4/8/07

EL COLOR DEL DINERO

Primer día de rodaje de la sitcom. Esto ya no es una telenovela. Por género, por target y por el nivel de otras series, el listón está mucho más alto.

Los guiones están bastante bien, a pesar del poco tiempo que tuvimos para hacerlo. El equipo de guionistas funcionó muy bien y, en general, la productora respetó mucho nuestro trabajo.

Dirección y Producción han decidido comenzar a grabar la serie por el capítulo 3. Luego grabarán el 2, y por fin el 1. Y después ya seguirán el orden cronológico. Este pequeño truco garantiza que el primer capítulo que los espectadores ven ya tiene unos actores rodados, que se conocen, que controlan el tono de los diálogos, etc.

Bien, pues allí estamos grabando el capítulo 3, cuando se presenta la gente de la pasta. Fácilmente reconocible: son los únicos que llevan traje y corbata. ¡En un plató! Si es que no respetan nada...

Hay algo que todo el mundo debería saber en este negocio: en dinámica de grupos, el órgano crea la función. Si la gente de la pasta visita un plató exigirá algún cambio. Siempre. Han ido a eso, y lo harán por principio. Su presencia allí les obliga, para tomar posesión de su rol en el grupo, a imponer su autoridad cambiando algún elemento -cualquiera- del conjunto.

De modo que la gente de la pasta pasea sus corbatas y sus americanas por el plató. Sudados, desconcertados, fascinados ante la presencia de famosos. Y desesperados por encontrar algo que cambiar. Y por fin lo encuentran.

¿Qué creen que será? ¿Una línea de diálogo? ¿Un elemento de atrezzo que les molesta? ¿Tal vez quieran un plano más corto de la estrella?

Peor. Mucho peor.

Imaginen que mi patrocinador es Mahou. Imaginen una lata de Mahou: roja y dorada, con sus estrellitas y todo. Ahora imaginen un decorado de serie española que figura ser una sala de juntas en una oficina. Una sala de juntas normal y corriente.

El dedo índice de uno de los encorbatados se extiende, tembloroso, señalando ese decorado, y dice:

-Es verde. (Pausa) Verde... Es Heineken.

Miradas desconcertadas entre el equipo. ¿Qué coño dice este tío? Los encorbatados se miran entre sí. Conferencian, como los rusos de One, Two, Three, y por fin dictan sentencia:

-Que lo cambien.

Ellos pueden hacerlo. Son la gente de la pasta. Si no les gusta el color del decorado, el decorado en el que llevamos toda la mañana rodando, pueden cambiarlo.

Es fácil: sólo tendremos que volver a pintar una pared.

Bueno, para eso habrá que perder un día de rodaje, claro. Que con cincuenta personas trabajando, y contando el alquiler del plató y las oficinas... Bah, tampoco pasará de los 50 o 60 mil euros.

Ah, y escribir un par de secuencias para explicar por qué en el capítulo 1 y 2 la sala de juntas tiene color Mahou, en el 3 aparece de verde, y en el resto de capítulos vuelve a ser Mahou.

Fácil.

That’s entertainment.

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