31/7/07

A VER SI SE INVENTAN ALGO NUEVO

Esa es una de las frases que más oigo sobre los guionistas de televisión en España. A ver si se inventan algo nuevo estos guionistas, que todas las series son iguales.
Porque ya se sabe, en España lo que faltan son guiones.


Claro. Guiones y guionistas.
Eso es lo que hace falta.
De lo demás, nos sobra.

Hace un tiempo, trabajando para una telecomedia, un compañero y yo escribimos una trama en la que un comerciante obtiene una gran ventaja económica de una confusión: una clienta piensa -por un malentendido- que el comerciante tiene cáncer, y por compasión le aumenta los pedidos y le consigue montones de nuevos clientes.
El problema es que el comerciante se enamora de la clienta, pero ésta le rechaza porque no quiere enamorarse de alguien que va a morir de cáncer. Con lo cual el tipo se enfrenta a un dilema apabullante: mentir y forrarse, pero renunciar al amor; o decir la verdad y estar con la chica que ama, pero a cambio de arruinar su negocio.

Nos la rechazaron.

En mi modesta opinión, era una trama pistonuda (qué gran adjetivo): de fácil lectura, con un conflicto claro y atractivo, llena de hilarantes situaciones y con un buen puñado de diálogos míticos, que no reproduzco aquí por dignidad: hay que aceptar los fracasos profesionales, y no culpar a "los de arriba" de todos los errores… Aunque sí de parte.

Reproduzco (de memoria) la conversación tras rechazarnos la trama. Seguro que he cambiado muchas cosas, y por supuesto, algunos de los diálogos atribuidos al Pianista debieron ser de Reguilón, pero en general es bastante representativo.


PRODUCTOR.- Esta trama es demasiado fuerte.

PIANISTA EN UN BURDEL.- ¿Por qué?

PRODUCTOR.- No podemos hacer chistes sobre enfermos de cáncer.

PIANISTA.- ¿Por qué? Hay algunos muy buenos. Mira: un niño enfermo de cáncer le dice a su padre: papá, “¿esta Navidad me compras una Playstation?” Y el padre contesta: “tú no vas a llegar a Navidad, pringao.”


Risas.

PIANISTA.- Le dice un niño a otro: “¿Qué te han traído los Reyes?”. Contesta el otro: “libros.”. El primero se ríe: “¿Sólo? A mí me han traído una Playstation, un balón de reglamento, una bicicleta y un montón de juguetes”. Y dice el otro: “Sí, pero yo no tengo cáncer”.

Risas.

PRODUCTOR.- Ya, pero no podemos hacer esa trama.

PIANISTA.- ¿Por qué?

PRODUCTOR.- ¿Qué pensarían los enfermos de cáncer?

PIANISTA.- ¿Y yo qué sé? ¿Qué piensan los leperos de los chistes de
Lepe? Me la suda.

PRODUCTOR.- Pero los de Lepe no se van a morir.

PIANISTA.- Ah, ¿no?

PRODUCTOR.- Bueno, quiero decir… Piensa en la gente que ha perdido un familiar de cáncer.

PIANISTA.- (Silencio).

PRODUCTOR.- ¿Me entiendes?

PIANISTA.- Mi padre murió de cáncer.

PRODUCTOR.- (Silencio)

PIANISTA.- El año pasado.

PRODUCTOR.- (Silencio)

PIANISTA.- Adenocarcinoma de estómago. Se lo diagnosticaron en abril y en julio estaba muerto. Fue un palo. Cuando murió, yo ni siquiera estaba en Madrid.

PRODUCTOR.- (Silencio)

PIANISTA.- ¿Y sabes qué? Mientras escribía la trama ni siquiera pensé en eso. Hombre, si me hace esos chistes alguien que sabe que he perdido a mi padre de cáncer, pues sí me mosquearía, pero la tele… Joder, hay que asumir que la tele no sabe tu vida y milagros.

PRODUCTOR.- Bueno, pero…

PIANISTA.- Pero ¿qué? Yo he perdido a un familiar de cáncer. Creo que tengo cierta autoridad para opinar sobre esto.

PRODUCTOR.- Ya, pero…

PIANISTA.- Esto es una comedia. La gente quiere que hagamos chistes. No los haría en una asamblea de la Asociación Española contra el Cáncer, pero joder… Esto es la tele. Si te vas a poner a pensar en la cantidad de tarados que estás dispuestos a darse por aludidos cada vez que ven la tele, mejor dedícate a otra cosa. La gente quiere que metamos el dedo en la llaga. A ser posible, sin hacer daño, sino cosquillas, pero hay que molestar.

PRODUCTOR.- Aún así, la cadena no quiere que haya cartas de protesta…

PIANISTA.- Todas las series buenas tienen cartas de protesta. Si no tienes cartas de protesta, es que estás haciendo un fracaso.

PRODUCTOR.- Ya, pero…

PIANISTA.- ¿Qué?

PRODUCTOR.- No podemos hacerla.

PIANISTA.- Ah, vale.



No recuerdo qué escribimos en lugar de esta trama, lo cual es muy significativo. Supongo que sería la enésima versión del regalo incómodo, o el visitante inoportuno, o algo así. Ya saben que los guionistas tenemos poca imaginación.

Cuando me pasan estas cosas -y me pasan con cierta frecuencia-, recuerdo al ínclito Don Miguel y su legendario "¡que inventen ellos!".


(Publicada originalmente el 24.11.2005 en lacoctelera.com/pianistaenunburdel)

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