y de ALMA.
Hay socios de SGAE en la directiva de ALMA.


¿Ha quedado claro? Pues hala, vayan a hacerse socios de ALMA de una puñetera vez. Diez euros al mes, no me jodan. No sigan leyendo esto, escriban un email a alma@asociacionalma.es y dejen que les mejoren su vida.

Siguiendo con la reunión: se discutieron ideas interesantes, como la posibilidad de un convenio colectivo; la creación de un registro de guiones para afiliados; la conveniencia de revisar las bases de muchos concursos; la indignidad de algunas pruebas de guionistas... Y se dieron a conocer algunos de los avances de la asociación: al parecer, han conseguido incorporar a la futura Ley de Cine (ahora tramitándose en el Senado) una disposición que prohíbe subvencionar a productores que tengan deudas con guionistas.

Pero todas las propuestas acababan con una reflexión: el sindicato necesita más afiliados. (¿Por qué siguen leyendo, coño? ¡Vayan a hacerse socios YA!) Reconozco que me equivocaba la semana pasada cuando me quejaba de que la reunión fuese abierta. Quizá no fuese una buena idea redactar una convocatoria tan beligerante, pero desde luego fue una idea brillante hacerla abierta a los no afiliados. Porque la fuerza del sindicato depende de su representatividad dentro del sector. Hasta el sábado, apenas era representativo. A partir de ahora, se prevé que las afiliaciones se duplicarán.

Y muchos socios nos hemos dado cuenta de que estábamos durmiéndonos en los laureles. Está bien ser críticos con el sindicato, pero también hay que ser activos. Yo creía que era un buen apóstol –en clases, en foros, en los bares y aquí en el blog siempre recomiendo hacerse socio de ALMA-, pero el sábado me di cuenta de que había colegas muy cercanos aún sin afiliar. (Hola, Ángela; hola, Darwinista: bienvenidos a ALMA). Tenemos que ponernos las pilas, y explicar las ventajas que tiene sindicarse. La primera de todas, la capacidad negociadora que tiene un sindicato fuerte. Y no vale esperar a que el sindicato sea fuerte para afiliarse. El truco consiste en afiliarse para hacerlo fuerte.

Pues eso. Ya no hay más que leer. Se han quedado sin excusas. Háganse socios o revienten.

ALMA
alma@asociacionalma.es
Teléfono: 915212339
Dirección: C/ Marqués de Valdeiglesias 6, 2ºA, Madrid

GUIONISTAS EN LA BIBLIOTECA NACIONAL


Montxo Armendáriz tiene en su estantería dos Goyas y tres premios del Círculo de Escritores Cinematográficos al Mejor Guión. De San Sebastián se llevó una Concha de Oro y una de Plata, y de Berlín un Ángel Azul.

Además de escritor, director y productor, ha sido el primer presidente de DAMA.

It's a must.

27/11/07

SÁBADO SABADETE

Como ustedes ya sabrán, el próximo sábado, día 1 de diciembre, ALMA ha convocado una asamblea en el Cine Doré. Muchos blogs de guionistas están difundiendo el dichoso flyer. Un servidor lo enlazaba hace nada desde el twitter:

Personalmente, el asunto me preocupa bastante. Es más, me aterra. Dios, me echo a temblar cada vez que pienso en lo que va a ser aquello. Se va a montar un pollo de cuidado: habrá colas, fotógrafos y curiosos, porque el flyer de las narices fue publicado en El País, sabe Dios con qué loco criterio. Los asistentes conformarán una masa indefinida, ya que se admite a socios y no socios (en cristiano: a todo quisque). Y el orden del día... bueno, no lo he visto, pero he estado en otras asambleas de ALMA y sé por experiencia que, cuando lo hay, el respetable se lo salta a la torera para hablar de lo que se le antoja.

Y todo eso es lo que menos me preocupa. Lo que realmente me pone los pelos de punta es el motivo de la asamblea. El detonante. El McGuffin. Y es que el flyer que les he puesto arriba está pelín tuneado por el que suscribe. Más que nada, para evitar la vergüenza que me daba poner el original:

Por favor, fíjense en la primera frase: “nuestros compañeros estadounidenses”. Oh-my-God. Como conversación de tasca, la argumentación “si los yanquis pueden, nosotros también” ya es floja. Pero como motivo oficial de una asamblea, es un mal chiste. ¿Qué nivel de puerilidad hemos llegado a alcanzar los guionistas de este país para establecer una comparación tan endeble? ¿Hemos olvidado todos de golpe que las comparaciones son odiosas? ¿De verdad nadie ha caído en la cuenta de que comparándonos con nuestros “compañeros estadounidenses” siempre vamos a salir perdiendo?

Y sobre todo, ¿por qué hemos esperado a establecer esa comparación hasta un momento tan crítico? ¿Es la capacidad de ir a la huelga lo que más nos admira de los guionistas norteamericanos? ¿Cuántos de los asistentes a la asamblea han establecido el más mínimo contacto profesional con guionistas estadounidenses? La mayor parte de la gente que promueve esta loca iniciativa no sería capaz de nombrar a media docena de guionistas norteamericanos. La única, y léanme bien, la ÚNICA razón por la que ciertos guionistas españoles se sienten identificados con la huelga norteamericana es que ha salido en el telediario.

Con todo, lo más triste del asunto es que, bajo esta pátina provinciana, palurda y cerril, la iniciativa de promover acciones sindicales es legítima. El sector del guión ha sido depauperado de forma consciente, insensata y mezquina por determinados estamentos de la industria, y tarde o temprano habrá que tomar medidas. De manera que sí procede hacer una reflexión seria (más seria que esta ) sobre dichas medidas.

En primer lugar, nunca –JAMÁS- se vende la piel del oso antes de cazarlo. Decir en un flyer de convocatoria a una asamblea que se van a discutir “medidas de presión” es equivalente a tirarse un órdago con las cartas descubiertas. Lo suyo es hacer una convocatoria sobria, y ya a puerta cerrada, explicar lo que se pretende. Y a ser posible, se elige un diario mejor que El País, que no se caracteriza precisamente por defender a los autores. Más que nada porque pertenece al mismo grupo empresarial que cierta cadena televisiva, que lleva AÑOS sin pagar lo que debe de derechos de autor.

Por otro lado, una convocatoria tan macarra, y encima universal, será un imán para gacetilleros amarillistas que acudirán a cubrir el evento con el titular ya pensado: algo del tipo “cobran (fill-in-the-blank) euros al mes y aún piden más”. Así que, de momento, ya habéis logrado poner a la gran mayoría de la opinión pública en contra nuestra. Enhorabuena.

Y en fin, si el objetivo de todo esto es lograr ciertas reivindicaciones, parece una mala política empezar con las amenazas antes de haber reivindicado nada de forma educada y pacífica. Y remarco lo de pacífica, porque hay ciertos conceptos que parece que no han quedado claros. Por ejemplo, qué es una huelga. Una huelga es una guerra. Sin matices. Es una guerra. Y uno no va a la guerra si no se dan dos circunstancias:

a) Una razonable probabilidad de ganar.
b) Una cierta cohesión en las propias filas.

Si no concurren esas dos circunstancias, lo que se está planteando no es una guerra, es una yihad, una guerra santa, en la que la muerte conduce directamente a la gloria eterna. Y claro, no hay que preocuparse de estrategias ni zarandajas por el estilo. Pero lo que nosotros queremos no son unas vacaciones eternas en el Jardín del Edén, sino pagar la hipoteca antes de quedarnos sin dientes. Y para eso hay que saber cuándo atacar, y cuándo replegarse y abastecer a las tropas. Ahora es momento de lo segundo.

Para medir el nivel de cohesión que hay ahora mismo en las filas de los guionistas, baste recordar que en la presente legislatura se han aprobado dos leyes que nos afectan directamente -la de Propiedad Intelectual y la de Cinematografía- y nadie ha dicho esta boca es mía. Ni una asamblea, ni una mesa redonda, ni un comunicado.

Sobre las probabilidades de ganar, baste señalar que ALMA lleva sin revisar sus baremos salariales desde octubre de 2004. No sé ustedes, pero yo he oído rumores de que, desde entonces, la vida ha subido un pelín. No se qué del precio de los pisos, del petróleo, de los alimentos frescos... Cosas así. Lo que no había oído nunca es que ALMA se autodenominase “sindicato”. La primera vez ha sido al ver el dichoso flyer. Ojo: ALMA es un sindicato, pero jamás ha ejercido como tal. Que yo recuerde, en los años que llevo ganándome la vida con esto, jamás he recibido la visita de un delegado sindical para informarme de cuáles son mis legítimas aspiraciones, y qué vías tengo para reclamar mis derechos. Si te acercas voluntariamente a ALMA, bien. Si no, ahí te quedas. Hasta la URL de su sitio web es www.asociacionalma.es, y creo que resulta más significativo que un flyer.

Sinceramente: ¿una asociación que no ha tenido tiempo ni de revisar anualmente los baremos salariales, aunque sea simplemente aplicando el IPC, pretende tener la fuerza necesaria para convocar una huelga, con argumentos tan sólidos como que en Estados Unidos ya lo han hecho?

Pero pongámonos por un momento en la actitud mental de pensar que sería posible cohesionar a los guionistas, y que la asociación funcionase realmente como un sindicato. Aun así, lleva años pegando tiros en la dirección equivocada. No sólo ALMA no tiene la infraestructura necesaria para emprender una guerra: es que se ha equivocado de enemigo. El grueso de sus luchas reivindicativas se han librado con FAPAE y las asociaciones de productores.

Error.

En una guerra sindical, la frontera la traza el dinero. ¿Y quién tiene el dinero? ¿Los productores? Claro que no. Son las televisiones las que financian mayoritariamente los productos audiovisuales, incluido el cine. Es a las cadenas a las que hay que sentar a la mesa. Así, además de hablar con quien realmente decide, ALMA se estaría enfrentando a muchos menos interlocutores. Las cadenas, por otro lado, mantienen una postura más coherente que la miríada de asociaciones de productores con intereses irreconciliables. Y son empresas grandes, generalmente con comités de empresa internos, acostumbradas por tanto a tratar con sindicatos. Y no olvidemos que, en toda esta batalla, las cadenas se juegan su propio dinero, no el ajeno, que es lo que hacen las productoras.

Conclusión: hay que sentarse a negociar con las televisiones. No a presionar: a negociar. Karate sólo defensa, Daniel-san. Hay que aclararle a las televisiones que firmando un convenio para el sector del guión están comprando calidad. Que las productoras que no paguen a sus guionistas según un convenio digno están estafando a las cadenas. Las televisiones saben mejor que nadie que sus series y programas son, en un 99%, guión y casting. Hace tiempo que se arrogan un cierto poder de decisión sobre el casting. Es hora de que impongan a las productoras un código de conducta adulto para tratar con el sector creativo. El terrateniente tiene que exigir al capataz unas cuentas claras.

Pero antes, mucho antes de pensar en negociar (no digamos ya pelear) con otros estamentos de la industria, tenemos que arreglar las cosas en casa. Antes de pedir un convenio digno tenemos que estar de acuerdo en qué significa “digno”. La mitad de los asistentes a la asamblea del sábado daría palmas con las orejas si le pagasen 3000 euros al mes por pasar diez horas al día en un polígono de Alcobendas escribiendo a destajo para multimillonarios que, además, se van a quedar con un porcentaje de sus derechos de autor porque “son lentejas”. Ésos son nuestros compañeros de viaje. No Aaron Sorkin ni Tony Gilroy ni Ken Levine. Y con esos compañeros de viaje, yo no me voy a la guerra, porque esos tiran el fusil en cuanto oyen el primer cañonazo.

Es a esos ingenuos a los que tenemos que explicar –y no en asambleas públicas, sino en comunicados internos y reuniones personales- de qué va este negocio: mitad arte, mitad industria. La primera mitad, es cosa tuya. Pero la segunda mitad tienen que administrarla personas con la suficiente humildad y honestidad como para admitir que además de artistas son trabajadores, y quieren cobrar por su trabajo. Personas con suficientes cojones para partirse la cara por los derechos de otros “compañeros” que no saben defender el valor de su obra. Y con suficiente orgullo y claridad de ideas para no rendir cuentas ante presuntos periodistas que no tienen intención de entender nuestras reivindicaciones, sino más bien de excretar titulares incendiarios para mofarse de nuestra irremediable codicia.

Cuando ALMA haga un verdadero trabajo de educación de los trabajadores; cuando sus delegados se pasen las mañanas investigando quién escribe en España, y las tardes visitándoles e informándoles; cuando sean capaces de mantener un sitio web mínimamente aparente, y de establecer contactos con las personas que deciden realmente en esta industria... entonces me creeré que tienen la capacidad de ejercer “medidas de presión”. Mientras tanto, pensaré que lo tienen son ganas de cachondeo.

Y eso es justo lo que están generando en la opinión pública con convocatorias como ésta.

EL DESARROLLO

Acaban de invitarme a participar como script doctor en un importante taller de desarrollo de proyectos cinematográficos. Mi trabajo, a priori, será sencillo: recibir un tratamiento que envía una productora y/o un guionista; analizarlo en profundidad; y reunirme durante tres o cuatro días consecutivos con el guionista y el productor para ofrecerles mi punto de vista profesional sobre el desarrollo. Aclararles dudas, sugerirles formas de sacarle partido al material, avisarles de posibles problemas: tramas previsibles, personajes poco interesantes, estructuras fallidas...

Me pagarán bien; habrá proyectos a priori interesantes; y la iniciativa, sobre el papel, parece encomiable: proporcionar a guionistas y productores un análisis externo de sus contenidos, a un precio más que razonable.

Sin embargo, cada vez tengo más dudas sobre la verdadera utilidad de estos talleres. ¿Realmente sirven para implementar las capacidades del material argumental? Es decir, ¿ese material argumental realmente necesita una exploración en profundidad? ¿O simplemente necesita, en fin... ser escrito en forma de guión?

Por definición, en la fase del argumento hay aún muchas cuestiones por resolver, que quizá deban ser resueltas en la cabeza del guionista. En ese rincón oscuro y desconocido incluso para él, en el que se fraguan esos destellos que hacen única una película. No buena ni mala, sólo única.

Quizá haya temas que, simplemente, es mejor no tratar en voz alta durante la fase del argumento. Porque el ser humano, y aquí empiezo con la psicología de café, tiende a mostrarse correcto cuando se le piden statements. Mientras que en la intimidad de la creación artística, es más fácil mostrarse salvaje. Uno no se autocensura a la una y media de la madrugada, escribiendo en mitad de un silencio sepulcral. Pero a las 9.45 a.m., en una oficina de moqueta y fluorescentes, vestido y calzado y respetando pulcramente la prohibición de fumar... es mucho más fácil tomar decisiones convencionales, correctas, normales. Es mucho más fácil dejarse llevar por la peor de las tentaciones para un creador: la tentación de ser un buen chico, el vicio de hacer lo que uno cree que se espera de él.

Ésa es mi gran duda: ¿acaso estas miradas indiscretas, entomológicas, objetivas y frías como la de un tasador, no sirven sobre todo para estandarizar, para contener los bríos creativos y atarlos con las tranquilizadoras riendas de las estructuras clásicas? Es decir, independientemente de la calidad y la brillantez de las propuestas que surjan durante el taller, ¿no está todo el proceso teñido de la intención de controlar el material, de hacerlo inteligible? ¿No son, acaso, las ideas más moderadas las que suelen triunfar?

Y lo hacen, únicamente, porque son las más fácilmente expresables de manera dialéctica. Mi problema es que yo concibo el arte como un medio de expresar ideas no susceptibles de ser formuladas de manera lógica. De sacar a la luz dilemas morales que no pueden resolverse con la mera intervención de la dialéctica.

Es la diferencia entre Princesas y Sed de Mal, por hacer una comparación loca. Princesas trata de que las prostitutas también tienen su corazoncito. Es una idea tan simple y ramplona que ha dado lugar a una especie de telemovie de arte y ensayo: una mutación horripilante.

Sed de Mal, por su parte, plantea un interrogante muy complicado de contestar honestamente: ¿es realmente reprobable utilizar pruebas falsas para incriminar a un asesino que, de otra manera, escaparía impune?

Mi tesis es que Sed de Mal no sobreviviría a una sesión de desarrollo como éstas. Gracias a Dios, Princesas tampoco. Pero no nos quedemos en este ejemplo concreto. Lo que me preocupa es, por un lado, pensar que de este tipo de talleres puedan salir películas uniformadas, estandarizadas, con el traje planchado y el pelo bien cortado, todas igual. Y por otra parte, que esa corrección en la etiqueta sea confundida por la industria como una marca de calidad o, peor aún, de cierta garantía de éxito.

Porque así, poco a poco, se pierde el interés por encontrar el diamante en bruto, la película única, la aguja en el pajar. Y se considera un éxito el mero cumplimiento de una serie de normas básicas de la poética. Normas que, tal y como yo las entiendo, no por ciertas deberían considerarse más que un mero punto de partida, y desde luego nunca un fin en sí mismas.

Ojalá me equivoque.


(Publicado originalmente el 22.11.2007)

ACT THREE

(Publicado originalmente el 9.11.2007)

Como de costumbre, el 9 de noviembre me ha sorprendido en Berlín. Y como de costumbre, con mucho trabajo y poco tiempo libre. De manera que este post conmemorativo será breve.

Sólo quiero agradecerles a todos su compañía durante estos dos años de blog. Con su apoyo, han hecho ustedes crecer este burdel hasta invadir algún diario de papel. Confío en mantener el listón alto durante este tercer acto.

Y con un poco de suerte, el año que viene por estas fechas podré darles envidia de nuevo, pasando unos días con todos los gastos pagados en la ciudad más cool del mundo, durante un otoño espectacular.

La foto es de un cementerio cercano al hotelazo en que me hospedo. Y está dedicada, al igual que la mención al otoño, a mi querido amigo Antonio Trashorras, que me insulta constantemente por hacerme el sensible, dice, en las páginas de este blog.

7/11/07

MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA GUIONISTAS / 14

Para llegar a tener una carrera más o menos satisfactoria, entre otras muchas cosas, hay que saber elegir: entre reescribir y vaguear; entre respetar las críticas ajenas o repelerlas con andanadas de frases "es que"; entre replantearse una y otra vez cada idea, o ir de sobrado por la vida...

También hay que saber elegir cuando un trabajo se acaba, el teléfono deja de sonar, y parece que uno ha dejado de existir (cosa que, tarde o temprano, le pasa a TODO guionista y que, por sí sola, justifica la necesidad de ahorrar). En ese momento hay que elegir entre quedarse junto al teléfono como un patético, o romper el cerdito y tomarse unas vacaciones. O sea, elegir entre casa rural, playa solitaria o capital cosmopolita.

Habrá otros momentos en que el teléfono no pare de sonar. Uno recibe una oferta cada dos o tres días, todas interesantísimas, y casi todas incompatibles. (Por cierto, yo estoy en uno de esos momentos, así que gracias a todos los que hacéis sonar mi teléfono. Ojalá no tuviese que elegir.) Para tomar una decisión en uno momentos así, hay que atender a tres criterios:

· Afinidad con el proyecto: ¿Me apetece? ¿Me gusta el material? ¿Sabré escribir esto? ¿Sabré hacerlo atractivo?

· Viabilidad comercial: ¿Se llegará a rodar? ¿Se llegará a estrenar? ¿Sabrán Producción y Dirección tratar el material adecuadamente?

· Condiciones de trabajo/remuneración: ¿Podré trabajar en pijama o me tendrán yendo y viniendo todo el día? ¿Cuántos meses voy a estar liado con esto? ¿Cuánto me van a pagar? ¿Qué hay de las pequeñas gabelas?

Si unos trabajos interfieren con otros, habrá que atender también al criterio de Fidelidad: ¿Podré compaginarlos bien? O, en caso contrario, ¿podré irme de mi trabajo anterior sin causar graves problemas?

Dado que muchos de los noveles que me leen creían que sus problemas acaban cuando encuentran trabajo, imagino que algunos de ellos estarán pensando "coño, qué complicado".

Pues les he contado las decisiones fáciles.
Las difíciles vienen ahora.
Y no son profesionales.

Lo más complicado de cara a la vida profesional de un guionista es elegir pareja.

Sí, pareja.

La de guionista es una profesión jodida. Uno nunca sabe muy bien de dónde salen las ideas geniales; por qué unos días está inspirado y otros no; ni si un día se levantará habiendo perdido definitivamente el talento o las ganas. Todas esas inseguridades nos convierten en seres temblorosos, irritables y, frecuentemente, con propensión al catarrazo.

Como, además, muchos de nosotros trabajamos mayormente en casa, descalzos o empijamados; y en una tarea fundamentalmente solitaria, resulta que en períodos de mucho trabajo tendemos, para más inri, a desarrollar un carácter huraño y asilvestrado.

¿Creen que hay muchas personas dispuestas a soportar eso de su pareja?

Puede que al principio sí, pero al cabo de unos pocos años, quizá no sea lo mismo. Lo que parecían graciosas excentricidades pueden convertirse en manías insoportables. Esa envidiable libertad de horarios a veces nos transforma en tipos caóticos, inaccesibles, que insisten en trabajar noches o fines de semana, y holgazanear en las mañanas laborables; tipos inútiles que nunca están disponibles para comer con la suegra o llevar el coche a la ITV.

He perdido la cuenta de los compañeros y compañeras de profesión que han tenido un fracaso matrimonial, o al menos que han tenido que enfrenterse a un ultimátum conyugal. Un ultimatum del tipo "si vas a trabajar este fin de semana, no te molestes en volver". Y es que es casi imposible compatibilizar la anti-rutina de un guionista con la de un funcionario, un empleado de banco o cualquier otro nine-to-fiver.

Por eso mi consejo es más o menos el siguiente (y creo que vale no sólo para guionistas, sino también para directores, actores, operadores y otros seres anti-horarios): búscate una pareja con más aspiraciones creativas que materiales. Alguien que sea capaz de entender la pulsión que te mantiene una noche en vela porque un diálogo no acaba de estar perfecto; a aceptar un trabajo de mierda en el culo del mundo porque tiene pinta de ir a quedar muy bien; a pasarte todos los puentes del año y la mitad de las vacaciones rodando cortos por media España porque, lisa y llanamente, te pone.

Les deseo suerte.
Yo la tuve.