26/8/07

HISTORIAS VERÍDICAS DE GUIONISTAS


A veces algunos lectores me piden que lea sus trabajos. Tienen un guión entre manos, y me escriben. No me conocen, no saben quién soy ni tienen datos de mi carrera como guionista. Pero aun así, me escriben.

"Me gustaría mucho conocer su opinión", me dicen.

Mi experiencia es la siguiente: salvo honrosas excepciones, cuando un amateur pide a un desconocido opinión sobre su obra, en realidad está buscando palabras de aliento. No quiere una opinión profesional. No quiere críticas, ni siquiera constructivas. Lo único que quiere es aprobación.

A la mayoría de ellos, mi opinión no les gustaría nada. En cuanto viesen que mi opinión no consiste en palmaditas en la espalda, empezarían con los "es que".

- El tercer acto flojea: no resuelve el conflicto principal, y no hay clímax.
- Es que lo que yo quería es...

La mayor parte de la gente adora tanto su criatura que no quiere oír nada que no sean halagos. "Mi hijo no es feo, es especial", parecen decir.

Podría contar con los dedos de una mano las personas que saben escuchar una crítica. Y mira que es fácil, sólo consiste en eso: ESCUCHAR. No en contestar, ni en convencer, ni en usar un montón de frases que empiezan con "es que". Sólo escuchar.

Si no gustan los consejos ajenos, basta con no seguirlos. Pero si uno ha PEDIDO el consejo, por una pura cuestión de respeto (y de economía mental) lo suyo es escucharlo. Tomar nota de él. Y ya puestos, agradecerlo.

Tengan todo esto en cuenta antes de pedirme que me lea sus guiones, por favor. Y tengan también en cuenta que me leo una media de 250 guiones al año. Algunos profesionales, pero muchos otros de diletantes.

Me ha tocado recibir proyectos que consistían en una mera acumulación de denuncias policiales y sentencias del juzgado. El (ejem) "autor", tras sufrir una larga batalla judicial, tenía tan reblandecidas las neuronas que pensó que podía, simplemente, GRAPAR toda la documentación del caso, escribir en el primer folio "Tratamiento de largometraje" y hala, a vender un guión sin escribir una sola línea.

He leído proyectos que empezaban así: "SINOPSIS ARGUMENTAL: esta película romperá moldes. Nadie será capaz de seguir pensando igual después de visionarla".

Siendo jurado de un premio de proyectos, leí una "Memoria Explicativa" en la que el autor decía presentarse "por probar, aunque todo el mundo sabe que estos premios están dados".

He recibido guiones escritos a mano. Guiones con 20 faltas de ortografía por página. En uno de los proyectos, el curriculum del autor estaba encabezado así:



HISTORIAL PROFESIOANAL



Sic.

Comprenderán que, después de esto, cada vez que me encuentro con un diálogo infomativo, un giro injustificable, un personaje fútil... Me dan ganas de MATAR.

Piénsenlo antes de pedirme una opinión. Si me pillan de malas, podría enviársela por correo, envuelta en papel de estraza y emitiendo un inquietante tic-tac.



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