4/8/07

VIAJAR EN EL TIEMPO

(Publicado originalmente el 3.9.2006)


Un sábado cualquiera de finales del siglo pasado, cinco amigos estábamos ilegalmente reunidos en una sórdida oficina de la Castellana, en Madrid, para terminar de montar el sonido de un cortometraje. Bueno, dos de ellos estaban con el sonido del corto. Los otros tres habíamos ido a pasar la tarde con colegas, en un entorno que incluía internet gratis y sillones con ruedas que ya quisieran los de Jackass.

En un momento de euforia muy típica de estos gremios, empezamos a hablar de montar una productora con nombre ridículo, de hacer cortos en equipo y esas cosas. Hablar del futuro. Yo, que por aquel entonces ya era el borde del grupo (creo que lo he sido desde Maternidad), corté el rollo diciendo:

- Dejaos de chorradas. Aquí el primero que va a hacer una película es éste- dije, señalando a uno.

Todos se me quedaron mirando, un poco sorprendidos por la contundencia. Señalé a otro, y añadí con idéntica seguirdad:

- Y luego, éste.

Hubo risas, claro. Es imposible prever el futuro de esa manera. Pero casi una década después, resulta que acerté con los dos, y en ese orden. El primero ya ha firmado películas que ustedes conocen. El segundo empieza mañana a rodar su primer largometraje.

Yo he tenido la suerte de ser de los primeros en leer su guión (y en escucharle a él leerlo) y puedo decir sin que me tiemble la voz que es la opera prima más potente que ha visto el cine español en décadas.

En 1996, cuando Amenábar hizo Tesis, mucha gente se quedó con la boca abierta. Lógico: demostraba un control absoluto de los mecanismos narrativos del thriller. Amenábar tiene una mano envidiable para manejar las emociones del espectador. (En realidad: tiene tres manos: guión, dirección y música.)

Pero lo de Vigalondo va más allá: porque si Amenábar muestra perfección técnica en un género conocido, Vigalondo trasciende esos géneros, y sorprende con tragedias disfrazadas de chistes y canciones (7:35 de la mañana), o con personajes cómicos desesperados por resultar trágicos (Choque). Y ojito, que también viene con tres manos: guión, dirección e interpretación. (En 7:35 metió una cuarta -la música- y le nominaron a un Oscar.)

Los Cronocrímenes va directamente en esa línea: no es sólo que el público vaya a decir "no parece española". Es que no se va a parecer a nada. Hecha con poquísimos mimbres -pocos personajes, pocas localizaciones, cero subtramas-, logra una intensidad inigualable.

Además de un guión que funciona como un tiro, la película cuenta con una garantía extra: un equipo técnico de altura. Flavio Martínez Labiano ha firmado algunas de las películas mejor fotografiadas del cine español reciente. Y en esta película, además, contará con José Luis Arrizabalaga y Biaffra en la dirección de arte. Se trata de un tándem más que rodado, responsable de ese empaque característico que tienen las pelis de Álex de la Iglesia.

Si añadimos a eso que el productor, Eduardo Carneros, es el mismo de 7:35, y es incluso el representante de Nacho, es de esperar que el rodaje vaya como la seda.

Me gustaría ser capaz de prever también si la película tendrá éxito, pero eso entra ya en el terreno de la adivinación. No tengo ni idea de cómo será la distribución de Los Cronocrímenes. Por otra parte, Tesis tenía sólo 5 copias en Madrid y fue un éxito. Lo que tengo claro es que se merece ser un blockbuster, y si no llega a serlo, será por culpa de algún tipo gris con la corbata tan apretada que no le llega riego al cerebro.

Si yo tuviera una distribuidora, perdería el culo para sacar Los Cronocrímenes con doscientas copias. Porque, a pesar de todas las modernas técnicas de venta y de los más complicados estudios de mercado, al final lo que el público más agradece es la novedad, la originalidad, la sorpresa. Y la peli tiene de eso a carretadas.

Me gustaría estar allí mañana a primera hora para oírle gritar acción. Como no puedo, le deseo mucha suerte mientras escaleto telenovelas. Pero de aquí a unos días me marcho para Noja a visitar el rodaje, y podré ver algunas tomas e incluso traerles fotos. Mientras tanto, recuerden que hay un diario de producción de la película: el Cronoblog, y un set de Flickr donde Nahikari Ipiña, una de las responsables de Producción habituales de Nacho, está colgando estupendas fotos como la de la claqueta.

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